Sueños que son historias: Las Cajas.

Ya está.
A mí cabeza se le ha ido la pinza. Yo os iba a hablar de Fitur, que fui con unas amigas y tal... pero...




El sueño tenía música.
Ojo. 
Había más cosas pero a partir de dónde recuerdo yo dejó unas bolsas de la compra apoyadas contra una pared (muro gris de hormigón) y voy para algún sitio y de repente me encuentro al Muso.
Un Muso super contento y super feliz.

- ¡¡Nelly!! -me dice.

Se acerca y tal... y me abraza.

¿¿??

- ¿Qué tal Nelly? no se qué... y patatín patatán.

Y se pone a contarme cosas.

- ¿¿?? Eeehh... pues... pues bien. 

Cosas de su vida. De su finde.

¿¿???
¿Iba en bicicleta?
Como si fuéramos amigos de toda la vida. Sin más secretos. Qué alivio sentí. Como si todo estuviera ya en su cauce. 

Total, que le digo que tengo que ir a recoger unas cosas y ya entramos en la empresa. Pero cuando llego veo a unas personas y varias bolsas y no distingo las mías. "¿Esto es vuestro?" "sí, sí". "Ah, vale" "¿Y dónde están mis bolsas entonces?" A saber... buscamos pruebas para saber a quién corresponde cada bolsa pero lo dejo enseguida.

Bueno, mira, da igual. Voy a la empresa, entro.
Resulta que el Muso estaba en un departamento que estaba antes. No ahora. Anda mira, esto es verdad, yo tengo la taquilla en dicho departamento. Total que llego... y no hay taquillas. Había cajas en el suelo. Cada uno tenía su caja, y yo sé que la mía (¡jajajajaj!!! me acabo de dar cuenta de una cosa, ahora la veréis) era de color arco-iris. Así como una caja rallada.

Pero, alguien había puesto mil cajas sobre nuestras cajas.

¿¿???

El sueño seguía con música: tantantan tantan tan tantntan tan ... música muy animada.... pero casi de juego o feria, no lo sé. Cerebro mío, ¿de dónde te sacas estas cosas?

Al ver cientos de cajas sobre otras cajas le dije a la compañera: "¿qué ha pasado aquí?"
La compi me contesta:

- ¡Pues que estamos hartos! Estamos hartos de que vengáis a por vuestras cajas y lo mováis todo. Así que os hemos puesto cajas sobre las cajas. A ver si ahora encontráis la vuestra.

Hala, toma, los de ese departamento, cabreados.

Atentos a la escena, jajajaj que me parto. Voy y le digo a jajajajaj!!! le digo a esa parte de mí que uso a veces para encontrar cosas cuando ya estoy muy desesperada jajajajajajaj!!!
No puedo jajajajaj!!
Voy y le digo (o sea, me digo a mi misma): "Ayúdame, a encontrar la caja que es donde tengo mis cosas. Ayúdame a encontrar mi caja".

jajajaj!!!¡¡¡EN UN SUEÑO!!!! jajajajajajaja

Esto no lo vais a entender.

jajaja!!!

Tras hacer eso que hago... no recibo nada diferente. Pero mientras indago intentando sentir la hilera de cajas, resulta que hay un cuarto allí, que no existe en realidad, y resulta que estaba el Muso, cambiándose. Todas las cajas estaban a los pies de la pared y enfrente, donde está informática en realidad, había un cuarto tipo vestuario.

¡Ay madre!
Me giro hacia la pared.
"Ay, señor, ¿¿¿pero se cambia en el trabajo????"

Sale del cuarto y me dice: "¿qué pasa?"

Llevaba ropa de colores. Tanto la de antes, como la de ahora. Y además, ¿¿tenía coleta?? Una coleta pequeña, ya le he visto así alguna vez, pero hace años.

- Las Cajas -contesto-, han puesto cajas sobre cajas. Estoy buscando la mía, tiene que estar por aquí.

El Muso se echa a reír.

- ¿Y no la encuentras?

- No -contestó. ((¿He perdido mis super-poderes?? A veces duermen así que...))

- Ya te contaré. Ahora hablamos- me dice.

¿¿??

Y se va a trabajar que es lo que tiene que hacer. Y yo me voy a mi lugar, que es lo que tengo que hacer. Saludo a la jefa y a mis compañeras. Le digo... ah, pero espera. Bueno, eso lo cuento luego. Saludo a la jefa y a mis compañeras. La jefa me pregunta qué tal, yo le digo que algo raro pasa en el otro departamento (digo el nombre) con nuestras cajas. Entiéndase por caja: taquilla. No sé por qué eran cajas. La jefa se ríe un poco pero como que no le da importancia al asunto (a lo mejor...bueno, no sé si lo sabe o no, pero es poco importante) "Vuelve a mirar no se qué..." Mi jefa es muy conciliadora. 

Vuelvo al departamento, casi volando. Al llegar me pongo un poco nerviosa: "A ver si este hombre (el Muso) se va a pensar que vengo a verlo, con lo amable que está siendo hoy conmigo, y no vengo por él, vengo por las dichosas cajas".

El Muso está al fondo, yo me quedo donde están las taquillas y veo que además de las cajas contra la pared, en donde hay taquillas realmente, hay estanterías cubiertas de más cajas... pero ya no de metal (como las otras), estas son de madera, livianas y algunas tienen ... ¿sabéis esas cajas que son de algo vegetal y tienen como agujeritos? O sea, tienes la caja pero ves lo que hay dentro. Es como de madera pero no es madera tosca, están hechas de algo... algún tipo de corteza suave. Bambú, a saber. Algo más fino y delicado.
Había millones.

¿¿??¿¿???

El sueño sigue con música. Durante todo el tiempo.

"¿Pero qué?"

- ¡Son vuestras! -me dice un compañero.

- Ya -contesto-, pero ...aquí hay miles ¿y tan pequeñas? -levanto una, la tengo en la palma de mi mano. Tiene cerrojo - ¿Y cómo vamos a saber de quién es cada caja? 

(Esa es tuya)

¡¡Hombre, mi pensamiento!!! 

"Cómo sabes que es mía. ¿Voy a acertar y coger la caja que es mía justamente, de las diez mil de esta librería?"

(Prueba..)
"Si fuera mía sabría abrirla. Tiene cerradura" me respondo.

(Busca la llave en tu bolsillo)

Meto la mano en el bolsillo. 
¡Hal-la! 
Tengo dos llaves diminutas.
(cerebro mío, estas son las llaves que abren el candado de la taquilla del gimnasio. Veo de dónde te sacas las referencias) Esto no lo pensé en el sueño. 

Meto la llave y encaja. Y abro la caja.
Esta vacía.
¿¿¿De verdad voy a meter mi agenda, los bolís, los cascos, la tetera, los manuales y todo en esa mini-caja de tapa agujereada???? pienso. 

Miré para el Muso. Quién a su vez miró hacia mí. No vi nada extraño más que gente trabajando. Y decidí irme.

Justo antes de salir del departamento pasó algo (lo que iba a contar antes) yo iba a salir pero alguien le abrió la puerta a otro alguien y cuando iba a salir...no tengo claro quién entró. Yo no le cedí el paso, pero sentí que eso había sido, sino un error, al menos algo incorrecto. De cara a lo que el séquito de ese alguien esperaba. Vestían de oscuro, es lo único que sé.

¿Un director importante?

Ya lo preguntaría.

Volví donde mi jefa y no estaba. Estaba sentada donde los demás compañeros (¿¿esto viene por lo del otro día y lo de jefa y compi, cerebro?? Porque no entiendo la metáfora. Me tocará reflexionar). Le conté un par de cosas y me desperté.

Y la música seguía: tantantan..tantantan... más bonita.

Cajas, eh?
Aquí está pasando algo muy raro.
De todos modos, mañana lunes pienso quedarme sentadita en donde me toque sentarme y no voy a husmear por ahí ni ir a buscar al Muso, ni nada.
Porque las cosas son más sencillas: se trabaja, se va una para casa, y ya está. Nada de cajas, ni cajas más livianas, ni todas estas cosas raras que tengo en la cabeza. Pensad que vosotros fuerais el Muso. ¿Os parecería normal que sin comerlo ni beberlo, una escritora loca, soñara con vosotros? ¡No! pues ya estáaaaa..... ¡nada de cajas, nada de misterios, nada de intentar averiguar los secretos ocultos de la vida!

FELIZ DOMINGO!!!

¡¡He encontrado la música!! ¡jajajaj!
¡JAJAJAJA!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises