No sé si voy a ser capaz de aprender tanto.

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 Llego a la oficina. Me pongo con mi portátil. Repaso. Re-escribo.

"La escena de los charcos... la voy a tener que eliminar"

"Que sí, que es muy bonita... pero es que no hay forma. Además, ¿a quién le importa que salten en los charcos?"

(*****+*)

"Ya, bueno, te gusta a ti... pero es innecesaria, por más que te parezca un compendio de cómo viven esos niños"

Sigo escribiendo. 

"Y todo esto, ¿qué? ¡¿Qué hago?! ¿Lo borro? ... Ay, no puedo sacar adelante esta historia. ¡Menudo "descentre"!... ¿por eso no querías contárselo al compañero?"

Sigo repasando.

"Vale, esto sí. Toda esta parte está bien... pero, ¿llevo 11 páginas? ¡En el capítulo dos! ¡Madre mía, es imposible!"

(*****+*)

(=¿Dónde está el problema?)

"¡Porque no puedes hacer una historia de 25 páginas si en la presentación llevas once! No va a funcionar, no va a funcionar...  ¿No ves que no cabe? ¡Son once páginas!"

Corto toda una parte sobre "competiciones de salpicar más lejos" de los protagonistas de mi historia. 

Recojo.

Subo a ver a mi compañero.

Hablamos.

Pero son cosas tan importantes que yo no sé cómo expresarlas.

Yendo a mi trabajo me pasaron dos cosas. La primera... viajando por el central quise adelantar un camión y no pude. Así que me puse detrás. 

"Total... lo que quieres es no llegar al radar delante de él".

Porque está a 80... yo me pongo a 70 y una vez un camión que casi me come me dio las luces. Lo he visto a más camiones en ese radar (a otros coches), quizás no saben del radar y a mí me estresan, así que prefiero ir delante de un turismo o detrás del bus. Pero nunca delante de un bus, ni de un camión, ni de una "furgo" de reparto.

Opté por pasar detrás del camión. Tan felizmente y tranquilamente porque yo voy lenta y me gusta pasar por el derecho. Doblando esa pequeña curva un coche blanco cruza la continua, se salta el radar, invade mi carril y se toma el desvió acelerando, frenando y dis... (disturb)... un momento, falta una palabra... No es "molestar" es irrumpir.

Pero no vale solo "irrumpir". 

(Venga, no fastidies que esa palabra no tiene traducción... esperad...)

Os aseguro que no pretendo decir "molestar", pretendo decir otra cosa similar pero no consigo encontrarla. 

Disturb 

Vale, voy a tratar de contároslo poniéndoos en la situación: visualizad la vía, un coche blanco hace una diagonal, cruza una continua, se salta un radar e invade un carril de salida teniendo que dar un frenazo y adelantando en dicho carril a otro coche. 

No es "interrumpir", no es "irrumpir". Es cuando algo está en calma y tranquilo y fluye bien y tú lo revientas. ¡Jajajajaja!

¡Jajajajajaja!

Da lo mismo.

Solo me pasaron esas dos cosas reseñables y ante la última, yo le dije a mi "Yo Interior", o como queráis llamarlo (si queréis llamarlo "hablar con el Vacío" también podéis)

-¿¿Ves??

Le dije.

-¿Ves? Ahí va un... ¡Ya lo ves! ¡Míralo! ¡Más tonto y n...!

(*****+****)

Eso que veis entre paréntesis es esa cosa contestando. No usa palabras. Generalmente. Yo sí. Lo que yo pienso suele ser respuesta a lo que esa intuición me dice. Quizás es una parte de la mente que te ayuda a entender las cosas. No lo sé.  

Lo que vino a hacer es cuestionarme el problema de la conducta del otro coche.

"Pues.... ¡porque es ilegal!" pensé "¡Y no solo es ilegal! ¡Es que los va poniendo en peligro a todos!!!!"

A mí no, que yo voy a tres coches de distancia (más bien, a camión y medio de distancia, feliz, despacio y tranquila). 

-¿Tú ves lo que ha hecho? ¡Pues así estamos! ¿Para qué está la norma, eh? De hecho, ¿sabes el problema? ¡Que justamente por existir la norma.. es más peligroso todavía! Porque nadie espera que haga lo que ha hecho.

Antes no había continua. Yo viví la época en la que los coches cruzaban así, in extremis. Pusieron la línea continua, el radar y las cámaras y la prohibición y ahora se supone que nadie hace lo que ha hecho ese conductor.

Bueno, pues mi compañero me dijo:

-Bien, esa persona ha hecho eso... y ya... te ha robado la alegría.

Observo a mi compañero.

-Ya... -indica-, ¡pierdes la calma y...! ¡Te enfadas! 

No uso sus palabras. No sé repetirlo exacto.

Asiento.

-Qué poca libertad.

¡Ostris!

Eso sí es exacto.

-Con lo que hace el otro ya tú no eres libre porque te roba la alegría, la paz, la ...

Coso en un lado / El compañero en el otro.

¿Es verdad lo que está diciendo? ¿Está alineado con mi interior?

Totalmente.

"Ay va!"

-Imagínate -añade mirándome (sin que yo le haya dicho nada de mi trabajo con la novela)-, que las personas saltaran en un charco..

((Oh, cielos))

-Y al hacerlo... salpican

"Por ejemplo, los días de lluvia puedes salir a jugar sin que nadie te moleste, porque casi todo el mundo corre a refugiarse en sus casas. ¡Con lo estupenda que es la lluvia! Las calles se vacían y nadie (...) ni nos asusta porque, aunque no lo crea, señor, nosotros nos asustamos. ¡Mucho más de lo que la gente piensa!

Mi hermana XXXXX y yo siempre jugábamos a saltar en los charcos en los días de lluvia, en el jardín de la mansión de mi tío"

-Cuando salpican -dice mi compañero-, no te salpican a ti. Están "salpicando". La gente... simplemente es torpe y se mete en los charcos y lo salpica todo.

(( ¡Con lo estupenda que es la lluvia! ))

Miro a mi compañero.

-Pero cómo...

Mi compañero sonríe.

¿Lee mentes???

¿¿¿Es vidente???

¿¿¿Es casualidad?????

-La gente salpica.. no "te salpica". Salpica porque salta en los charcos. Es torpe y se mete de lleno en ellos.

Bien. 

Pensaré en esto detenidamente.

Esa era una de las cosas que dijo.

La otra es que estaba descubriendo una cosa de los demás. También es correcto, desde diciembre.

La tercera me dijo que era más avanzada (algo bueno) y me lo llegó a decir pero pum se me ha olvidado.

¡Jajajajaj!

¡No es justo!

¡Ah!

¡¡¡Lo sé!!!!

-No eres nada flexible contigo misma -dijo.

Claaro que no.

Ni se imagina la dictadura mental que tengo.

Casi no me extraña que adivine bolas de colores o haga cosas raras... Mirad, saliendo de la empresa una chica me dijo: "Pasa, pasa" y yo contesté: "No, a mí esa puerta se me para siempre". La chica sonríe y no me cree. Le cedo el paso, ella se acerca a la puerta, yo miro la puerta y la puerta deja de girar.

-¡Jajajaja! -la chica se gira y me mira como si yo fuera la Bruja Piruja.

Le da un ataque de risa.

-¿¿Pero?? -dice- ¿pero qué has...?

-Te lo he dicho -contesto.

Y eso que no sabe nada de lo que les pasa a los ordenadores.

O que el ascensor baje sin haberlo llamado.

O porqué hoy... algo que yo dejé de otra manera en casa... ya no estaba igual.

En fin...

Bueno el caso es que mi compañero está acertado en las cosas que me dice. Me asusta porque coinciden. 

Diréis, ¿te asusta que algo coincida?

Me asusta confiar. Me asusta "dejarme guiar". Me asusta que acierte.

Pero no perdamos foco en el corazón. Ha coincidido. Tiene razón en todo lo que ha dicho, lo siento correcto. Y puedo seguir meditando.

Desde luego, la gente no se tira tres días enfadada por cosas que yo veo que hacen los coches (unos a otros). Pero de ahí a que no te puedan robar la calma ni la paz mental, ni la alegría o ser tan libre.

Libertad.

Uffff.

Mi mente es un galimatías de normas más complejo que el protocolo japonés. "Esto no se puede", "aquello tampoco", "esto déjalo así", "esto ni se te ocurra", ... 

Libertad.

Flexibilidad.

Aparco el coche a distancia equidistante de las líneas perpendiculares.

Uffff.

Con qué obstáculos y barreras hemos topado.

Bueno, ... iré despacio y meditaré. 





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