Grandes momentos con mis amigos.

Hace unas semanas estábamos algunos colegas y yo jugando al Trivial y al Escatergories. Una de las categorías decía: Canciones. Tanto esa, como la llamada Nombres de calles tenía una norma, para mí tácita, consistente en: Si existe - vale.

Y casi cualquier letra da lugar a un nombre de calle.

-Entonces, ¿si sale en Google, la aceptamos?

-¡Vale!

-Hum, no sé..

-¡Venga, qué más da! -dije-, para mí siempre ha sido así.

-Es una calle, ¿no?

Calle Mayor, calle uno, calle ciempiés, calle zapatilla, calle Pérez, calle Santos,... en algún lugar del mundo existirá. El problema vino cuando se extendió a Canciones.

-La noche contigo.

Miramos a mi amiga, yo con "ojos redondos" (=a circunstancias, expectación ante una situación que se valorará después) y ella añadió:

-¡Seguro que existe!

-¡Eso no existe! -dijo M.

(M=bajista, músico, fotógrafo. De profesión periodista en periódico nacional importante. Curiosamente, contrario a sus creencias. Fuente de información sobre figuras importantes de la prensa, con las que trabaja)

-¡Sí que existe!

Ladeé la cabeza. Pensando.

-¡No existe, te lo acabas de inventar!

-¿Y qué? ¡Seguro que alguna canción se llama así!

Todos tiramos de Google. Silencio. 

-Yo no veo ninguna... -dije.

-Pues... -dice ella.

-A ver... -dice otro.

-Bueno, si no existe -añade Z.

De repente se oye a M. con su voz profunda (ella es soprano, él es bajo....):

-Sí... sí existe.

Debéis saber que M es muy comedido en todos sus gestos. Lo hace sin pretenderlo, quizás oculta muchas cosas que no se ven, lo que da lugar a apariencia de periodista capaz de ser neutro ante muchas cosas que en realidad no le convencen. 

-Existe y además es de mía. Es una canción de mi grupo.

Estupor.

-¡¡Jajajajajaj!!

Todos.

-¡Jajajajajajajja!

Hasta él.

-¡Jajajajajajajjajaja!

Tres horas diciéndole a Z. que esa respuesta no valía y de repente oímos en tono bajo y comedido: "Sí existe... y además es mía".

¡Jajajajjajajajajaja!

"Ese libro lo escribí yo", jajajajajajajajaj...

Sé que es una tontería,... pero se lo vamos a estar repitiendo durante mil años.

Hace algo más de tiempo, jugamos a un juego muy bueno pero que da lugar a cierta controversia por el nombre, ya que se llama El Secret Hitler. A mí me da mucha pena. Yo sé que hoy en día vamos a ver exposiciones del Titanic como si fueran cosas ajenas. Igual que habrá gente que vaya a ver exposiciones del 11 de Septiembre sin saber cómo fue ese día. Supongo que pasa con la historia. De ahí que os pida que os olvidéis del nombre y nos centremos en la dinámica. Es un juego que la gente dice que es muy divertido y consiste, simplemente, en promulgar leyes de una tendencia u otra para conseguir ser canciller.

Básicamente, te dan dos cartas. Más una de identidad. Si eres de cierto partido, le darás al jugador de tu izquierda las leyes que te interesen, y él a su vez tendrá que moverlas... hay cómplices y sólo un Hitler encubierto. Los demás, en teoría, quieren seguir la política menos agresiva.

Sólo me toco esa carta una vez. Es sabido por las reglas que entre los jugadores tienes un cómplice, pero no se sabe quién es. Todos juegan al despiste. En una de las partidas, mi amigo C era el malo y, lo más curioso, es que se pasó la partida simplemente enfrentado a los demás. Aquella estrategia me llamó poderosamente la atención al terminar. Y se lo dije.

-¡Claro! Es que, Eva, yo quiero el caos -me dijo-, es a lo que he jugado: a enfrentaros. Porque así ganaba yo.

((Madre mía)) ((qué mentalidad))

Cuando me tocó a mí ser la mala (y por cierto que la mentalidad existe, es la frase "de las aguas revueltas siempre hay quién se enriquece" que me dijo el actor hace tiempo. Hay personas que juegan al caos, a enfrentar).. no supe que baja jugar. Tenía en la mano una ley liberal y una ley nazi.

Miré al jugador de mi izquierda. Y pregunté a Coso. A mi interior.

"¿Qué hacemos?"

De la resultas de ese lapso de tiempo en silencio, y de observar a todos los jugadores, me llegó una extraña conclusión. Una especie de eco misterioso. Un "algo" que no sabría definir. 

No te ven.

Alzamiento de cejas. 

"¿Vamos a jugar esa baza?"

No es que sepa yo poner caras de poker, precisamente.

Una cierta certeza sobre hasta que punto hay cosas que no ven me animo a hacer lo que hice. Dije una frase, me reí con los demás, miré a mi compañero de la izquierda y le pasé para promulgar la ley nazi.

Entonces se volvió un poco loco.

-¡HALAAAAA! -exclamó-, ¡ES MALA! ¡ES MALA!

Me señaló y le puse tal cara de inocencia, que sí... vale. Ya entendí el asunto. 

Todos me miraron.

-J. no sé de qué me estás hablando. Tengo que pasarte una ley y solo tengo dos... ¿qué quieres que le haga?

-¡ES EL DEMONIOOOO!

Jjajajaja. Aquello empezó a ser divertido.

Su ciertamente acertada acusación se diluyó en cuanto la partida avanzó dos posiciones, y de nuevo otras dos y empezaron a acusarse  unos a otros y me volvió a tocar.

Repetí lo mismo.

-¡PERO... PERO QUE ES ELLA! ¡Es... ¡no puedo creerlo! ¡NO LO VEIS! 

Me señaló, miró a otros, intentó advertirles. ¡Es ella! ¡Es ella! Y entonces ocurrió.

Se rindió.

-¡Jajajajaj! -se echó a reír, porque nadie le creía.

Se sentó en su sitio y siguió refunfuñando que yo era Hitler... cosa que nadie creyó. 

¿Cómo iba yo a ser Hitler?

Gané la partida. 

Pero vamos, que jugar a ser mentirosa no me parece muy divertido, sinceramente.

El juego es curioso, todavía sigo dándole vueltas a la estrategia de C. No se limitó a promulgar leyes, se limitó a acusar a todos de ser el enemigo. Sembró tal caos... en la partida, que la gente se puso a discutir, unos con otros... 

¿Y si eso ocurre a nivel general?

(Los medios/ La prensa)

Qué horror.

Dos anécdotas más del Parque de Atracciones y finalizo la entrada.

Entramos todos en La Casa del Terror del Parque. Nada más entrar, me digo:

"Es todo una mentira ENORME. Son solo personas con máscaras, ¿vale? Un ser humano que desayuna por las mañanas, y trata de que pierdas la visión lógica del asunto".

Bien, la base de esta atracción se centra en el pánico. En que la gente corra. Cuando la gente corre, no da miedo la causa, sino que corres por inercia. Así que avanzamos a oscuras hasta que, más o menos, salió el de la motosierra. Y aquí vino lo grandioso. Yo no grito... cuando me asusto. Pero Z. es soprano.

De pronto:

-AAaaaaaaaaaaAAAAaaaAAAAAH!!! -a un tono que pocos pueden alcanzar.

-¡Jajajajajajajja!

Me entró un ataque de risa. Era demasiado cinematográfico como para ignorarlo. Y entonces... escuché al trabajador:

-¡A por esa, a por esa!

Claro.

Si una voz alta, poderosa, femenina, como una campana, resuena en medio de una aventura en una Casa del Terror.... desde que ella gritó... corrimos todos. Ella me empujó contra una pared, el malo nos agarró la camiseta, yo me eché a reír (todo el asunto era bastante ridículo) y salí de la casa riendo... pero riendo muchísimo, y Z. detrás y todos comentando la jugada y yo diez minutos riendo sin parar. 

Mete una soprano en una casa del terror y ponte a comer palomitas. Era la compañera de viaje más divertida para estos menesteres.

De ahí, fuimos a la Lanzadera. Yo no monto en casi nada pero la altura me encanta. Desde pequeña. No que la atracción de vueltas, eso lo odio. No me gusta nada que de vueltas, etc. Pero que algo suba ochenta metros y me lance desde ahí, siendo seguro, no me molesta. 

-¿Estas loca? ¿No montas en nada y montas en La Lanzadera?

(Lanzadera: mirador. Dícese de atracción de caída libre en la que en todo momento te notas atado a una enorme construcción de metal por la espalda)

Es caída libre con seguro. En realidad, de La Lanzadera, lo que impresiona son los segundos de paz arriba. No sube y baja. Sube y te deja ahí.

Z iba a mi lado.

-Ya verás... -le dije-, ¡ahora hay que contar hasta tres! ¡No te tiran de repente!

-¿Qué? ¿Cómo que no?

Y yo miré a lo lejos. Las montañas de Madrid. El atardecer, las nubes, la distancia, el Sol ya oculto, todo rosa. Espacio. Libertad. 

"Tres segundos..." me dije.

Y entonces Z se puso a gritar.

-¡JAJAJAJAJAJJAAJ!

No poder expresar lo que sientes y que ella lo exprese tan bien me resultó liberador.

CLIC.

Eso era la atracción. Soltándose.

Y la bajada.

¿Qué más da la bajada? Sí, da vértigo, un poco, pero notas el freno a los pocos metros. Es una caída libre controlada. Lo que mola de esa atracción es la ingravidez de los tres segundos.

Os cuento la última. Esta fue en la Warner. Y esta no es por mis amigos.

Monté en una atracción de agua, que desde el suelo es un ascenso y una bajada normal y típica de estas montañas rusas.

Esta atracción no se me olvidará nunca.

Subimos y cloc-cloc-cloc-cloc-... pensé "no me resultará del todo agradable porque suele ser una atracción un poco brusca, pero bueno". En estas que cuando estamos en lo más alto de la montaña, veo abrirse el suelo.

Y entré en pánico.

Era un agujero con el mecanismo a la vista. 

No había agua.

"OH-CIELOS-SE HA ROTO"

La montaña a un lado, nosotros al otro en el rail y un agujero en medio.

Claro.

Mi fulgurante capacidad de adelantarme a ocho posibles finales jugó en mi contra. Vi los periódicos del día siguiente. "Fatal accidente en Parque Warner..."

Y traté de advertir a los demás.

Para los que no lo sabéis, la atracción tiene o tenía esa trampa, en lugar de tirarte por la montaña, deslizaba la barca en una plataforma giratoria y te lanzaba hacia un río. La caída viene al final. Esto, claro, no se ve desde abajo y yo no lo sabía por lo que viví tres segundos de tratar de gritar a todos los de la barca que allí había algo mal y que estaba rota.

Viene siendo lo que me pasa cuando veo dos idiotas en el tráfico haciendo el imbécil y chocándose después. 

No fue agradable.

Sobre todo porque los demás estaban riéndose, hablando... lo que viene siendo la gente habitualmente... ya sabéis, mientras que yo a veces parezco la científica esa de la pelí del meteorito gritando en el programa al que la llevan al inicio del film. Donde ella intenta explicar que si A luego B y todos muertos mientras el presentador se ríe y da paso a un rapero que ha roto con su novia.

En fin, de todos modos no voy nunca casi nunca a los Parques de Atracciones. (Excepto el Histórico de Toledo, que ya hemos ido 3 veces y las que nos quedan...)




Pelís y libros para el otoño.




Voy a repetir recomendaciones, pero bueno. Empezaré por Una cabaña en el bosque. Es una película de terror que tiene, de alguna forma, ciertos toques que hacen que todo el que la ha visto me diga que es muy buena. En realidad, cumple los estereotipos. Pero... la tenéis que ver. Típica historia de miedo juvenil. Pero con sus toques de humor negro.

El Hotel Encantado. Yo no sé qué me pasa con este libro pero lo he leído... más de cinco veces, sé que me gusta, pero nada más leerlo lo borro de la mente. Así que... cinco veces lo he leído y cinco veces era nuevo. Diréis, "hombre, Nelly, pues eso es mala memoria". No. Mirad, yo solo he leído una vez memorias de una geisha y puedo citaros el diálogo inicial en el que ella habla de Yoroido y su sonrisa noh

(Y ahora, disculpadme porque necesito ver si lo he escrito bien...) ¡Alucina! ¡Sale en Google y todo!

Sé que ella habla de que su hermana tenía "mucha madera" en la personalidad y ella "mucha agua"... sin haberlo leído más de una vez. Otro ejemplo: sé que en la página final de Estupor y Temblores la prota dice que recibió una nota en japonés de su ex jefa, y su última frase es algo así. También sé que en La Elegancia del Erizo la chica indica al final una serie de frases que no repetiré porque os destripo la novela. Sé que la prota de Juntos, Nada más no podía pagar la calefacción... hay libros que no he leído varias veces pero conozco los párrafos. Recuerdo de sobra el mensaje de Tumbuctú y como está escrito. Pero puedo ir más allá. Me senté a ver la pelí de Narnia (la del viajero, la del barco) y me vino todo el libro (texto) a la cabeza porque ¿quién se ha parado a pensar en las pesadillas?... La página del libro me vino a la mente y es que casi podía hasta "tocarla".

-¡Yo conozco esta historia!

Pues claro. Podía citar el inicio de aquel libro... que solo leí una vez y esta en la biblioteca de mi cole: ellos tenían la suerte de que su mundo era real... 

Una página leída hace veinte años. De uno de los cien mil libros que me leí. 

Así que es, cuanto menos, curioso... no ser capaz de concretar de qué va El Hotel Encantado. Pese a leerlo cada dos años.

Y aquí viene lo bueno: cada vez que lo leo me encanta.

Es como leer una y otra vez tu historia policíaca o de misterio favorita... es más, lo voy a empezar esta noche otra vez. Total... ¡se me va a olvidar en cuanto lo acabe!

Os lo recomiendo por eso. 

Si os va la sentimental, Yo antes de ti. El libro es bueno pero la película... aunque solo la vi dos veces porque no quiero sufrir más. Hay diferencias entre las dos obras pero han captado muy bien la esencia de los personajes y el casting de la película se merece un premio. Mirad, ella para mí era una actriz desconocida pero le tomé tanta simpatía nada más verla (rara, no encaja, guapa pero extraña, amable, sobre todo amable, con ganas de trabajar....y no tiene ni idea de muchas cosas) y él. 

En la novela, el padre tiene una amante. En la película, no. Pero es muy interesante porque ambas opciones os van a gustar. En el libro, creo que eso explica su ausencia, la noche en que ella no sabe que hacer. Por otro lado, madre e hijo en el libro se llevan peor. Pero en la película hay una escena tan buena en el aeropuerto (sin palabras) que de verdad se merecen un Oscar las dos actrices.

El mensaje del libro es, para mí, "No puedes cambiar a la gente" "¿Y entonces qué puedo hacer?" "Amarla".

Yo opinaba lo que ella, hasta ese instante. Todo el esfuerzo de ella. La escena que le monta en la playa lo suscribo al cien por cien. Habría usado los mismos argumentos... en fin. Igual debería verla de nuevo. Es una gran historia.

Entiendo que tuviera tanto éxito.

Y encima... es de esas en las que todos tienen razón.

El Hobbit, no es que sea muy otoñal... pero merece mucho la pena leerlo, así como ver La Comunidad del Anillo. A ser posible en inglés. 

Yo he retomado Las propiedades de la sed, pero no sé si va a gustarme. Puedo saltar en cualquier momento a los cuentos de Truman Capote que me compré. O releer Frankestein.

Hace unos años me di un capricho literario y me compré una edición de lujo con grabados y de un tamaño gigantesco de la obra de Mary Shelley.  Fijaos, he ido a buscarlo a la estantería y lo he abierto por una página al azar. Leo:

"-¡Fuera, no pienso escucharte ni un minuto más! No puede haber entendimiento entre tú y yo; somos enemigos. Márchate, o si no, midamos nuestras fuerzas en la lucha hasta que uno de los dos caiga.

-¿Cómo puedo moverte a la compasión?"

Me imagino a la autora escribiendo ese texto... ¿no os dan ganas de leer más? ¿Qué clase de relación tienes esos personajes? Cómo puedo moverte a la compasión...

Hum.

Recuerdo el final.

Es lo malo de ese libro. No, tranquilos, no os lo voy a contar. Sé que la obra es narrada. Es alguien contándosela a un capitán de barco. Recuerdo el final y... a lo mejor por eso no vuelvo a leerla. ¡O bueno, venga! ¡Esa también!

Y hoy, antes de dormir, El diario de Adan y Eva, de Mark Twain.

Felices Lecturas. 


Coso

 Salgo de la oficina. Monto en el coche y me dirijo a mi casa, nada más tomar la curva del radar, donde suelen poner: "CONTROL DE VELOCIDAD A 100KM/H" o algo así, leo:

"ACCIDENTE (DIBUJO TRÁFICO LENTO)... KM14..."

Freno.

"¿¿¿Otra vez???" pienso.

Rememoro lo que me pasó al llegar a la oficina. Oí a dos jefes dicendo:

-Es increíble lo de esta carretera... Ayer era tremendo el tráfico. Y otra vez accidente...

-Es que es todos los días...

Sumado a un compañero que casualmente me dijo que el tráfico de ayer no era ni medio normal...

Y, de nuevo, anuncio de accidente en el regreso. 

Me eché al derecho.

Y miré dónde estaba.

"¿¿Ya estoy casi en el paso elevado??" "Pero... ¿cómo?"

Ah, claro. Es que el atasco de ayer empezó en el radar.

Es curioso que el accidente había sido en la misma salida, como ayer. En el mismo punto. 

Parada observo los coches. Hoy casi nadie se cambia de carril. Cuando algunos lo hacen al pie del paso elevado, el central se colapsa. 

"Es curioso... los del central que están más atrás... seguro que no saben por qué se paran"

Entonces dos enormes autobuses verdes pasan por la vía de servicio. Esa vía da a la 607. Es decir, mi carril deja la 607 para ir a la M40 -por un paso elevado-, pero ese paso se bifurca en dos direcciones. A su vez, una vía de servicio entra en la 607 por el mismo punto. Y allí hay una parada de bus. 

"Mira lo que vas a ver ahora" le dije a mi yo interior.

Un enorme bus cruza en diagonal el atasco. 

Asustada, pienso en los coches del carril izquierdo que van más o menos rápido. Mi carril está parado por el accidente. Toda la salida está colapsada. El bus cruza. En diagonal.

"Increíble".

Lo ha conseguido. 

Avanzo en segunda. Dos coches de la vía de servicio piden paso. Otro como el mío en azul va detrás y pide paso. Todos piden paso.

Freno.

"Tomad.. ¡¡espacio!! ¡¡Espacio para todos!!"

Los conductores lo notan. 

Un coche pasa de la vía de servicio a mi carril. Otro pasa de la 607 a mi carril. Otro me mira y pone el intermitente. Pero va más rápido... casi parados los dos, por mera inercia me sobrepasa y sobrepasa al siguiente.

"Lo siento, si te pones ahí, estás pidiendo paso al que va delante. Y lo entiendo porque me has visto ceder a dos y... "

Es mera inercia. 

"Es un día espléndido. Por mí podéis pasar... vamos a pasar todos, armoniosamente".

Y entonces ocurre algo. Y se lo digo también a mi yo interior.

Ocurre una cosa si, en medio del estrés, tú das... y es que tres coches... fueron a por el mismo espacio. Uno que salía de la de servicio y otro  que quería entrar en el paso elevado. Al frenar yo, tenían hueco y fueron los dos a por el mismo.

"Uuuuuuy" pensé. "¿Ves? A veces cuando eres buena persona... lo que provocas no es algo beneficioso", le dije a mi yo interior. Ese era un claro ejemplo. Sí, los conductores necesitaban espacio... pero ¿qué pasa si lo das? Pues que les hace tanta falta que... ¿y si llegan a chocarse, eh?

Sin palabras, mi yo interior, pregunta: "¿Por qué no te estresas?"

Es más una sensación, una... cuestión interior. ¿Por qué estás dando el espacio?

"Bueno... es que hace un día precioso" respondo. 

El cielo es azul, hay  nubes blancas, la temperatura es perfecta. Y aún a 30 por hora... avanzamos. 

Observo el accidente en el mismo punto que ayer y esquivo los restos. Una pareja de guardia civiles toman nota. Accedo al puente elevado pensando: "¿Por qué siempre en el mismo punto?"

¿Qué incidencia tiene esa carretera? He oído que es mala, peligrosa pero... bueno, no sé.

Nada más subir el paso elevado, el camino se despeja.

"Pues sigue haciendo un día estupendo", subo la música.

Todo es música.

La música es la carretera, la carretera se desliza, el coche, la música, la carretera son todo lo mismo.

Y entonces... ocurre.

"¿Quieres jugar?"

¡Eso es Coso!

El que adivina cartas, el que dice números de lotería, ¡el que me dice cosas imposibles de saber! El que no habla, ¡puñetas! no consigo saber ni qué es ni cómo funciona.. 

Funciona cuando el coche, la música y el mundo y tú se convierten en un todo.

Pienso:

"-¡¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!"

Mentalmente.

Y bajando el paso elevado subo la música y entonces...

"OH, CIELOS"

No puedo creerlo.

Allí, sobre los tres carriles despejados, (bueno, no del todo, un derivado de turismo con la caja al descubierto iba a mi lado y no sabéis la guerra que me dio rebasarlo...) pero nada más pasar ese "camión raro de caja trasera abierta llena de cachivaches" veo sobre el carril central un espectáculo de la naturaleza.

"¿¿¿QUÉ ES ESO????"

El animal gira, requiebra y sobrevuela el carril. Voy directa hacia él.

¡¡¡Pero qué!!!

Baja. Baja de altura. 

Baja tanto que su tamaño se vuelve inmenso.

"¿¿¿¿PERO QUÉ???"

Mi coche se sale de las fronteras del carril. De la emoción, pues quiero verlo.

"Alas en punta que parecen dedos. Cinco o seis plumas... en punta. Es un águila. ¡Es un águila libre!"

A ojo... diría metro y medio de envergadura de punta a punta. Es casi tan grande como el coche.

¡¡No  puedo creerlo!!

Es un águila, sin duda.

Un águila enorme. 

Requiebra sobre el vehículo, ¡estoy pasando por debajo de ella!. No hay tráfico, si el coche se desvía un poco da lo mismo... El animal da la vuelta y gira más bajo sobre mi carril.

"Alas marrones con manchas blancas, alas marrones con manchas blancas...!!! ¡Es un águila! Pero, ¿qué águila?", pregunto a Coso.

Coso contesta: "No lo sé" aunque suena más a "en mi idioma las águilas no tiene nombre". Lo que sí sugiere es que me quede con el dato y busque al llegar a casa... 

Cosa que hago, tras esquivar dos coches que casi se dan entre sí en la ciudad.

Llego a casa, abro la wikipedia... y si no fuera porque la garras le colgaban y estaba más cerca que la de la foto... pues lo que ha sobrevolado mi precioso coche es este animal y no sabéis lo maravilloso y bonito que ha sido verlo, volando sobre mi cabeza y trazando... requiebros... Yo no sé qué podía estar buscando tan abajo en una autovía... o carretera. ¡Pero ha sido preciosísimo!

¡¡He visto un águila calzada!! ¡ENORME! 

Y es que cuando Coso aparece, pues pasan "cosas"...

Fin. 



En el que hay muchos accidentes.

 Hoy he salido de casa muy rápido. Me refiero a que conducía muy rápido. Y al llegar a la M-40...

-¡Cielos!

Una marea de coches. Muchos. Muchisísimos.

-¡Pero es temprano! ¿Dónde vais tan temprano?

Desciendo el carril de incorporación. Veo un coche blanco por la M40 que pone el intermitente porque se dirige a la salida por la que yo voy a entrar. Freno.

Me supongo que el del coche blanco igual se sorprende un poco pero entiende que su velocidad es más alta que la del coche en el que voy. Así que me sobrepasa. Bien. Ahora tengo un montóoon de espacio y a lo lejos un camión.

Me incorporo.

A 70.

Miro el central.

Despejado (si estáis esperando que pase algo malo... no va a ocurrir)

Miro el izquierdo... todos a toda pastilla.

"Coso... ¿qué hacemos? ¿Me paso al central?"

Coso está a otras Cosas y a estas no me contesta.

Vuelvo a mirar. Parece seguro. ¡Venga, va!

Intermitente, al central.

Acelero. 

80... 90 km/h... 100 km....

Acelero, acelero... ¡¡¡ay acelero!!!

"Espera, ¿por qué acelero?" ¿¿Para ir pegada a aquellos que van frenando??

Uy, no.

Dejo de acelerar.

Llego a la subida de la cuesta. Varias furgos de reparto como locas por el izquierdo. Un camión. Y un camión que adelanta otro camión.

"Uy qué mal rollito..." pienso.

Decelero.

El camión y el otro camión se importunan mutuamente. 

Alzo las cejas.

"Hombre, no sé... " pienso para mis adentros, "¿qué harías tú en su lugar? Quieras que no... el de menos tonelaje desea adelantar al otro..."

Empieza la bajada.

"Debería irme al derecho".

¿Sí... no? ¿sí... no? ¿¿qué hago??

Claro, si piso a fondo adelanto al camión pero el subidón de adrenalina no merece la pena. Ok. Mirada al derecho. Va otro coche. Intermitente.

"A ver si lo pilla..." Refunfuño. 

Ainssss, corchopan (***corchopan!!: me enfado pero no demasiado) "Venga, hijo/hija... que quiero ir al derecho...".

Avanza y me coloco detrás.

Me pongo a 90.

"A ese camión no lo pillas..." pienso, "va a cien... o a más de cien. Es de los rápidos, no de los lentos. Francamente, no sé por qué el de menos tonelaje intentó adelantarlo. Si va a toda velocidad... "

El coche blanco que iba conmigo en paralelo da el intermitente y pasa al central.

"¿¿En serio?? Después de tirarte en paralelo un minuto a mi lado ahora resulta que te molesta el camión?"

"Vale, vale... ¿cómo era esto? No juzgar a los demás"

Respiro hondo.

Curva con cambio de rasante.

Y ahí esta... la incorporación de la 607.

Miro el retrovisor, ya que lo que voy a hacer requiere medir la distancia con el de atrás. Pongo el intermitente. 

Todo lo que baje delante, tiene preferencia.

Y es así. Yo voy en el carril de la preferencia pero me da igual. Si tu coche sobrepasa el mío... tú mismo, te voy a ceder el paso. Ahora, por esa lógica, los que están detrás... cortesía.

Bien pues... si tú mantienes posición, y velocidad, te entienden.

Es uno de los momentos favoritos de mi viaje. Que el de atrás me entienda.

"Me voy a incorporar... sí. Ahora, necesito un campo de fútbol para intentarlo, jajajajajja".

Miro varias veces atrás. No viene nadie.

Me pregunto si tiene que ver con lo que le pedí a Coso bajando la curva. Porque el agujero abismal de tráfico es... cuanto menos curioso.

-Eeeehhhh.... -esto lo digo en voz alta-, a ver, ¿no hay nadie, no?

Un montón de vacío me observa y a lo lejos dos coches, lejísimos.

"Ah, bueno, pues dale"

Cambio al carril de la 607.

Se me cruza un coche delante.

"Bueno..."

Se me pone un BMW detrás.

Fruncimiento de ceño.

Yo tengo cierta opinión sobre los BMWs pero no os va a gustar... así que me la guardo. Y no es por el coche, no, es por quién lo conduce, generalmente. BMW + Menor con gafas = malo.

Gafas de sol. 

Miro por el retrovisor. 

"Ancha es Castilla... " pienso.

El carril se divide en dos. Me adelanta por el izquierdo.

"Tú mismo..."

Frena a pocos metros.

Fruncimiento de ceño.

"No voy a opinar... no voy a opinar, no voy a opinar" pienso, "dije que no opinaría..."

No opino.

Incorporación con curva peligrosa porque se acaba el carril izquierdo a dos metros de acabarse la propia carretera. Al que hizo el trazado, (ey, ¿no fue el padre de un amigo de la infancia?) habría que decirle algunas cosillas sobre lo que pasa en esa incorporación.

Mantengo posición en el derecho. En cuanto puedo paso al central de la 607. En el que voy ahora hay muchas salidas y obstáculos, mejor dejarlo libre. 

Avanzo, avanzo, avanzo... Radar.

Avanzo, avanzo... Línea de coches con luces rojas completamente parados.

"¡Alerta! ¡Alerta!"

Frenazo.

Pánico.

Resulta ser un carril de salida colapsado.

Mi corazón: Pom-POMPOM-pom...

"Ah..." miro la carretera, "¿esto se pone así a esta hora? Qué raro... Esto es nuevo".

Avanzo, prudente.

A la altura de El Goloso empiezo a ponerme nerviosa.

El de atrás va demasiado cerca.

Es simplemente, eso. Que me noto molestando.

Miro al derecho. Van lentos.

"Bueno, mira, ¿y qué? Yo no pienso pasar por el segundo radar a semejante velocidad. Me estreso".

Intermitente.

Me echo al derecho. Al poco, el de atrás me adelanta. Pero tarda en hacerlo, en realidad, ambos íbamos a 100 km/hora aproximadamente, lo que es la velocidad máxima de la vía. 

"¿Lo ves? Le molestaba..."

Segundo radar.

Este me encanta. Es totalmente absurdo pero nos obliga a frenar de lo lindo. Así que frenazo, frenazo, frenazos... Como siempre, miro atrás por si acaso y cuando paso por delante del radar, voy cantando.

Aceleras, curva, curva, camión... y por fin mi salida.

Aparco. 

"Si esto va a ser así cada día tendremos que salir antes", me digo.

El regreso

Tras una hora de retraso en la llegada (que yo no pillé, yo salgo tempranísimo) por un accidente en la M40, subo al coche y me digo: "Anda, tranquila, que el accidente es en el otro sentido".

Salgo a la 607.

Tráfico fluido.

Acelero. Carril central, acelero, acelero... pongo música. 

"Uy" la música es rara. 

Es rara en el sentido de música de los 80 pero me está transmitiendo algo muy raro.

"Y sigue y sigue y sigue y aguanta"

Miro la radio con extrañeza.

"Es como... es como... si estuviera en algo incómodo pero... no por ello pararas"

Tomo la curva hacia el primer radar y veo UNA PARED DE COCHES DETENIDOS.

"¡¡ALARMA!!"

¡Cuatro Warnings! ¡Cuatro Warnigns, YA!!!!

Freno y pongo las luces de emergencia. No por mí. Vamos a cien. Todos.

Miro atrás.

"¡Mírame, date cuenta!"

El de atrás frenazo.

Yo, frenazo.

"Deja distancia".

Suena fatal esto. Deja distancia... con el de delante... ya sabéis por qué.

"Si no nos ven..."

Miro atrás.

El de delante, ya todos parados, pone los warning.

"¿¿¿EN SERIO, AHORA????"

Pero bueno, ¿qué pasa? ¿¿¿¿Es que no vivís dos segundos en el futuro, como yo???

Ahora la música  tiene sentido.

"Bueno..."

Paso el radar de cien... a treinta.

"Podría mirar dónde se ubica..." Cotilleo al pasar y no veo nada.

"¿¿¿Dónde está el radar??? ¿Y si no está? ¿Te imaginas que no está y frenamos todos como ****..."

Coso tiene mejores cosas que hacer que responderme.

Hora y media de atasco.

Hace calor.

Los coches hacen zig-zag.

Fruncimiento de ceño.

"¿Sabes?" pienso, "esos movimientos en zig-zag no ayudan. Apuesto a que si me dedicara a regular el movimiento del tráfico como un conjunto... yendo todos a treinta y sin tanto zig-zag, se despejaba antes la vía".

Mi "yo interior" tampoco contesta.

Un puente.

Otro puente.

Me echó al derecho.

Sí, es el más lento de todos los carriles, pero a diferencia de mis congéneres... la sola idea de meter las ruedas con calzador a dos metros de la salida del paso elevado me estresa.

Por cierto, un coche lo hace y colapsa el central. Pero eso fue dos horas después.

En la peor de las incorporaciones veo un coche con el capot levantado. El conductor inspecciona el motor.

"¿Era eso?"

A menos de un kilómetro otro coche está contra el quitamiedos.

"¿¿?? Espero que esté bien"

Me asusto solo de pensarlo.

Tomo el paso elevado. Ni un solo coche tras este.

"No sé..." pienso, "creo que sigue siendo un problema de orden", le digo a mi yo interior.

Que tampoco contesta.

Llego a la M40.

Dos furgos me adelantan.

Frenan cuando  se ponen en paralelo con un camión.

"Creo que voy muy deprisa" me digo. 

Casi a la altura de lo que llamo "el falso puente" (yo no sé nombres de calles) estoy circulando por el central y tengo detrás una furgoneta. Me va pisando los talones.

"Bien, mira" pienso, "yo sé que tienes mucha prisa pero ahora mismo en esa curva te puedes encontrar mil coches parados y yo no sé tú... pero yo no pienso llegar a ella a ciento diez..."

Freno.

La furgo marca el cambio de carril. Se pasa al izquierdo y automáticamente vuelve a pegarse al siguiente coche.

"¿¿??"

Da igual la velocidad, lo que no respeta es la distancia.

Llego a la curva y frenazos. Como no...

Freno, no por mí, porque lo vea el de atrás antes del cambio de rasante. Ok, lo ha visto.

Marco intermitente al derecho. Un BMW blanco me ve...

.... y no frena.

"A ver, cómo te lo explico...."

-¿Tú me has visto, verdad, corazón? -digo en alta voz.

En realidad, vosotros no veríais peligro en esto, pero es que... sé que va más rápido que yo.

Personalmente, no apuraría las distancias.

Sigo cambiándome de carril.

... y sigo...

En lo que parece una eternidad.

El BMW se desliza al central. Me rebasa.

"Joven con gafas oscuras y gorra".

Pasa raudo al izquierdo.

De ahí.. hace zig-zag.

-¡Di que sí, hombre! ¡No es bastante difícil esto, que encima zizagueamos!

"Espera, dije que no me iba a enfadar".

Llega mi salida. Salgo. 

Llego a casa.

Necesito unas vacaciones en un crucero bajo un cielo estrellado.. viendo delfines y ballenas y sin pensar en la M40... ¡Jajajajaj!






En el que tengo un dilema moral.

 Esta entrada va a ser un poco larga y un poco densa... y quizás os parezca un poco absurda.

Mirad, yo trabajo en grupo. Aleatoriamente, llegó hasta mí la frase (cuando estaba en otro dilema): "Un buen trabajo en Equipo consiste en que hagas muy bien tu labor, tú sola". No era exactamente así. Pero yo la traduje así... y me liberó de mucha confusión porque me estaba volviendo loca.

En mi grupo, y en muchos, supongo, ocurre lo siguiente:

-¡Esto está MAL! ¿Quién hizo Esto? Lo hizo XXX (se da nombre, acusatorio) y...

Vale, ante esto... XXX pues salta, como es normal.

Mientras yo contemplo esto con creciente terror, me ocurre que, ante la situación "Esto está mal", lo que primero me viene a la mente, lo primerísimo, es:

¿Cómo se resuelve?

¿Se ha resuelto?

¿Tiene solución?

¿Qué debemos hacer?

Ninguna de esas cuestiones tiene que ver con la causa. Cuando una situación está mal... y no me refiero al tráfico, precisamente, me refiero al trabajo... Lo primero es resolverlo. Imaginad que me llega un cliente que se le ha roto una bolsa, porque resulta, sí, vale, que mi compañero le ha dado una bolsa de "bolsas rotas para tirar". Bien, lo primero es el señor/señora. O, en este caso, la tarea. Luego sí, mucho después, dile si quieres al compi: "Ojo con esas bolsas" o, aún mejor... ¿Las bolsas están en un lugar en el que provocan confusión? Es decir, ¿deben estar ahí esas bolsas?

¿Me entendéis?

No entiendo esas reuniones donde se dan diez minutos de miraditas cuyo objetivo final es qué bien trabajo yo y qué mal lo hacéis los demás. ¿¿¿???? Pues, sinceramente, si trabajas en un Equipo y los demás lo hacen mal.. ¡cielos, tenemos un problema! Imaginad el Titanic. Yo si nos reunimos todos y se escucha:

-Hay un problema en el timón, he mandado XX para arreglarlo.

-Mientras yo preparo la comida...

-Estupendo, ¡dejadme entonces el ajuste de las máquinas!

Me tranquilizo.

Pero si estoy en una reunión y empiezo a oír:

-¡El timonel lo hizo mal! 

-Tú calla... ¡que el otro día rompiste una máquina!

-¡Al menos yo sé dónde está babor y estribor!

Chic@s... ¿¿se va a hundir el barco??

Me entra pánico.

Bien, pensé: "ignora esta parte".

¿Y sabéis qué ocurrió?

Yo enarbolé mi bandera de: Tú haz tu parcela.

Pensé: Tengo un jardín y voy a limpiarlo. Debe quedar bonito, para los demás y para mí. Para la Entidad llamada Empresa.

Bien pues, lo que ocurrió es que -ojiplática-, contemplé dos veces esta semana como la bronca... se trasladaba a mi mesa.

Físicamente.

Las dos partes enfrentadas venían a mi presencia física a discutir.

Cielo Santo.

La primera vez, no tomé parte. Afortunadamente, me distrajo un supervisor y casi que me escudé en él porque necesitaba ayuda. La segunda vez, en la que la persona vino a imponerme su postura en la discusión, la callé con argumentos. Se enfadó, la otra parte también vino a mi mesa. Y al final... no resolvimos nada.

Yo le dije:

-Mira, tú trabaja como creas que tienes que trabajar....

Cuando dijo algo que me indicó el corazón del problema.

-¡Yo no tengo porqué arrastrar los errores de los demás!

Dijo, en un Equipo del que más o menos formo parte desde hace diez años, y acaba de llegar y... ¿os digo una cosa? Esos errores son endémicos. Son tan endémicos como que en la entrada a la 607 de cada veinte coches -más o menos-, uno se va a querer incorporar sin carril. Ya está. 

No tiene solución.

¿Para qué gritar? (es mi postura) ¿Para qué enfadarse? (soy una blanda) Soluciónalo. Pide que recuperen el archivo, haz copias en el Escritorio para tener siempre a salvo el archivo en local. Pero... si piensas que no va a pasar más veces... te equivocas.

Lo que me afecta a mí mucho es que otros se enfaden.

Una vez un trabajador se cruzó dos módulos para venir a desproticar a mi mesa. Yo le miré espantada. Y un compañero que mide bastante más que yo se giró y le dijo:

-¿Me puedes explicar por qué vienes aquí a contar eso?

El trabajador, frenando en seco el discurso, soltó:

-¡Pues porque a Eva es a la única que le importa!

O similar.

Esto, para empezar es mentira. ¡Jajajaja! A mí me importa que estés bien y seas feliz, pero lo que me cuenta no tengo como solucionarlo y me está causando un problema por ello.

No diferencio, digamos, las emociones de otro de las mías. Sé que suena terrible, pero es que físicamente las siento. Así que... ¿a quién le gusta ir por ahí sintiéndolo todo? No logro poner una barrera.

El sábado por la mañana estaba de un humor de perros.

Y me fui de compras.

Me puse los cascos, mi música. Me dije: "Anda, vete a comprar, ya verás como te animas. Además, necesitas cosas y últimamente sabes lo que quieres y lo compras y te funciona de maravilla".

Salí de casa con los cascos, y mi música, refunfuñando. Mentalmente.

Me puse en la parada. En orden. Había cola.

Empecé a oler a humo.

"Genial... a respirar tabaco", estaba muy enfadada.

Miré a un lado, miré a otro, me moví de sitio. Seguía dándole vueltas al problema del día anterior, que no era nada, todos me dicen "Eva, esto no es importante", porque, claro, llámalo ser PAS o lo que quieras... todo es muy "intenso". Sigo con mi música y de repente...

Un señor se pone a hablarme.

Le miro.

"Oiga, ¿usted no ve que llevo cascos?" Porque son bien grandes. Si pudiera, llevaría una burbuja entera. 

Sigue hablando.

Está bien.

Me quito los cascos:

-Perdone, ¿¿qué???

El señor pide dinero para tomar un autobús.

Me enseña una mano con dos relucientes monedas (eso brilla demasiado) y me dice, con su cara de ancianito jubilado, que necesita dinero para tomar un bus.

Lo que él no sabe es que mi diálogo mental en ese momento era: "¿¿por qué a mí?? ¿¿por qué a mí?? ¿¿¿Por qué tienen que venir precisamente a mí los compañeros a contarme sus historias y discutir??? ¿¿por qué siempre a mí??"

Y entonces... me interrumpió.

A pedirme dinero. 

Bien. 

-Es que lo necesito para tomar un bus...

((es mentira))

Repasé al señor en tres segundos de cabeza a pies. No lleva abrigo. No está lejos de casa. Aquí hay algo más que no me cuenta. No te dice toda la verdad.

Sostuve la mirada del señor. 

Y aquello no era normal.

Diréis, ¿normal por qué, Nelly? Mirad, no me pasa mucho pero desde que practico budismo y no me pasa mucho, realmente me ha pasado solo una vez antes... a veces... No sé cómo explicaros esto. Llámalo pruebas llámalo ... no sé ni cómo llamarlo. Sólo me pasó una vez... y fue tan asombroso, fue... un desenlace tan increíble que se me cayeron las lágrimas.

Son momentos en los que piensas que hay algo más.

"Está mintiendo. Jobar".

-No llevo nada -contesté.

El señor se fue.

Manos a la espalda, jersey azul. Pelo blanco. Bien aseado. Cabizbajo.

"¿Por qué no lleva abrigo?" pensé.

"Es mentira, está mintiendo. Lo querrá para beber", pensé.

Estiré la cabeza. ¿De verdad iba a una parada de bus? Os diré algo... no me importa pagarle el billete de bus, si iba al bus. Pero... ¿de verdad iba al bus?

Me empecé a sentir fatal.

"Mi compi dijo esta semana que si alguien necesita ayuda, que des por sentado que la necesita".

Ha sido una semana de muchos enfados porque piden ayuda pero buscan otra cosa.

Es un dilema moral.

Sentada en el bus... sigo dándole vueltas. Un día después, sigo dándole vueltas. Solo se me pasa un poco cuando, meditando (porque luego medité un montón) tuve la certeza de "El señor está bien y le han ayudado". 

Vale, y ahora os hago otra pregunta:

¿Por qué de una fila de 9 personas se dirigió SOLO a la chica de los enormes cascos que CLARAMENTE no le iba a oír cuando le hablara?

¿Me podéis explicar por qué se fue sin pedirle dinero A NADIE más de la fila? Siguió su camino, y no paró a nadie más. A nadie. Había cinco marquesinas más con gente esperando... No se dirigió a ninguna.

Yo tampoco lo sé.

Sinceramente, siento que he fallado en algo. Pero es que no le creí. 

Y estoy harta. 

"Si mienten, es su problema", dijo mi compañero.

Si les ayudas no lo valoran. Confunden bondad con ser tonto. 

Todo lo que pasó en esa marquesina es fruto de una semana de mentiras. De luchas de egos. 

Ains... ¿Cómo hará mi compi en estos casos? 

Igual es una tontería. 

Luego iba en el bus reflexionando: Si tú no has ayudado porque tu semana da lugar a que no ayudes... es de suponer que todo eso que ha ocurrido en la semana (el cómo actúan otros / las situaciones) a su vez son causa de personas que también han sufrido o sufren, ¿correcto?

(Así es)

"Vale, pues... ¿qué pasa si nadie lo para?"

Pensé: "Yo no le he dado... no le he dado porque la gente tiene mucho morro y miente... así que yo he mentido. Porque, claro, el mundo es así...Ahora él se va con esa idea, imagínate, y al siguiente que le dice algo no le contesta, porque es lo mismo que ha sufrido él... tienes un círculo" le digo a mi yo interior. 

(El Mundo)

"Pues habrá que pararse y no hacer que siga esa dinámica"

Me parece imposible, pienso, mirando los coches por la autovía.

(todos los días ocurre)

Frunzo el ceño.

"Son actos pequeños, ¿verdad?"

Los coches siguen circulando a toda velocidad.

Me pregunto si hay más actos malos o actos buenos en el Mundo.

Pero, ¡vaya, qué absurdo! De ganar los actos malos... no habría mundo. Si todo el mundo fuera por ahí enfadado, con miedo, atacando a otros, etc... no habría mundo. 

"Así que" pensé, "los humanos saben parar y responder correctamente".

Hum.

Bueno, al menos queda esa esperanza. ¡jajajajaj! 

 

Misterio Cozy (con spoilers) ¡Espoiiileeerssss!!!

 

Desde que cambié el orden de la novela y estoy en la parte inicial, me engancho mucho al texto. Me refiero a que, por ejemplo, me siento a mirar la agenda y tomar un café y entonces veo una palabra, una frase... y sigo.

Sigo, corrijo,... detallo a los personajes. Mucho.

Y no dejo de pensar en La Caja Lista. No dejo de pensar en que sonó una alarma en medio de un tren, a Berlín, y ninguno de los detectives pensamos en el anacronismo. No. Estábamos tan metidos en el misterio que ver un logotipo que no podía existir en esa época nos dio igual. Sí, yo me acerqué al que era y le dije: "Es usted un impostor", y contestó: Y usted una impertinente. ¡Jajajajajaja!

Socorro.. ¡socorro!

Vaya detective. Podría señalar al asesino y salir corriendo... 

En el otro misterio, de magia, me acerqué a una profesora y le pregunté una cosa y dijo:

-Pero... (cara de sorpresa, pero real), ¿cómo... cómo... ?

Me adelantaba al siguiente acto.

-¿Quién gana qué con el robo de la piedra? ¿Quién la robo antes? ¿Fue la noche en que murió su hijo? ¿Qué relaciona a su hijo con la piedra? ¿Con quién salía su hijo entonces?

Los demás preguntaban: ¿Dónde estabas cuando sonó el reloj?

Ay, detectives amateurs.

Son las relaciones entre personajes las que te van a dar la clave del misterio.

Y también que, en otra de las obras, un mayordomo hable con un vocabulario harto extenso...

-Usted es el héroe. Usted es al que todos buscan.

(Primer acto. El actor me mira)

Esta vez ya soy experta, sostengo la mirada. Qué divertido.

-¿Por qué? Solo me he presentado -responde el actor.

Ayyyyy, solo me he presentado. ¿Usted se ha visto?... ¿Me podría explicar por qué tiene un aspecto tan comedido pero habla de modo mil veces más refinado, por no hablar de que está a la sombra de un Duque,... y sé que tiene grandes convicciones morales?

No sé. Igual es el color del abrigo. 

-Usted es el héroe. Lo sé. No sé por qué lo sé, pero... lo sé. 

(valor moral)

¡Jajajajaj!

Y ahora vamos con You.

(No sigas leyendo)

Si te digo que la historia va de una persona obsesiva que tiene problemas con el amor, y ves que persigue una chica, y entonces ves que en el sótano tiene una jaula de cristal en forma de gran caja. ¿Cómo es posible que penséis que el objeto de su amor va a terminar en un sitio diferente?

En cuanto sale la caja, la historia de You es: Como pasar A (Beck) de donde está, a la Caja. Porque va a terminar en la caja. Eso se ve en el capítulo 1. Y claro que disfrutas de los otros 8.. 10..., porque te ríes, porque cuando se da el golpe en la carretera empiezas a sentir que es "como patético" y no sabes si quieres que gane o que pierda. El gran logro de la serie es que empatizas con un... loco (por decirlo suave).

Pero la tranquilidad de conocer el final la tienes desde que ves la jaula del sótano.

Pensaréis que, con todo esto,... igual yo debería escribir buenos libros. No tiene porqué. Que yo destripe argumentos no significa que sea capaz de recrearlos. Eso es algo bien diferente. Por ejemplo, en Middlesex el autor me habla de un personaje conduciendo un coche y... de pronto la escena se vuelve de fantasía. Dos veces la tuve que leer y fue al avanzar donde te enteras de que había muerto. 

-¡Jajajajajaja!

Vaya manera de decírmelo. Él no te avisa, allá te apañes tú.

Eso es tratar de inteligente al lector.

La picardía (humor negro) de Roald Dahl... que el de Zig Zag pusiera una escena que yo no me habría atrevido a escribir en la vida (¿está permitido hacer eso?) o que el de Middlesex pusiera eso de "sintió alivio y pena a la vez", indicando que había ocurrido lo que más terror le daba (la muerte de su esposo) y sintió alivio porque de ahora en adelante ya no tendría que estar asustada por eso. Saber que cuando ocurre lo peor (lo que más temes) te da cierto alivio... en fin, yo lo sé por algo que me pasó una vez pero verlo escrito en un libro... 

No sé.

Eso... son méritos del escritor. Sí, yo sé que si un personaje busca una fotografía que todo el mundo busca, un buen cierre es que esa foto esté en su casa... Sé que el elemento del cierre está en el inicio de la historia. Te lo van a mostrar para que creas que tiene coherencia interna. Sé que cuando un personaje es un héroe en ocasiones aparece arreglando cosas (un coche, una moto, un...). Sé que si en La La Land los personajes están juntos en el segundo acto (oh, cielos, me di cuenta en el cine),... no lo van a estar en el final. Y es verdad. 

No me parecen cosas difíciles.

Con eso escribes... pero no te hace ser magistral. Aunque, todo se puede pulir... ¡Jajajaja!

¡Saludos!





Series que sí, series que no... y su porqué (sin spoilers)

 No soy muy fan de las series porque... me crean ansiedad. No una ansiedad insoportable, pero viene siendo el equivalente a ponerse a comer Doritos. Por suerte, me da "tanta pereza" empezar alguna que no suelo tener problemas con esto, dado que son malísimas... ¡Jajajajaja! Vale, quizás exagero un poquito.

En realidad, hay series muy buenas: Loki, House, Wandavision... pero no me gusta nada Stranger Things, ni esa de Dark, por la que todo el universo se volvió loco. Yo pasé capítulos y capítulos en avance rápido. Por eso os digo que... no me hagáis mucho caso. Esto que sigue es mi opinión y solo mi opinión. Es como los sabores de helado... seguro que a todos os gusta el sabor a Oreo, o a vainilla... Allá voy:

Solo la primera temporada - You.

Sólo con la imagen ya sería suficiente no alegar nada más (chico/chica/libros/misterio). Pero es que, además, me reí mucho con ella. Y no genera ninguna ansiedad cuando, apenas empezada, ya sabes el final. Davidel, un lector del blog, se molestó bastante cuando la serie avanzó... Mirad, a mí me empezó a gustar cuando él habla de sentirse decepcionado (capítulo 1, cinco primeros minutos)  y luego es que eran todo libros... Y Beck también me gustaba mucho. Es un poco "Ripley". Nunca había seguido a un "malo" y es tan patoso a veces que... Bueno, un desastre. Pero con libros.

Ojo, la dos nada más aparecer el personaje femenino me cayó fatal y ... la tres no vi ni medio capítulo. Siento decirlo pero, ¿por qué no dejarlo solo en una temporada? Y luego.. no sé, derivar la trama por otro tipo de asuntos ilícitos... (¿Por qué no seguir con aventuras de otra índole?)

Juego de Tronos

Voy a dejar Sadman deliberadamente fuera del ranking. Pero no me preguntéis porqué. La verdad es que estaba bien... lástima que me diera de baja en Netflix... Pero bueno, vamos con esta: Juego de Tronos.


De las mejores series que he visto... salvo por un momento en el que - y vosotros lo sabéis -, piensas: "¿Sigo? Si ya, qué más da...". Puse esto en un hilo de opinión y se echaron a reír varios lectores. Sabéis de sobra qué momento es. Yo no lo he visto entero porque cierro los ojos...

Bien, esta serie merece mención especial por lo épico. No he visto nada tan épico... en años. Muchos personajes, mucha tensión... un poco "bruta" en muchas partes pero.. bueno, hasta la banda sonora del inicio es perfecta. Como todo el mundo hablaba de ella hace mil años... debo admitir que cuando empecé a verla ya conocía su final. ¿Y sabéis qué? No importa. Fijaos si es buena que es de esas cosas que merece la pena el recorrido tanto o más que el desenlace. De hecho, sí, ¡lo merece!

Que algo tenga tanto valor narrativo como para echarle horas sabiendo ya el final... y os aseguro que lo tiene, da muestra de lo buena que es.


Shogun - Primera Temporada (la dos no ha salido)

Yo leí la novela siendo muy  joven... y la serie es digna de ella. Así que, puedo decir que es la mejor de todas. A lo largo de la novela el lector ve cómo el personaje extranjero se vuelve japonés. Y la serie está hecha en japonés... lo que crea la misma atmósfera. Te sientes como el marinero y así te sentías en el libro. Durante su lectura. Es maravilloso, eso es respeto al creador. 

Y quedaros con la frase porque luego pondré "Series ni se te ocurra"....

La historia de Shogun es bastante intensa. Y la novela, al terminar, te deja sorprendida pues durante la trama una y otra vez se habla de la fragilidad de Toranaga. Eso se recoge también en la serie, así como las idas y venidas de lealtades feudales. 

Pero bueno, os recomiendo que disfrutéis de esta serie porque es buenísima. Y fiel. Bastante fiel.

Y ahora "Series ni se te ocurra".

Sólo voy a poner una aquí... y lo dije tras ver su capítulo 1 y el tiempo me dio la razón. 

Los Anillos de Poder.

No me gusta Stranger Things, no me gustó Dark, no me gusta OA, no me engancho a casi ninguna serie, y tengo poco conocimiento de ellas pero cuando encendí el televisor y vi el primer capítulo de esta tuve clara una cosa:

"¿¿Dónde está Tolkien??"

O mejor dicho:

"Esta no es la obra de Tolkien"

Podía ser Willow, podía ser... lo que tú quieras, pero no Tolkien. Y eso me cabreó muchísimo. En el minuto dos. No habían pasado ni quince minutos de metraje cuando me dije a mi misma que allí no estaba Tolkien por ningún lado. Pero, claro, no podía decirlo en Redes. La gente estaba "como loca" en Twitter con esa serie. Es más, veía propaganda de ella por todos lados. 

Intenté de verdad que me gustara.

Pero es que me parecía un insulto al autor.

"Haz otra cosa" me decía yo, a mi misma, reflexionando "... haz una serie medieval, haz una serie de elfos y magos pero... no te alces a hombros de un gran escritor y su obra, creando un producto sin alma, aprovechándote de la fama de un autor, y ofreciendo algo que no está respetando su espíritu".

Bien.. pasaron unos cuántos capítulos y entonces llegó la noticia. Los creadores de la serie decían que ellos no tenían por qué respetar la obra de Tolkien y que podían hacer lo que les diera la gana... (ojo, me contó alguien que habían dicho esto y yo miré a ese alguien con cara de: "¡Vaya!" Se destapó el pastel)

Y sin llegar a opinar lo que cierto magnate: 

"Tolkien se revuelve en su tumba", empezaba diciendo el empresario. "Hasta ahora, casi todos los personajes masculinos son cobardes, idiotas o ambas cosas. Sólo Galadriel es valiente, inteligente y agradable".

Si que os puedo decir, como lectora, y sin ser experta en el mundo de Tolkien, que ni los hobbits eran así (no sé, quizás Willow...) ni Galadriel cruzó a nado el estrecho.. jajajajajjaja Perdonad. A ver, yo no me imagino a Galadriel como el primer capítulo muestra a Galadriel.

Por todos los escritores del cosmos... ¿habéis leído El Señor de los Anillos? 

Y suma y sigue, no hay por donde pillar a Gandalf... ni la época, ni ... nada... nada coincide.

Avance rápido hasta una sola escena en la que meten muchos efectos especiales para ver algo de lo que todo el mundo habla.

Tras encogerme de hombros... avance rápido del último capítulo hasta el final.

Mi reacción:

"¡JAJAJAJAJAJAJAJA...!"

Mirad, en serio.. es que se lo cuentas a Tolkien, compendiado en una frase, y la palabra "capitalistas" seguido de un insulto se queda corta. 

Yo vengo de publicidad. Y lo que es -para mí-, esa serie... sería algo así como fabricar un coche con cartones, pegarle el logotipo de audi en el frontal, echarlo a rodar, carretera abajo... y ver cómo sale volando una rueda triangular, cómo el chasis con la lluvia se deshace y los retrovisores se despegan pues están sujetos con goma de mascar. Eso sí, lo vendo como un Audi aunque sea el coche de Pedro Pica Piedra y no importa si a todos los conductores del mundo (que hayan conducido un coche alguna vez) les parece una tomadura de pelo grande porque, resulta, me estoy dirigiendo a muchos que no saben nada de la marca.

Es muy triste.

Ahora, si a vosotros os gusta... yo no diré nada. 

Que si la polémica es porque la serie es woke... ¡Santo Cielo, ojalá fuera eso! A mí me da igual el origen o la apariencia de los elfos.. siempre que me des un guion que se sustente y no establezca relaciones completamente absurdas. En serio, es que no he querido ver más de lo que he visto porque pensé: "Llámalo Willow, llámalo serie inventada en la que aprovecho la fama de otros... llámalo como quieras... pero no uses a Tolkien. Esa serie y el escritor, no están alineados. Para mi no respeta su espíritu".

Sólo de pensar en Gandalf en los fragmentos que vi de la primera temporada me pongo de mal humor.

¡SALUDOS! 

 

 

 

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