En el que hay muchos accidentes.

 Hoy he salido de casa muy rápido. Me refiero a que conducía muy rápido. Y al llegar a la M-40...

-¡Cielos!

Una marea de coches. Muchos. Muchisísimos.

-¡Pero es temprano! ¿Dónde vais tan temprano?

Desciendo el carril de incorporación. Veo un coche blanco por la M40 que pone el intermitente porque se dirige a la salida por la que yo voy a entrar. Freno.

Me supongo que el del coche blanco igual se sorprende un poco pero entiende que su velocidad es más alta que la del coche en el que voy. Así que me sobrepasa. Bien. Ahora tengo un montóoon de espacio y a lo lejos un camión.

Me incorporo.

A 70.

Miro el central.

Despejado (si estáis esperando que pase algo malo... no va a ocurrir)

Miro el izquierdo... todos a toda pastilla.

"Coso... ¿qué hacemos? ¿Me paso al central?"

Coso está a otras Cosas y a estas no me contesta.

Vuelvo a mirar. Parece seguro. ¡Venga, va!

Intermitente, al central.

Acelero. 

80... 90 km/h... 100 km....

Acelero, acelero... ¡¡¡ay acelero!!!

"Espera, ¿por qué acelero?" ¿¿Para ir pegada a aquellos que van frenando??

Uy, no.

Dejo de acelerar.

Llego a la subida de la cuesta. Varias furgos de reparto como locas por el izquierdo. Un camión. Y un camión que adelanta otro camión.

"Uy qué mal rollito..." pienso.

Decelero.

El camión y el otro camión se importunan mutuamente. 

Alzo las cejas.

"Hombre, no sé... " pienso para mis adentros, "¿qué harías tú en su lugar? Quieras que no... el de menos tonelaje desea adelantar al otro..."

Empieza la bajada.

"Debería irme al derecho".

¿Sí... no? ¿sí... no? ¿¿qué hago??

Claro, si piso a fondo adelanto al camión pero el subidón de adrenalina no merece la pena. Ok. Mirada al derecho. Va otro coche. Intermitente.

"A ver si lo pilla..." Refunfuño. 

Ainssss, corchopan (***corchopan!!: me enfado pero no demasiado) "Venga, hijo/hija... que quiero ir al derecho...".

Avanza y me coloco detrás.

Me pongo a 90.

"A ese camión no lo pillas..." pienso, "va a cien... o a más de cien. Es de los rápidos, no de los lentos. Francamente, no sé por qué el de menos tonelaje intentó adelantarlo. Si va a toda velocidad... "

El coche blanco que iba conmigo en paralelo da el intermitente y pasa al central.

"¿¿En serio?? Después de tirarte en paralelo un minuto a mi lado ahora resulta que te molesta el camión?"

"Vale, vale... ¿cómo era esto? No juzgar a los demás"

Respiro hondo.

Curva con cambio de rasante.

Y ahí esta... la incorporación de la 607.

Miro el retrovisor, ya que lo que voy a hacer requiere medir la distancia con el de atrás. Pongo el intermitente. 

Todo lo que baje delante, tiene preferencia.

Y es así. Yo voy en el carril de la preferencia pero me da igual. Si tu coche sobrepasa el mío... tú mismo, te voy a ceder el paso. Ahora, por esa lógica, los que están detrás... cortesía.

Bien pues... si tú mantienes posición, y velocidad, te entienden.

Es uno de los momentos favoritos de mi viaje. Que el de atrás me entienda.

"Me voy a incorporar... sí. Ahora, necesito un campo de fútbol para intentarlo, jajajajajja".

Miro varias veces atrás. No viene nadie.

Me pregunto si tiene que ver con lo que le pedí a Coso bajando la curva. Porque el agujero abismal de tráfico es... cuanto menos curioso.

-Eeeehhhh.... -esto lo digo en voz alta-, a ver, ¿no hay nadie, no?

Un montón de vacío me observa y a lo lejos dos coches, lejísimos.

"Ah, bueno, pues dale"

Cambio al carril de la 607.

Se me cruza un coche delante.

"Bueno..."

Se me pone un BMW detrás.

Fruncimiento de ceño.

Yo tengo cierta opinión sobre los BMWs pero no os va a gustar... así que me la guardo. Y no es por el coche, no, es por quién lo conduce, generalmente. BMW + Menor con gafas = malo.

Gafas de sol. 

Miro por el retrovisor. 

"Ancha es Castilla... " pienso.

El carril se divide en dos. Me adelanta por el izquierdo.

"Tú mismo..."

Frena a pocos metros.

Fruncimiento de ceño.

"No voy a opinar... no voy a opinar, no voy a opinar" pienso, "dije que no opinaría..."

No opino.

Incorporación con curva peligrosa porque se acaba el carril izquierdo a dos metros de acabarse la propia carretera. Al que hizo el trazado, (ey, ¿no fue el padre de un amigo de la infancia?) habría que decirle algunas cosillas sobre lo que pasa en esa incorporación.

Mantengo posición en el derecho. En cuanto puedo paso al central de la 607. En el que voy ahora hay muchas salidas y obstáculos, mejor dejarlo libre. 

Avanzo, avanzo, avanzo... Radar.

Avanzo, avanzo... Línea de coches con luces rojas completamente parados.

"¡Alerta! ¡Alerta!"

Frenazo.

Pánico.

Resulta ser un carril de salida colapsado.

Mi corazón: Pom-POMPOM-pom...

"Ah..." miro la carretera, "¿esto se pone así a esta hora? Qué raro... Esto es nuevo".

Avanzo, prudente.

A la altura de El Goloso empiezo a ponerme nerviosa.

El de atrás va demasiado cerca.

Es simplemente, eso. Que me noto molestando.

Miro al derecho. Van lentos.

"Bueno, mira, ¿y qué? Yo no pienso pasar por el segundo radar a semejante velocidad. Me estreso".

Intermitente.

Me echo al derecho. Al poco, el de atrás me adelanta. Pero tarda en hacerlo, en realidad, ambos íbamos a 100 km/hora aproximadamente, lo que es la velocidad máxima de la vía. 

"¿Lo ves? Le molestaba..."

Segundo radar.

Este me encanta. Es totalmente absurdo pero nos obliga a frenar de lo lindo. Así que frenazo, frenazo, frenazos... Como siempre, miro atrás por si acaso y cuando paso por delante del radar, voy cantando.

Aceleras, curva, curva, camión... y por fin mi salida.

Aparco. 

"Si esto va a ser así cada día tendremos que salir antes", me digo.

El regreso

Tras una hora de retraso en la llegada (que yo no pillé, yo salgo tempranísimo) por un accidente en la M40, subo al coche y me digo: "Anda, tranquila, que el accidente es en el otro sentido".

Salgo a la 607.

Tráfico fluido.

Acelero. Carril central, acelero, acelero... pongo música. 

"Uy" la música es rara. 

Es rara en el sentido de música de los 80 pero me está transmitiendo algo muy raro.

"Y sigue y sigue y sigue y aguanta"

Miro la radio con extrañeza.

"Es como... es como... si estuviera en algo incómodo pero... no por ello pararas"

Tomo la curva hacia el primer radar y veo UNA PARED DE COCHES DETENIDOS.

"¡¡ALARMA!!"

¡Cuatro Warnings! ¡Cuatro Warnigns, YA!!!!

Freno y pongo las luces de emergencia. No por mí. Vamos a cien. Todos.

Miro atrás.

"¡Mírame, date cuenta!"

El de atrás frenazo.

Yo, frenazo.

"Deja distancia".

Suena fatal esto. Deja distancia... con el de delante... ya sabéis por qué.

"Si no nos ven..."

Miro atrás.

El de delante, ya todos parados, pone los warning.

"¿¿¿EN SERIO, AHORA????"

Pero bueno, ¿qué pasa? ¿¿¿¿Es que no vivís dos segundos en el futuro, como yo???

Ahora la música  tiene sentido.

"Bueno..."

Paso el radar de cien... a treinta.

"Podría mirar dónde se ubica..." Cotilleo al pasar y no veo nada.

"¿¿¿Dónde está el radar??? ¿Y si no está? ¿Te imaginas que no está y frenamos todos como ****..."

Coso tiene mejores cosas que hacer que responderme.

Hora y media de atasco.

Hace calor.

Los coches hacen zig-zag.

Fruncimiento de ceño.

"¿Sabes?" pienso, "esos movimientos en zig-zag no ayudan. Apuesto a que si me dedicara a regular el movimiento del tráfico como un conjunto... yendo todos a treinta y sin tanto zig-zag, se despejaba antes la vía".

Mi "yo interior" tampoco contesta.

Un puente.

Otro puente.

Me echó al derecho.

Sí, es el más lento de todos los carriles, pero a diferencia de mis congéneres... la sola idea de meter las ruedas con calzador a dos metros de la salida del paso elevado me estresa.

Por cierto, un coche lo hace y colapsa el central. Pero eso fue dos horas después.

En la peor de las incorporaciones veo un coche con el capot levantado. El conductor inspecciona el motor.

"¿Era eso?"

A menos de un kilómetro otro coche está contra el quitamiedos.

"¿¿?? Espero que esté bien"

Me asusto solo de pensarlo.

Tomo el paso elevado. Ni un solo coche tras este.

"No sé..." pienso, "creo que sigue siendo un problema de orden", le digo a mi yo interior.

Que tampoco contesta.

Llego a la M40.

Dos furgos me adelantan.

Frenan cuando  se ponen en paralelo con un camión.

"Creo que voy muy deprisa" me digo. 

Casi a la altura de lo que llamo "el falso puente" (yo no sé nombres de calles) estoy circulando por el central y tengo detrás una furgoneta. Me va pisando los talones.

"Bien, mira" pienso, "yo sé que tienes mucha prisa pero ahora mismo en esa curva te puedes encontrar mil coches parados y yo no sé tú... pero yo no pienso llegar a ella a ciento diez..."

Freno.

La furgo marca el cambio de carril. Se pasa al izquierdo y automáticamente vuelve a pegarse al siguiente coche.

"¿¿??"

Da igual la velocidad, lo que no respeta es la distancia.

Llego a la curva y frenazos. Como no...

Freno, no por mí, porque lo vea el de atrás antes del cambio de rasante. Ok, lo ha visto.

Marco intermitente al derecho. Un BMW blanco me ve...

.... y no frena.

"A ver, cómo te lo explico...."

-¿Tú me has visto, verdad, corazón? -digo en alta voz.

En realidad, vosotros no veríais peligro en esto, pero es que... sé que va más rápido que yo.

Personalmente, no apuraría las distancias.

Sigo cambiándome de carril.

... y sigo...

En lo que parece una eternidad.

El BMW se desliza al central. Me rebasa.

"Joven con gafas oscuras y gorra".

Pasa raudo al izquierdo.

De ahí.. hace zig-zag.

-¡Di que sí, hombre! ¡No es bastante difícil esto, que encima zizagueamos!

"Espera, dije que no me iba a enfadar".

Llega mi salida. Salgo. 

Llego a casa.

Necesito unas vacaciones en un crucero bajo un cielo estrellado.. viendo delfines y ballenas y sin pensar en la M40... ¡Jajajajaj!






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