De cómo acabó mi relación con "el actor"...


Cuando conocí "al actor" (cuyo nombre no vamos a desvelar), le dije:
-Yo no lucho... yo si veo cosas que no me gustan, huyo.
Vamos a ilustrarlo con un ejemplo. Una vez salí con un chico que no paraba de decirme la cantidad de chicas que estaban por él. Quiero ponerlo sólo como ejemplo para que entendáis cómo funciono. 
-Es que le gusto a "Menganita" y acaba de romper con el novio y me ha dicho que me vaya a su casa a consolarla.
Yo miré a mi novio, un novio serio y formal, y le dije:
-Vete.
A esto, el chico alzó las cejas, sorprendido.
"Ah, ya veo que te da igual", me dijo.

Yo no sé si me da igual o no, lo que sé es que jamás voy a permitir que me pongas una mano encima...¡ajajaja! Y así, con una cara neutra, sin sentimientos, es como muere una relación. 

"No peleo, no lucho... Si te quieres ir, vete; pero no confío en ti, tampoco"

Vamos a ver si lo dejo claro: si quieres irte con otra, vete con otra... pero a mí, déjame en paz. Porque lo que te hace gracia no es irte con otra, sino "irte con otra estando conmigo". Y yo a esos juegos, no juego.

Por algún motivo extraño, la gente me dice que en el juego de la seducción se utilizan esas trampas. Pero es que yo no entro en el juego de la seducción.

Del actor me enamoré. Lo admito, es así. Pero como he huido de todas mis relaciones en muchos años y sé lo que es sentirse agobiada, mi decisión está basada en lo que considero una cadena de razonamientos tremendamente lógicos.

Tras la última discusión, me bloqueó y yo perdí el norte. Con perder el norte me refiero a que llega un momento en que mi lucha interior es tan intensa que deja de ser importante lo que la ha provocado; el verdadero inconveniente es la emoción en sí. Y volvimos a hablar. 

Él no se dio cuenta, pero el daño era grande. Tanto, que cuando me llamó unos días después yo ni hablé. Porque por un lado estaba "yo" y por otro lado algo aterrorizado e inmóvil absolutamente prisionero.

Hasta aquí, bien, puedo vivir con eso. No importa.

De hecho, una parte de mi cerebro le dijo a la otra: "Tranquil@, que ya verás como lo arreglamos. Esto se arregla con cariño... si a él le importas, que sí, ya verás..."

Nadie más sabe la relación que me une con él y no tengo ni tiempo, ni ganas de explicarla. Compré un obsequio, escribí un cuento, preparé un montón de cosas... Y de nuevo... topo con algo que es una gran excusa. Toda esa ilusión se va... por la cornisa del Río Tajo (y nunca mejor dicho)

Esa "cosa" interior que habla sin palabras percibe el mundo de manera tajante. Yo no entiendo la escala de grises, yo entiendo que puedes enamorarte...o no. Alguien puede ser un refugio, o causar agobio. No entiendo que una persona sea un refugio y otro día no la quieras ver. Si ese es el caso, una de las dos cosas debe de ser mentira. Y ante el temor de no ser capaz de distinguirlas, se impone una retirada prudente.

Si llevo 22 días luchando por verte y no hay forma de verte... entonces es que tú no me quieres ver.

Y aquí, amig@s míos, es donde entra el: jugar a perder.

Cuando no tienes nada, cuando no te dan nada... cuando no hay nada, entonces nada pierdes, porque nada tienes. Y ese es el punto en el que yo estoy.

Sólo necesito silencio. Sólo necesito, que me dejen estar.

El actor pasa al "imaginario de lo fantasioso". Ya no es un ser humano real, es como el "Muso"; es una ilusión. Es alguien que sólo vive en mi mente porque lo real es que no le importas.

No lo suficiente.

Porque cuando alguien le importas, ese alguien te ve. 

Nuestro mayor tesoro es el tiempo. No es el dinero, no es... ninguna joya (no me regales joyas, a mi me chifla la comida de los restaurantes cuando llega a casa en cajas). Fue bonito, sí, me enamoré de ver una película en casa con una mantita, ... me enamoré de muchas cosas. De las crepes de limón, de sus palabras, de las historias... me enamoré del día que me leyó La Odisea en el salón. Porque yo me enamoro de cosas muy raras.

Y le di todo.

Todo lo que tenía, todo lo que era... por primera vez en mi vida. Confié en alguien. Y yo no soy como el resto de seres humanos que "hoy quieren" y pronto olvidan. Para mí las cosas no cambian tan rápido, pero eso no significa que mueva ficha. No tengo problema en convivir con mi amor, mi cariño, mis buenos recuerdos, mi alegría,  y la bondad de cada deseo de felicidad para él.

Pero soy consciente cuando "algo" no es real. Así que se deja ir.

Y eso es todo.
=) ¡Nada de mensajes tipo "lo siento mucho"! No pasa nada, si nada tengo, nada he perdido. Recordadlo.




1 comentarios:

Davidel dijo...

Mucho ánimo mi buena amiga. Te mereces todas las cosas bonitas que existen. Muchos besos, descansa.

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises