Ayer casi, bueno.. me enfadé con el actor.

Acto seguido llamé a un ser querido, quien me explico las cosas como eran para él y como eran para mí. Con lo cuál yo refunfuñé más. Menos mal que le dio la risa. Y luego me puse a pensar que quizá (puede ser) que tuviera razón. Con lo cuál me puse a pensar más..

-Pero como eres una cabezota.... -me dijo-. Pero que sepas que el mundo funciona como digo yo, y como dice él. No como crees tú que funciona o que debería funcionar.

Sí, soy una cabezota.

Y luego le vi y se me pasó todo.

Esta mañana, y sólo por llevar la contraria a lo que espero, casi no había tráfico. Saliendo de casa, temprano, pensé: "pues no me va a dar tiempo a acabar el Minotauro".

("quiero verlo")

Ya.

Bueno, pensé, hay que trabajar y escribir... A lo que mi yo interior contestó: Hay que trabajar y verlo. Me hizo gracia que, donde otrora sólo estaba el trabajo, ahora está él. Trabajar y verlo. Pero, ¿y la novela?

Descubrí con sorpresa que no me interesaba narrar cómo se sienten personajes con sus relaciones, lo que quería era vivir a su lado.

"Uuuuuuuuy", este 2020 no es normal.

Monté en el coche.

Menos mal que doy Formación.