Fui a verla al cine hace muchos años, en su estreno, y el diseño y la animación de la batalla (que salió en las noticias) no me gustaron demasiado. Supongo que era más clásica. Pero la historia parte de una joven que ve una injusticia que está más que aceptada socialmente y se rebela. Su padre está herido pero tiene que ir a la guerra igualmente. Aunque todos saben lo que va a pasar: que esta vez no va a volver. Y ella, con la lógica y la inteligencia de una persona que no está marcada aún por las leyes sociales absurdas, protesta y discute. Como resultado le dicen que procure ocupar su lugar en el mundo.

Seguro que si la alternativa no hubiera sido tan dramática, habría hecho caso. Pero tratándose como se trataba de salvar a su padre... se escapa de casa y se viste de chico.

Bien, yo no sé si vosotros habéis "retado" a pelear a algún chico alguna vez (no en plan pelea, sino en plan juego). O si tenéis hermanos mayores. Yo sí he hecho ambas cosas, alzándome con una merecida victoria en la que el chico, sujeto por las muñecas, me miraba sin pronunciar palabra mientras yo repetía: "¿¡¿¿Quién es la más fuerte??!" "¡¿Quién es el alero izquierda más veloz del baloncesto?! ¿Quién es la reina del Universo?"

Quizá con eso me pasé un poco. Porque con un simple giro de muñecas y sin ningún esfuerzo, de repente las posiciones se invertían.

-Eh, no, un momento... -protestaba-, espera, yo... espera....

-Olvídalo, Nelly.

-¡¡No, yo soy... la más poderosa!!

Y no, resulta que en cuestión de levantar kilos... no lo eres. Aunque hagas cardio en el gimnasio. 

Os explico esto porque, en general, un chico es más fuerte que una chica. Y puede que no esté bien decirlo en la época en la que estamos, pero es que es la verdad. Igual que mi corazón late a 66 pulsaciones minuto (lo que es muy bajo y muy bueno para ir en bicicleta o correr), los chicos vienen equipados con .. mayor fuerza bruta. En general. Salvo pocas excepciones, en fuerza son... los que tienen ventaja.

Y ahora volvemos a la protagonista de la historia que es una mujer... que se mete al ejército. La canción del joven instructor (que si os fijáis, está en esta primera parte de la trama supeditado a las evaluaciones del consejero), es de las más divertidas que he visto yo en Disney. Primero porque él dice: "me han mandado niñas" ... pues sí, jajajja, concretamente tienes una entre las tropas, pero no lo sabes. Y en segundo lugar, por el final de la canción. Cuando él la manda a casa. Mulán tiene un problema y es que no puede competir en fortaleza física con los que la rodean pero encuentra otro camino. Y con esas dos pesadas piedras, usando la ciencia a su favor, llega a lo alto del poste, recupera la flecha y deja a su jefe patidifuso.

No me digáis que no es maravillosa esa escena. A mí la canción me encanta.

Esta chica triunfa con el ingenio donde otros usan el mismo camino que han usado durante años (combatir a los Hunos a golpes). Ella utiliza la ley de la gravedad.

Y el final, cuando se inclina el Emperador ("trae honor a tu familia") es precioso.

Vamos con lo segundo mejor de la película: Mushu.

Mientras que ella quiere traer honor y salvar a su padre, Mushu es un "dragoncito" rojo que ha perdido su puesto entre los dioses protectores del panteón familiar y ve la oportunidad de ayudar a Mulán y recuperar su lugar.

No se le ocurre otra cosa que decir: "Y luego se enfadarán si no consigue alguna medalla...", así que en lugar de dejar que Mulán regrese, cuando tenía que regresar (tras fracasar en el entrenamiento), Mushu se dedica a "hacer trampas" para echarle un cable (quiere convertirla en un héroe de guerra...) lo que empeora su instrucción.

Pero para mí la escena maravillosa de Mushu es cuando ella lo conoce y le dice: "¿Mis ancestros envían un lagarto para protegerme?" , el buen enviado contesta: "Dragón, dragón... yo no hago eso de la lengua" y añade: "..Si mostrara mi talla real a tu vaca le daría algo".

Mulán tiene un corcel de guerra. Uno esplendoroso. Y lo llama vaca. Pero lo más divertido de todo es cuando este dramático chiquitín se rinde y dice:

¡Jajajaja!

Bien, internautas, fijaros en el recurso. Él llama "vaca" al caballo. Acto seguido, la prota le corrige, pero el otro insiste. En la segunda parte, lo que usa es algo parecido a lo que ocurre cuando yo leo una palabra en persa en el libro de mi amiga Olalla García, y la entiendo.

Es decir, no me hace falta traducir.

Cuando oí en el cine esa frase... me reí mucho.

Me reí un montón. 

Esas son las cosas que me gustan de Mulán (ah, fijaros, el joven instructor se pone por encima del consejero que lo evaluaba cuando tiene que salvar la vida a Mulán. Atentos a esa escena que también es importante, ya que es cuando por vez primera se pone en su lugar. Hasta ese momento, el lo temía (su evaluación, etc), pero en ese instante el consejero dice: "Va contra la ley" y el otro contesta: "He dicho andando". Y prevalece su autoridad sobre la del consejero, porque él es la autoridad). 

Cuando le dije a una amiga que tenía muchas ganas de ver Mulán por todo esto, me contestó que ¡ni se me ocurra! ¿Por qué? y me dijo: "Mushu no está, no hay historia de amor y han puesto un enemigo que es una mujer".

-¿En serio? ¿Por qué?

Me preocupa que se hayan "cargado" la historia. Mulán no pelea contra una mujer, pelea contra hombres. De eso se trata. ¿Y qué es eso de quitar la historia de amor? ¡Pero si es preciosa! 

En fin, que no sé si verla o no, pero sí que voy a terminar la entrada con True to your hearth. Que la estuve escuchando en bucle mucho tiempo:

Este que pongo encima es el enlace al final. Y debajo un vídeo que he encontrado completo y más romántico.