En el que pierdo tres kilos y me hago seguidora de Hugh Jackman.

 
 
Hace cosa como de diez días, mirando la báscula, me dije:
 
-Hum,... me sobran 4 kilos, tranquilamente... ¿y si hoy no como pan?
 
Es curioso porque cantidad de cosas consideradas nocivas no me gustan: no me gusta la Coca-Cola, las tartas, los pasteles, el hojaldre, no me gusta el alcohol (salvo algunas cosas que a veces pruebo, en general, no soy de beber), no me gusta el turrón, ni muchos postres. Sí me gusta el chocolate negro, pero porque es ligeramente amargo. Lo que tiene gracia, dado que es chocolate...
 
Y, sobre todo, me encanta el pan.
 
Me puedo comer una barra de pan diaria, sin problema ninguno. Lo que son hidratos muy cómodos para el cuerpo... pero claro, si no los gastas...
 
Decir: "hoy no como pan", es como decir que no vas a moderte las uñas, o no enroscarte un mechón de pelo en el dedo cuando estás nerviosa. Más o menos: imposible. 
Pero resulta que ese día... no comí pan.
 
Al día siguiente, misma hora, la báscula marcaba 400 gramos menos.
 
Alcé las cejas. ¿¿??
 
Hum…
 
Y aquí entra lo que me dijo un amigo una vez. "Eres muy rara, porque si hay, vale, comes, y con buen apetito. Pero si no hay… parece que te de igual". No, no es que me de igual. Realmente, como empiece una barra de pan me la zampo entera. Pero... y esto es algo que aprecio mucho, si un día no quiero … no como. Recordad: sí, o no. Lo intermedio es lo que me causa problemas.
 
Mirándo la báscula pensé... ¿y si hoy tampoco?
 
Eliminé el pan de la cena, no así el de la comida. Aún no tenía claro que la bajada de peso fuera consecuencia directa de dejar de cenar tanto.
 
Al día siguiente, la báscula marcaba 800 gramos menos respecto al inicio del experimento.
Y aquí me empecé a animar.
 
Eliminé las cenas pesadas.
 
Al día siguiente, había bajado "de kilo". Así, sin más. Y una y otra vez... hoy me he pesado, diez días después de iniciar el experimento, y peso dos kilos y medio menos que cuando lo inicié.
 
Pero además, ayer pasó otra cosa más curiosa. Al terminar de trabajar estaba zampando alegremente, cuando de repente … un "algo", me dijo que no era necesario acabarse toda la comida, pues más que nada estaba llena y mi estómago también. Y yo le contesté a ese algo: "bah, en el plato no se deja nada", aunque había más que de sobra. Y me levanté a por un vaso de agua. Y en ese trayecto, del salón a la cocina, me di cuenta de dos cosas. Primera, no quería más porque de hecho si seguía comiendo así el malestar de estómago iba a pasar a pesadez y dolor de estómago en toda regla. Segunda, ¿dónde está escrito que haya que acabarse todo lo del plato?
 
Pues, efectivamente, me volví a sentar sintiendo que estaba saciada. Y aquello fue comida y cena.
 
Y hoy, al pesarme, me quedé ojiplática, jajajaj!
 
Ayer ya me parecía un logro pesar cierto número con 600 gramos. Hoy pesaba ese mismo número con 200 gramos. Hablamos de perder casi medio kilo diario. Una barbaridad.
 
No se trata de dejar de comer, se trata de comer bien. Un poco más atenta.
Yo no he hecho nada especial.
 
Pero lo que más me gusta de todo esto, es el auto-control. Si te apetece comer, comes. Pero cuando no te apetece comer más, dejas de comer. Es super-curioso, como sin darte cuenta, a veces comemos de más por ansiedad.
 
Esta es la primera parte de la entrada, la segunda tiene que ver con algo que me dijo un amigo en un parque, mientras tomábamos algo.
 
-Estoy harto de tanta crispación política.
 
Y lo estaba. Pero yo le miré, con mi mascarilla azul ninja, y le dije: "pues no sé", encogiéndome de hombros.
Veréis, no me va mucho la política.
De hecho, no me va nada. Considero que hay intereses ocultos y mucha manipulación. Así que, en las redes, ignoro el asunto. Mi amigo dijo que ojalá pudiera ignorarlo, pero que incluso había dicho a otros amigos que le dejaran en paz con ese tema. Porque lo tiene en su Facebook, en el watshapp, etc. etc.
 
Al volver a casa me tumbé en la cama y abrí Facebook. A ver si es verdad que había tanta política. Como yo lo abro de pascuas a ramos y llevo sin actualizarlo meses...
 
¿Quieres ser amiga de gente famosa?
 
¿¿¿ein????
 
Mi Facebook me preguntaba si quería seguir a Dalí, (¿pero si está muerto, no?), a un montón de actores de Hollywood...
 
Pensé: "¿Qué diantres es esto?" No había nada de política,....
 
Y, mientras voy pasando actrices y actores famosos, me encuentro con la cara de Hugh Jackman, en un balcón, ojos colorados, camiseta, aspecto de dormido. Así, mirando a cámara, como cualquiera que se saca una foto sin más.
 
Sigo pasando con el dedo. Y luego vuelvo atrás.
 
-¿Pero qué...?
 
Entro.
 
Hugh Jackman en bici. Un selfie, en un lago, mirando a cámara,... igualito que mi amigo Juan.
Ni más guapo, ni más feo, ni más especial.
 
"Bah"... vuelvo a salir.
 
A los pocos segundos, vuelvo.
 
-Un momento, un momento... aquí hay algo que no me cuadra.
 
Hugh Jackman en la cocina. En chándal. "Mira, hago pan" pone.
¡JAJAJAJA!
Como mi amigo de Toledo.
 
Vuelvo a salir.
 
Seguro que habéis adivinado que al poco volví de nuevo.
 
Una foto de alguien, un niño, frente a una tarta, mitad lobezno, mitad otro héroe. Una foto casera. Y sigo bajando y lo único que veo es la foto de un pan, la foto de ese hombre delante de una estatua, en camiseta, y ese hombre hablando delante de una librería. Ahí, sí, lleva gafas redondas. En todas las demás fotos es un tío corriente y moliente.
 
Sin poses, sin esa belleza espectacular de las otras actrices, si nada. Es el Facebook más simple del mundo.
 
-Bah... ¡venga! -le doy a seguir.
 
No sé para qué querría yo seguir a Hugh Jackman si os aseguro que ni me va ni me viene. Pero algo del Facebook me ha hecho gracia.
 
Poco después, escribo a un grupo de amigos:
 
-Sigo el Facebook de H.J, porque … ¡hace pan, como tú! jajajajaj!
 
Les dije que tenía un Facebook que podría ser... el de cualquiera de ellos, es más, incluso parece más humilde. Y uno de mis amigos, el que precisamente hace pan, me puso:
 
-Bah, el típico que va de sencillo.
 
¡JAJAJAJAJ!
jajajajaja!
 
¿Quéee????
 
¿Se puede ir de sencillo en Hollywood?
jajajja!
Mira, no lo sé. Pero de verdad, a mí me ha gustado que se saque fotos en bicicleta... tan normal (y tan feo), como todos los demás. Y es que la de portada es así, está en una terraza, que a mí me pareció que era, jajajaj, algún lugar de España y que acababa de levantarse. ¡Di que sí, hombre! ¡Como una persona normal!
 
Saludos !!!
 

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