Teletrabajo día 1
Siempre he dicho que estoy "en contra" del teletrabajo. No que esté en contra, sino que a mí no me gustaría trabajar en casa. Porque -añadía a renglón seguido-, seguramente terminaría sin arreglarme, trabajando en bata delante del ordenador...
Bien, no sé cómo no me di cuenta de que yo ya trabajo en casa con las novelas. Así que, os cuento mi experiencia de este primer día de oficina virtual por el coronavirus. He trabajado super-concentrada... con la salvedad de que a mi alrededor había un profundo y extraño silencio.
Lo único que le veo (a día 1) de contraproducente es el tema de pasar demasiadas horas delante de una pantalla. Por lo que, si el día comenzó con una clase de pilates que me he puesto como disciplina para no terminar debilucha físicamente, me parece que va a terminar con lo mismo. Los ojos tienen que descansar. Si por la mañana trabajo en la novela del Muso y por la tarde me conecto siete horas seguidas a un ordenador... me subirán las dioptrías. Tengo miopía adaptativa, regalo de una época de gran estrés, pasada la universidad. Antes no llevaba gafas.
Así que, balance del primer día: bien. Bastante bien.
Algún problemilla técnico pero... con buena colaboración entre compañeros.
Y luego, ese silencio tan extraño...
O ir a prepararte un té a tu cocina...
Qué cosas.
Me dice un compañero: "Jamás pensaste que ibas a trabajar en casa, ¿eh?"
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