Al final de Becquer sólo leí un poema indio..



Igual que cuando un libro me gusta siempre leo la última frase (si me veis hacer eso alguna vez, es que el autor es importante para mí). Otras veces, cierro los ojos y pienso: "Bueno, sin mirar...,¡que abra el libro por el relato que más me conviene!".

Eso lo pensé ayer con Rimas y Leyendas y al abrirlo al azar, leí: "Un poema indio". Tiene gracia, justo lo abrí por el comienzo de un relato....

Y me quedé leyéndolo. Hablaba de Brahma y de ciencia. Me hizo gracia que usara la palabra ciencia, en un texto de un dios. Contaba que creó unos seres que al principio eran muy monos, pero que llegaron a aburrirle un poco, así que se encerró en su laboratorio a hacer ciencia. Pero un día salió de su laboratorio y uno de esos seres se cuela dentro. Y el párrafo que más me llamó la atención es aquel en el que crea el mundo. Como fruto de una travesura, mezcla muchas cosas en una marmita. Generosidad, egoísmo, enfermedad, amor... crea a los seres humanos y da lugar a una bola achatada que salta de un lado a otro para asombro de todos sus habitantes. Es decir, la Tierra. Leyéndolo pensé: "Aah, mira, fíjate todo lo que mezcla. Y tú preocupada porque quieres que las cosas sean de una manera, ... cuando ya esto de inicio tiene otros ingredientes". El vocabulario era muy adecuado, porque a veces era deliberadamente molesto. Tipo "gérmenes infecciosos" y cosas así. Es como si dices: mezclé cucarachas con un helado de limón. Causa el mismo efecto.

Leí ese párrafo varias veces. Y, de hecho, lo voy a leer ahora de nuevo.
Cuando Brahma se entera, se enfada, echa a esos seres cantarines a puntapies de su laboratorio (¡jajaja!) y dice: "Este mundo es un caos y voy a destruirlo". Pero se detiene (comenta algo de un diluvio) y decide dejarlo así. 

O sea que no intentes que el mundo sea bonito, el mundo es como es, porque de inicio mezclaron cosas que no deberían. 

Tras este cuento, comencé El Perro de los Baskerville, pero pasada la parte de "Es usted tan poco brillante, Doctor Watson..." lo cerré y lo lancé contra una pared... jajajaj. No, no tanto, el único libro que yo he lanzado contra una pared es Orgullo y Prejucio. Porque después de cientos y cientos de páginas de "tomar el té", avancé hasta cierto diálogo que empieza por:

"Oh, Lizzy, te amo a pesar de mi mismo".

¿¿??

"De que seas torpe, de familia ordinaria, de que seas una cabezota, de tus modales, de..."

¿¿?????????

-¿Eso es una declaración de amor?

Y el libro voló hacia el otro lado de la pared. No antes de que la buena Lizzy contestara: "Pues si tan mala soy, así te será más fácil olvidarme".

O algo así. Mientras le decía a mis amigas lo estúpido que era Darcy, ellas se empeñaron (y no hubo forma de hacer que cambiaran eso) en hacerme ver toda la serie de 1980 interpretada por Colin Firth.

Al acabar de verla, me miraron satisfechas y yo comenté: 

-Pero entonces... están del revés.

 Mis amigas, entusiasmadas, sonrieron:

-¡Claro! ¡Ella tiene prejuicios! ¡Y él es el orgulloso!

Es verdad, Lizzy prejuzga a Darcy. Y él cuando al final le presta su ayuda, no quiere que ella lo sepa. Están al revés. "Orgullo y Prejuicio" no es "Lizzy y Darcy", es al revés, son "Darcy y Lizzy". Tiene gracia que sea la de "clase baja" quién prejuzga al otro, ¿verdad? Al menos bajo mi punto de vista, en el título están cambiados a lo que el sentido común nos puede hacer pensar. Aún así, nunca le digas a una chica: "Oye, te amo porque eres tan imperfecta, tía..."

Aunque soy la primera que reconoce que cuando te gusta alguien, es por lo que tiene de diferente y ahí los defectos son parte de lo que hace que te enamores como un idiota.

^_^ En fin, que decidí no seguir con el personaje de Doyle porque semejante soberbia con Watson me puso de mala leche... ¡jajaj!  Aunque me pregunto si tiene justificación para ser tan engreído. Puede que lea luego un poco... 


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