En el que veo que esto va para largo...


Es jueves, mañana se cumple una semana desde el último café con uno de mis  mejores amigos en una terracita. Todos tenemos instalado ya el teletrabajo. 

Me he sacado una foto con los cascos, la he colgado en Instagram y me han dado a 16 me gustas en tres minutos. Creo que cuelgo muy pocas cosas. 

Llevaba 3 días muda, porque mi teléfono tenía un problema con el micrófono. Ha sido arreglarlo y hablar por los codos con mis compañeros, durante 4 horas. 

Tiene gracia que no hablo por teléfono con mis amigos, ni con familiares, y sin embargo... trabajo con cascos y micrófono. Un amigo de Tarragona al ver la foto me escribió y me dijo: "¿¿¿En serio??? Cuando monte una empresa de telefonía vas a aparecer en la Web"

jajajaja!

Me puse muy roja.

Luego me escribió un tramitador: "Hija, cada día estás más guapa. No sé como no los tienes haciendo cola detrás..."

-Vale -pensé-, es un café con subidón de autoestima.

Escribí a mi jefa. Le pregunté algo que llevaba rondándome la cabeza, días. Y no me atrevía.

-Pues me alegro que lo preguntes, porque os iba a mandar un correo de Recursos Humanos...
-Ya -contesté-, lo entiendo. Es lógica, pero tenía que preguntarlo.
-Y has hecho muy bien.

Sonreí. 

He empezado un curso de budismo (tema que me encanta pues trata sobre aprender a ser humano, que no es nada fácil) y chateé un rato con el Muso. Sabe muchas cosas.
Conste que yo no tengo que estar con los cascos puestos, y que hace 5 años que dejé de atender llamadas externas (salvo de mis compañeros), pero si os soy sincera, me apetece y me gusta. 

Y ya, resuelto esto, no queda nada que no sea el presente en lo que concentrarse. Lo de las vacaciones está resuelto, cualquier otro tema que me preocupara está resuelto (incluido uno que parece que va mejor esta tarde), así que lo que queda es un aislamiento que va para largo.

Aún no he tenido tiempo de ver la tele. No sé qué hago. Medito. Gimnasia. Recojo. Intento corregir un manuscrito que no sé a quién ni cuándo se lo voy a mandar pero que es bueno, porque trata de jóvenes y apariencias y comienzos de relaciones, y engaños y más apariencias, y un misterio. 

El editor, entretanto, me pide más correcciones del último libro del "youtubero" o "youtubera" que entregué. Podría preguntarle por otro que mandé supuestamente para que saliera en 2019 y todavía no ha salido, pero le noto un poco estresado... y yo no tengo prisa.

No vivo de eso. ^_^ Vivo de ponerme unos cascos y enredar. 

Los compis se parten conmigo. Jijiji.. y no me ven. Mi madre nunca entendió cómo es que me quedé en este trabajo pero... antes, cuando atendía a clientes, es que me contaban historias. Cada uno era como una cajita con una historia... La Casa Mágica de la Señora Asworth viene de ahí. Me pasaron a Valeria por teléfono.

Y yo dije:

-Compi, que yo no hablo inglés..
-Ni ella.
-¿En serio?
-Hola
-Hola -me dijo.

Apunté su nombre en una hoja de papel.
Y alguien por ahí es un personaje de novela... sin saberlo.

En fin, todo este rollo para contaros que la cuarentena... va para largo.
^_^ 

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