Sueños que son historias: el elefante blanco.
Qué raro.
Acabo de tener un sueño rarísimo.
Era un viaje, por un país extranjero. Supuestamente, viajaba por Francia. Pero ahora que estoy despierta, yo no creo que eso fuera Francia. Más bien parecía otro planeta.
Había unas montañas rojas grandísimas. Y la atmósfera era diferente a la que tenemos aquí. Como más terrosa.
De repente la carretera se inclina, tanto, que le dije a quién conducía:
-Vas a tener que ir más despacio.
Sentía el mismo vértigo que en las montañas rusas.
-¿Más?-me dijo que iba al volante-, ¡Nelly, que nos vamos a parar a este paso!
-Sí, pues... lo siento. Pero yo estoy mareada.
Así que, más despacio aún. Debíamos ir a diez por hora.
De repente:
-¡¡¡Mira!!! Allí hay un elefante.
Junto a un ensanchamiento de la carretera había unas ruinas. De una casa vieja. Y dentro, un pequeño elefante. Con pequeño, me refiero a que tenía mi tamaño. No había sólo uno, en realidad, había varios, entre las ruinas. Pero este estaba cerca de la carretera. Tenía la piel gris, como la pared de la casa, y casi no se le veía -si estaba quieto-, al pasar por su lado. Se apoyaba contra la construcción para refugiarse del calor.
-¡Para, para!
¿Estábamos en la India?
El conductor paró. Yo me bajé. El elefante se movió.
-¡Aaaay! ¡qué cosita tan mona!!! Hola boni...
De repente oímos un bramido detrás, y el que conducía dijo: ¡¡rápido, rápido, al coche!!
Al girarme, allí estaba la "mamá" elefante. Que era una criatura bastante más grande y enojada. Se enfadó con nosotros y con el coche. Nos persiguió dando cabezazos. Y nos sacó de la vía.
Salimos volando con en Themla y Louis. Así, ¡pum! fuera de la carretera.
Cuando el coche se fue por el barranco pensé:
"Se acabó". "De esta, nos matamos".
No sé, yo que tenía vértigo sólo por bajar una carretera empinada y ahora estaba volando dentro de un coche.
"Es el fin".
El coche cayó a los pies del barranco. ¡PAM!
En medio de un bosque con árboles y hojas. Mucha vegetación. Al fondo estaban las montañas.
Y de pronto allí, delante, había un elefante blanco DESCOMUNAL. Así que ahora, despierta, creo que no era este planeta con el que soñaba. A no ser que la Tierra tenga elefantes del tamaño de un rascacielos. No tanto, quizá, pero sí como un piso de ocho plantas. Ya me diréis, qué se puede hacer en semejante situación.
Si no nos había matado el barranco, sin duda iba a hacerlo el elefante.
Y aquí viene lo raro del sueño. El conductor se bajó. Yo estaba absolutamente aterrorizada. Ni os imagináis. Pensé que nos iba a aplastar allí mismo.
El conductor (que tenía aspecto de personaje de videojuego) dio un par de pasos entre los árboles hasta situarse delante del elefante blanco con colmillos adornados con cosas con oro (todo lujo de detalles, mis sueños son una pasada), e hizo algo.
Luego se giró y volvió hacia el coche. Yo le miré y me di cuenta que ese algo que había hecho es que se había cortado en el brazo. Sin más. Delante del elefante. Cogió su espada (tenía una espada) se hizo un corte y se quedó mirando para él, impasible. Mientras la sangre goteaba y cualquier ser humano en su sano juicio estaría gritando como un loco. Se cortó un trozo de brazo, como si tal cosa.
Contra todo pronóstico, el elefante no nos aplastó. Detuvo su avance y se quedó mirando para él.
Puede que algún lector entienda esta escena, yo desde luego no la entiendo.
El conductor, que tampoco parecía de este planeta, se volvió hacia nosotros y el coche. Y allí me quedé yo viendo su brazo herido... cosa que nadie soportaría, y él... como si nada. Era como si se hubiera arrancado un trozo de él mismo, demostrándole al elefante que no necesitaba... bueno, no sé lo que le demostró.
Estando de espaldas al elefante, de pronto el animal se acercó a él... como si quisiera tocarlo.
Y aquí viene lo raro. Ese personaje se giró de nuevo. Sus ojos tampoco eran de un color normal... Y miró al elefante como diciendo:
Cuidado. No te he dado permiso para tocarme
Y yo me desperté.
No dijo nada, sólo inclinó levemente la cabeza a un lado, como diciendo "sí, te he dicho hola. Pero no te doy permiso para que tú me toques a mí". Fue... super raro.
¿¿??
Vamos a ver, ¿primero se arranca medio brazo delante del animal... pero luego...le para con una mirada? No lo entiendo. ¿Y para qué hace lo del brazo? ¿Era un saludo? ¿Una muestra de respeto? ¡jajajaja!
FIN.
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