En el que descubro que estoy absolutamente loca..
Ayer... jajaja! Lo siento, es que me da la risa con esta entrada.
Ayer no escribí al actor. Llegué a casa, tuve un pequeño bajón por puro cansancio, me puse música casi toda la tarde... pero a eso de las 8 me empecé a animar, limpié la casa, organicé cosas, planifiqué la agenda, me lavé el pelo. Me senté en el sofá, me rodeé de libros...
Y leí. En silencio.
Hasta que se hizo una hora respetable y me fui a dormir. Recuerdo que, sentada en el sofá, pensé: "¿Y el actor?" Y os prometo que mi interior era un vacío absoluto de necesidad de hablar con él.
"¿Actor, qué actor?" me dije levantando la cabeza, orgullosa, "¿qué actor, de qué estas hablando? ¿quién necesita un actor? Yo no... ni me acuerdo de él...."
Y me fui a dormir.
Las tres cuartas partes de la noche soñé con sensaciones. Y emociones. Todas relativas a él y a estar con él. Diréis... aaaah! pasión y lujuria!!! No. Confianza. Paz.
Abrí los ojos a las 5,30 de la madrugada. Me había despertado una vez antes pero tan sumida en esas sensaciones placenteras que me dormí muy fácilmente. Y a las 5,30 en vez de ponerme en pie, pensé, "ayyy, es tan genial lo que sueño que... cinco minutos más por favor!!!".
Tengo la asombrosa misma habilidad que Sheldon Cooper para despertarme un minuto o dos antes de la hora del despertador y apagarlo. De hecho, en mi familia dicen que fue un gran error comprarme el primer reloj cuando era niña. A partir de aquel momento, el recreo había sido a las 11:15, Roberto tiró de las coletas a Laura a las 11:17 y la profesora tocó el silbato a las 11:23... una pesadilla.
Es curioso... tengo demasiados relojes en casa.
Bueno, volviendo al tema. Cerré los ojos pensando en descansar media hora pero en vez de eso, me dormí. Y soñé.
Y ¡oh! ¡Menuda venganza de mi subconsciente!
Soñé con el actor. Nos íbamos de viaje. Todo era maravilloso. Sólo que en mitad del viaje me puse super-celosa. Claro, no debía ponerme celosa, conozco sus normas. Algunas, al menos. Pero me dio tal ataque de celos y (recordemos) yo no tengo cosas cerca que me puedan dar celos, que perdía los nervios, gritaba y me iba de la habitación.
Un ser muy querido vino y me dijo: "Pero Nelly, habla con él..."
¡NO!
Madre mía.
No, y mil veces no. No y le odio. No y sus normas. No y....
Vale, esta bien, hablé con él.
-¡Esto es inaceptable! -grité enfadada-, ¡y esto otro! ¡Y aquello!
Intenté irme pero algo dio un brusco tirón de mi muñeca. La miré. Tenía como... una especie de cuerda hecha de metal, como un cordón de metal, muy fino, que además se volvía invisible. Era muy curioso, sólo podías verlo según le diera la luz. Me miré la muñeca, super molesta y enfadada.
Y tiré del cordón a ver a qué estaba atado.
A él.
¡NO!
Venga a protestar, y tiraba del cordón, venga a enfadarme, y tiraba del cordón. Hasta que estuve a pocos centímetros de él y entonces... fue como cuando era niña y jugaba a dejarme arrastrar por las olas del mar, justo donde rompían. ¿Alguna vez habéis hecho eso? Seguro que sí. Te pone el mundo del revés pero no tienes miedo. Al final... todo lo malo que puede pasar es tragar agua y no tener claro donde está tu cabeza y donde tus pies.
En medio de mis gritos de enfado, protesta, celos, cabreo.... de repente le abracé.
Y me desperté.
destrozada.
No físicamente. Físicamente, había descansado. Pero en lo mental.... tumbada en la cama, absolutamente derrotada, y siendo consciente de que yo sueño mucho -desde niña-, y recuerdo mis sueños, pero este era demasiado intenso para mí.
"Ya basta, universo" (me dije)
Y pensé: "bueno, enciende el móvil. Llegarán mensajes que te distraerán".
Puse los datos. Llegaron tres mensajes.
-Estoy enamorado -decía un amigo.
¡JAJAJAJ!
"¡¡Deja de mandarme mensajes así, Universo!!" pensé.
Segundo mensaje:
-Estoy enamorado y ha sido maravilloso... pero ella n me quiere -decía mi amigo, en un grupo.
Segundo mensaje:
-Estoy enamorado y ha sido maravilloso... pero ella n me quiere -decía mi amigo, en un grupo.
Baaaaaaaaaaaasssssssssssssssssstaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Entonces lo tuve claro, hay una relación entre lo que necesito y lo que llega. Quiero decir que no es casual, ni mi sueño, ni el mensaje de uno de mis mejores amigos. Hay como un guiño cósmico.
Pero el ajetreo interior no se iba. Así que llevé mi mano izquierda hacia atrás (¿sabéis que -desde que quedo con el actor-, la taza de té o café... la sujeto con la mano izquierda. En otras palabras, ¿sabéis que de pequeña era zurda?) Abrí la palma y toqué la madera fría del cabecero.
Y eso me reconfortó.
"Esto es real" me dije, pensé "esto es lo que tienes. Lo demás no existe"
Sí, claro, el sueño no era casual, el actor está con … muchas supongo. Me da lo mismo.
Llevé la otra mano hacia atrás. Y respiré hondo.
"Bien, las tres preguntas son. ¿Qué día es hoy? Viernes. ¿Tienes que ir a trabajar? Sí, tienes que ir a trabajar. ¿Puede la parte lógica de mi mente retomar el mando y alejar tooodas estas cosas que has soñado? Sí. ¡Pues arriba, Nelly!".
Me levanté de la cama, me pongo a hacer el desayuno.... y mientras lo hago, me digo mentalmente:
"vamos, tienes que ir a la oficina a mirar pantallas que cambian de color según los minutos transcurridos. A meter cifras en cajas que cuentan cada espacio de media hora. A rellenar datos y colorear celdas controlando acciones y tiempos de los demás. Y a sacar informes.... Eso, las cifras, los datos, los informes y los tiempos es lo único que importa..."
Internautas, en ese preciso instante, la sartén que había sobre la encimera misteriosamente se mueve y se cae al suelo. Sola.
¿Alguien ha visto o leído Carrie?
"Cielos, estoy a dos acciones represivas más de hacer que los vasos estallen en las estanterías jajajaj!"
He agarrado la sartén al vuelo. ¡Menudo susto! ¿¿Pero qué rayos ha pasado??
Sonrío. Mientras me lavo los dientes, sonrío de nuevo.
Sigo perdiendo peso. No he hecho mis rutinas diarias. Salgo de casa, tomo un camino diferente para ir al trabajo.
En cierta incorporación me pasa desapercibido el cuarto coche que bajaba a toda velocidad la vía, teniendo que dar un volantazo. La conductora, ni se inmuta.
Los siguientes doce kilómetros vuelvo a conducir reflexionando sobre la carretera. Y sus posibilidades.
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