En la última semana he visto Oceans Eleven por partes. De noche, leo. Y el resto del tiempo llevo unos cascos inalámbricos de color blanco, que me tapan las orejas. 

Apenas tengo tiempo para escribir, pero no importa demasiado porque he dado un carpetazo sobre la mesa respecto al anticipo del año pasado que todavía me deben, y no he recibido respuesta. Yo tengo otro proyecto, mucho más libre, que quiero enviar, pero lo tengo paralizado porque el segundo libro de la colección que escribo tiene fecha de entrega. Aunque al paso que vamos, lo mismo ni se publica (al menos, no de mi mano).

Al volver del trabajo suelo ver un poco la tele. Pero poco. De ahí que haya decidido tirar de librería y ver que tengo apetecible para revisionar. Empecé por Seda. La película carece del fino sentido del humor del libro. Luego vi la de Dany Ocean que me pareció divertidisima. ¡Ah! Y ayer, casi lo olvidaba, vi El Talento de Mr. Ripley. Me parece que en esa película Matt Damon lo hace muy bien. ¿Os habéis fijado en que siempre tiene papeles de superdotado? O es un espía muy fuerte, o un chico muy listo (esa es buenísima, en la que trabaja limpiando una Universidad y es más listo que todos ellos juntos, pero tiene mucho miedo. La escena del bar en la que le dice a uno algo como: "Y entonces descubrirás que toda tu educación podía costearse con los 5 dólares de multas por retrasos al devolver los libros en la biblioteca..."). ¡Jajaja! Cómo me gusta esa escena, me encanta él en esa escena. No sé, este chico me recuerda mucho o a mí se me parece mucho al libro El Guardián entre el centeno. En esa escena, me recuerda muchísimo a Holden hablando de los colegios pijos. Decía "Pencey es una cueva de ladrones..." 

Ese, por cierto, es uno de mis libros favoritos... el pobre está tan perdido y tan solo que... en fin. 

Me encanta el cine, el teatro..y las historias.

El caso es que... me desperté antes del amanecer..... Y pensé: "Vaya, hoy que es sábado y podía dormir más..."

Encendí el móvil.

3,45: sms Vxxx: "Hola Nelly, te mando ese vídeo de los sonidos del que hablamos. Si te gusta, busca más".

¿¿??

Un vídeo con sonidos ... y una chica con insomnio. Bueno, parece bastante adecuado.

Lo puse y estuve como una hora y media escuchando sonidos. Pero no escribiría esta entrada sino fuera porque llegué a uno ... cuyo fondo era.. un corazón. Un corazón rítimico. Lo que me recordó el fondo de la melodía de la que hablaba (instrumental) el otro día. Y empecé a preguntarme si dos ritmos, uno superpuesto sobre otro -constante- no tenía algún tipo de efecto ... desconocido. 

Especialmente cuando el constante imita un corazón y el segundo ritmo es es... no sé qué palabra busco. 

...Modifica el primero. Sin cambiarlo. 

La música... son matemáticas, después de todo. El ritmo es una repetición predecible de las cosas. Lo que hace que sea tan hermosa, es como interactúan unos instrumentos con otros. 

Le pasa lo mismo a las palabras. 

(Esto no es mío, vale, esto es un fragmento del libro del actor, y a su vez, es una cita):

-¿Qué estás haciendo Nasruddin?, ¿has perdido alguna cosa?

-Sí, estoy buscando mi llave.

-¿Y estas seguro de haberla perdido en este lugar?

-No

-¿Dónde la perdiste, pues?

-Allí.

-Entonces, ¿por qué estamos buscando aquí?

-Porque aquí hay luz, allí no.

¡jajajaj!

Qué bueno es.

Las palabras son como la música, al final llega un momento en que se está creando todo a la vez. (cierro el libro del actor, pues si os soy sincera lo he abierto al azar y ha salido eso. No quiero leerlo porque le echo de menos). 

Lo que intento decir es que no habría música sin persona escuchándola, se crea a la vez. Así que allí tienes un montón de sonidos y matices hablando entre ellos, y ... contigo. En realidad no tengo muy claro lo que trato de decir.

Es difícil intentar pasar el mundo sensorial a palabras.

Al final va a ser cierto lo que me dijo él: "Al cerebro hay que hablarle en cerebrés..."

Y parece que eso... en parte, es con música.

¡¡buen finde!!!

=)