Las expectativas
Ayer por la mañana, Youtube me mandó un audio de ese señor que escucho (se llama Jose Miguel) cuyo título era: expectativas.
A estas alturas, me fío lo suficiente de lo que sea que me manda audios en un orden determinado, como para escuchar uno varias veces, si me llega repetido. Lo que tiene su gracia porque horas después, hubo una lectura en la parroquia que me hizo fruncir el ceño y la siguiente lectura por error fue la misma, jajajaj! El cura se enfadó con los que leían pero yo no, necesitaba oírla dos veces. ¡Jajaja! La primera me había quedado con una palabra con la que no estaba nada de acuerdo. Y al repetirla, vi que más bien había que quedarse con el conjunto global del texto. Aún así, estaba desfasado. A lo que siguió un debate sobre la crisis de valores de occidente, que terminó en que yo mandé un mail a alguien al llegar a casa. Por cierto, la Navidad es la antigua fiesta de Saturnalia. Las cosas no ocurren como creemos que ocurren. Eso no significa que no haya una razón o una verdad por debajo de lo evidente.
Volviendo al audio. Estoy buscando al autor, a Jose Miguel. Realmente, para darle las gracias. La historia de este audio comienza (siempre partiendo desde algo personal suyo) con la manera en que nos formamos expectativas y el porqué. Veréis, muchas veces en las enseñanzas budistas me encuentro el resultado de un estado mental, pero es tan difícil llegar a él que provoca "cierto rechazo" a tu situación actual (estado) y de por sí sólo genera enfado. No de forma evidente, pero te enfadas contigo misma porque no puedes avanzar hasta entenderlo. Sin embargo, si alguien te explica primero por qué tu cerebro trabaja en base a expectativas la cosa cambia. Son necesarias. Es como cuando te dicen: "Nelly, no controlamos nada". Ya. Pero nadie que yo conozca en su sano juicio, sale a la calle pensando que puede morir. O que no controla nada. Empieza por decirme quizá que la falsa sensación de seguridad es necesaria para una vida sana. Y luego ya, a partir de ahí, hablamos.
El audio seguía con "una película" y las expectativas del que iba a verla (¿os suena? mi entrada anterior del blog casualmente iba de eso). Lo que me hizo reír. Y luego seguía con otro ejemplo de un viaje. Jose Miguel, con esa voz que tiene pausada y serena, comentaba: imagina que llegas a tal país, y al tomar un taxi el taxista es borde contigo. Tú esto no te lo esperas, y te sienta mal. Obtienes la misma reacción cuando pagas la cuenta en un restaurante, y más tarde, con el recepcionista del hotel. Cuando vuelves a casa, alguien te pregunta ¿qué tal el viaje? Y tú respondes: "Pues España está llena de gente borde".
Hasta aquí (yo escuchaba), bien, todo es correcto. Funcionamos así, es natural.
Y Jose Miguel, añade: Si, vale, tienes razón, tres personas te han contestado mal.... España tiene cincuenta millones de habitantes. Entonces son bordes pero.... ¿Todos?
¡JAJAJAJJA!
Y allí estaba yo, con mi café, en mi cocina, riéndome igual que me río cuando el Muso me dice cosas que me hacen reír.
A continuación Jose Miguel dice: "vale, mal tú que has juzgado a todo un país por tres respuestas, pero peor es lo del otro. El que te escucha, ha juzgado todo un país SIN CONOCERLO..."
Ups. No... no había caído en eso.
"¿Quién juzga algo sin probarlo? ¿Te parece una posición razonable?"
No, claro, pensé, aunque tres te contesten mal, no todos en el país son bordes. Es más, la bordería es una causistica sin continuidad en el tiempo. Tú no eres borde todo el día, eres borde, a veces. Eso lo aprendí con el Muso. No somos iguales, siempre. No somos "estancos", somos "continuos", si lo preferís así. Aunque con ciertas predisposiciones que se mantienen con poca variación. Hablo más de ... no sé, percepción. Formas de discernir el mundo.
Había acabado mi café cuando dijo que, de guiarnos por las expectativas, en China tienen mucha paciencia, en México se pasan el día durmiendo y comiendo nachos... (de nuevo me entró la risa) y en Italia todo el mundo es mafioso.
Escena restrospectiva: Hace muchos años, yo tenía en la mente dos imágenes de México. La primera era de la ciudad, muy contaminada, que salía en los telediarios porque las autoridades recomendaban no abrir las ventanas. La segunda era un anuncio de la marca de tomate frito Orlando. Donde dos señores dormitaban bajo un cactus y llevaban un sombrero mexicano. Veréis, esto también me pasa con espacios geográficos de Madrid, no sé conectar ciertas zonas de la ciudad.Conozco dos calles y camino por ellas, pero cuando al cruzar una esquina veo la otra zona que conozco me maravillo de que siempre hubiera estado ahí. (No es broma, no sé llegar andando de Manuel Becerra a Prosperidad, y sin embargo, cuando hago el recorrido con amigos es como... no sé, es super raro). Así que cuando mi madre me dijo, siendo muy niña, si yo pensaba que México eran dos señores dormitando bajo un cáctus... y entonces me vino a la mente, de golpe, la imagen del telediario de la ciudad super contáminada... pues aprendí. Creedme, experimentar eso es algo bastante curioso.
Si quiero recrear esas sensación no tengo más que irme andando con un amigo a la casa de otra amiga. Esta en un lugar de la ciudad que conozco pero tengo "aislado". Cuando yo era más joven (recién llegada a Madrid) daba paseos de hora y media y volvía andando de Ciudad Universitaria a Legazpi. Hay zonas que sé conectar muy bien, pero hay otras que pueden estar al lado y soy incapaz de ubicarlas. Porque a ellas accedo en metro. Es algo super curioso.
A continuación, en el audio, Jose Miguel decía que en España nos pasábamos el día durmiendo la siesta y bailando sevillanas.
¡Alto!
Di para atrás al vídeo. ¿Ha dicho "pasarnos" el día? ¿Nos? ¿Nosotros?
"En España nos pasamos el día...."
Pero... pero este señor... es argentino ¿verdad? Yo esperaba que lo fuera. Tiene gracia, en un audio sobre expectativas.
El audio continuaba: "Yo vivo en España, soy español..."
No! qué va....
¿¿Es español??
Hum. Qué cosa más rara.
Bueno, el audio seguía diciendo que sólo teníamos el momento presente. Yo no estoy de acuerdo cuando él habla del futuro y de que no existe, tengo mis razones para pensar que el futuro puede que ya esté ahí. Pero este señor se empeña mucho en decirlo, y yo le hice caso. Más por una elección de vida que por otra cosa. Llevaba un buen rato comiéndome la cabeza con lo mal que iban algunas cosas en mi vida, cuando Jose Miguel decía: "¿acaso sabes o tienes algo más que lo que tienes ahora mismo, que es el presente? Deja de preocuparte por lo que (no existe) todavía no está...
Tenía razón.
¿De dónde me saco yo que siempre me iba a ir mal con los chicos? Por aquello del actor... ¿qué más da? ¿Acaso no cambian nuestras vidas de repente? ¿Acaso no podían ser dos circunstancias casuales, como las del taxi, y me hacían prejuzgar una vida entera? Mi presente era una taza con poco café.
qué liberación!!!
Ay, una taza con poco café. Qué felicidad de repente.
"Presta atención a tu presente, tienes que estar en él" decía Jose Miguel.
Pues tienes razón, pensaba yo.
Y justo en ese momento me llegó un mail. Al móvil.
El Actor.
No, en serio, ¿de verdad no veis cosas extrañas en cómo sucede todo?
Allí estaba, el mail del actor. Renuncio a las expectativas... y me llega un correo suyo.
El mensaje decía: "Te iba a escribir pero leí tu blog.... y una canción en inglés"
Sonreí.
Desde luego sabe cómo comunicarse conmigo.
Intercambiamos unos cuantos correos mientras mi mente analizaba posibles finales a esta historia. No puedo evitarlo, de verdad que no, soy una "anticipación" con patas. Soy feliz metiendo las cosas que voy a hacer en una agenda, con diez días vista. Me tranquiliza.
Y tras esto, me puse a investigar a Jose Miguel. Veréis, hace un mes le mandé un mensaje pidiéndole una entrevista (en verdad mi intención era otra: darle las gracias). No contestó. No le di importancia, pero luego le escribí por facebook, y por Youtube. Seguía sin contestar.
"Bueno, es probable que haya decidido no contestar a los mensajes, dado que tiene trescientos mil seguidores...". A lo mejor había tenido alguna mala experiencia.
Ayer, y a pesar del audio de las expectativas, empecé a preguntarme: ¿Y si no está? ¿y si le ha pasado algo? Tal idea me llevó a su canal, donde con estupor (ya os dije que Youtube, por algún motivo, no me manda los vídeos en orden, ni me deja ver cosas suyas en el orden normal) me mostraba audios grabados hace 5, 4... y hasta 1 año.
No había nada más reciente.
"Oh, no. ¿Y si se ha muerto?".
De repente el café ya no era un momento feliz. Sino de angustia.
Y aquí pasaron dos cosas. La primera, me entró una tristeza tremenda. La segunda: me dio miedo saber. Veréis, resulta que ese hombre también tiene capacidad para comunicarse. Cosa que ocurre muy pocas veces.
Yo quiero darle las gracias... pero la idea de pensar que igual... ya no está.... ufff! no sé, a lo mejor debería no saberlo.
Mi curiosidad me llevó a averiguar que tiene una hermana. Su profesión y su página de facebook. Pero no me atrevo a preguntarle.
En fin.
¿Dónde estará ese señor? ?¿Desde dónde graba?
Saludos!!!
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