Voy más lenta que el caballo del malo. Y si no fuera porque me conozco, y ya me conozco, me preocuparía. Pero no es el caso, voy a terminar la novela en menos de un mes. ¿Que cómo lo sé? Es fácil. Estoy revisando hasta el capítulo 3. Es decir, reescribiendo. Esta parte es terrible, pero si quieres que el libro pase de bueno a genial, hay que hacerlo. La razón es la siguiente: muchas cosas que llegan de cierta forma al lector no están construidas por lo que crees que están. Me explico. Tú ves un estanque pintado por un pintor impresionista. Y dices: "Aah!" Y claro, piensas en azules y verdes. Y coges un pincel y tiras al azul y al verde pero no... 

Resulta que no es así.

Si te acercas (igual que se te acercas a los muñecos que yo pinto en las servilletas) mar=verde+rosa+azul+amarillo. Vamos, tú jamás emplearías el rosa en un mar, ¿verdad? Pues está. Del mismo modo que los muñecos son círculos semiacabados, dentro de triángulos y con una esfera redonda en el centro. Yo veo eso, tú ves un ojo manga. Y cuando alguien lo ve, dice: ¡mira, pero si tiene vida!

Curioso, ¿verdad?

Son lenguajes. 

Así que si quieres llegar de cierta forma al público, no basta con que lo escribas. Hay que saber cómo escribirlo y ahí entra la parte de leer mucho. Porque aquí, la que suscribe, es una copiota. ¡Jajaja! Os lo aseguro. Y cuando encuentro un autor que hace trampas me maravillo y quiero saber más. Trampas= trucos.

La palabra "trampa" no va mucho en este contexto.

Me refiero a camino. Sí, eso pega más. Claro que la gente no escribe pensando en qué camino utiliza, escribe sin más. Y eso está bien, en cuanto acabe de repasar estos 3 capítulos yo también escribiré sin más. Y a veces sale redondo, pero otras no. De todos modos, siempre requiere un repaso.

Yo hay cantidad de palabras que no emplearía porque me parecen innecesarias y cuando coges un libro que admiras ves que están ahí. Así que si los buenos autores lo hacen (y hay muchos buenos autores) es mejor armarse de un poquito de paciencia y hacerlo igual. Porque yo ya sé que en mi cabeza lo veo todo, pero se trata de regalárselo al otro. Y para eso hay que escribir bien.

Dicho todo esto, me voy a tomar un café.

Con un músico.

(Posdata: si os soy sincera, creo que tengo algún tipo de bloqueo. Pero no sé el motivo, puede ser el lenguaje demasiado visual u otra cosa... mejor me voy a tomar ese café).

Edito para añadir:

Me he tomado ese café con mi amigo músico... y dio la casualidad, cuando le enseñé una de las peticiones del editor, resulta que un amigo suyo trabaja en la empresa cuyo producto tengo que meter en la novela. Así que me ha explicado el producto.
De hecho lo lleva en el llavero.
Luego hemos hablado de personajes, de música, de actitudes, del mundo editorial, del mundo discográfico... De Stephen King (a él no le gusta, a mí sí, pero le conté la autocrítica de Stephen que explicó el propio autor en una entrevista y nos reímos mucho los dos. Dijo que si publicaba su lista de la compra del super vendería 20 millones de copias)

-Yo también estaría bloqueado, Nelly, si tuviera que escribir de acuerdo a las peticiones de otro-afirmó.

Al volver a casa... no había bloqueo. He acabado el capítulo 3 y comenzado el 4 en apenas 14 minutos.

Conclusión: encerrarme a escribir en una cabaña no sirve. Sea lo que sea lo que me mueve, tiene que ver con la gente.

Claro que esto también lo sabía.
Vaya con nuestro cerebro !!! 

¡CAPÍTULO 4 ALLÁ VAMOS!