Sin noticias de... ¿Gurb?


Hace muchos años (en los 90), Eduardo Mendoza publicaba un libro que si no me equivoco era la recopilación de una historia "por entregas" que había publicado en algún periódico, y cuyo tremendo éxito no se esperaba.

La historia trataba de dos alienígenas que llegaban a la Tierra. Uno de ellos adoptaba la forma de la cantante Marta Sánchez y salía a explorar Barcelona. El otro, cuyo nombre desconocemos durante toda la historia, se quedaba a esperar noticias. Como estas no llegan, finalmente él mismo decide salir a explorar. 

Al analizar nuestra sociedad con lógica "literal" ponía de manifiesto lo estúpidos que somos a veces y te reías un montón. En realidad el que no se aclaraba era él, pero ... era tan divertido leer su diario que poca gente no se echado a reír sola con este libro, con la consiguiente mirada atónita de los que le rodean (por ejemplo, en el metro). Desde aquel "En Barcelona llueve como su Ayuntamiento actúa. Pocas veces pero a lo bestia" al lo de "Recorro el resto de la casa perseguido por el mastín. Decido abandonar todo sigilo" (que es de mis partes favoritas), hay multitud de fragmentos que merece la pena leer. "Las tribulaciones del ejecutivo", la "inflacción", lo de "decodificar" (la encuesta de honradez sobre los políticos en un huevo de gallina. Y añade: al 80 % le parecen honrados)

El resumen es que el primer alienígena se adapta. El segundo no. El primero le propone amotinarse y el segundo contesta que ya es hora de visitar otro planeta donde será un gusano asqueroso, con mil patas y ocho estómagos...  es todo bastante simpático. Como la parte de las cartas a la vecina... en fin.

¿Por qué me he acordado hoy de este libro? 

Porque hoy me desperté con una extraña sensación. Para empezar, recordaba mis dos últimos sueños vagamente, pero no eran justificación a lo rara que me sentía.

Si mi diario fuera con el libro de Gurb. Sería este:

09:00 Me despierto. Levanto la persiana. Qué raro. He soñado con el trabajo. ¿Será que lo echo de menos?

09:03. Qué gran ventaja es tener manos y pies, y piernas y un estómago y una tripa... y dos ojos... y, en general, un cuerpo.

09:21. Llevo diez minutos admirándome de tener manos. ¿¿Se puede saber con qué he soñado hoy??

09:34. Definitivamente, qué feliz soy de tener un cuerpo. Respiro con mis pulmones, noto el tacto, la piel, el pelo.

09:50 Desayuno.

09:55 Me siento en la cama y me pregunto si cuando era niña tenía pánico a los perros porque uno me mordió siendo más niña aún (no recuerdo el mordisco). Y luego no dejé de tener miedo hasta que conocí a otro cachorro que fue mi perro durante muchos veranos. 

09:57 Cielos, ¿refuta eso la teoría de que nuestra mente viene del momento anterior siempre? Es decir: ¿y si las cosas no son porqué sí, sino que son por alguna razón?

10:03 Alguien me recuerda que debo ir a por el pan.

10:04 Me pongo en marcha. 

10:08 Dos perros están tumbados en la carretera. Los miro, me miran. Viene un coche. El coche pita. Los perros le ladran. El conductor del coche me mira. Yo los miro a ellos. Qué simpática situación.  Me echo un lado, el conductor esquiva uno. Me doy cuenta, mientras esquiva al otro de que no sabe si lo va a atropellar o no pues está totalmente fuera de su ángulo de visión.

10:09 "Y sin embargo se atreve" pienso. Como entiendo al conductor. Yo voy a ciegas muchas veces.

10:11 Compro el pan.

10:18 Regreso a casa pensando todo lo que voy a hacer hoy. Seguro que luego no hago ni la mitad.

10: 19 Me encuentro más abajo, en el cruce principal, a los dos perros negros, tumbados, en mitad de la carretera. Los miro, me miran. Vamos a ver... no alcanzo a comprender porqué -sabiendo como saben- que por ahí pasan coches cada 3 minutos han decidido plantarse justo impidiendo el paso. Se escapa a mi conocimiento lógico. Y encima están en pose de "cuadro de cazador" con las patas apoyadas en el suelo pero la cabeza erguida.

10:21 Oigo pitos, y ladridos. Miro hacia atrás. No puedo creerlo. Están molestando a propósito, y lo saben. 

 10:30 Llego a casa. Descanso. Uff, ha sido tanto el agotamiento de dar un paseo que me tiro una hora viendo la televisión. En una de las series sale un profesor de filosofía que dice "¿Qué tienen en común todas las personas? El que están convencidas de tener su versión de la verdad. Pero la realidad cambia a cada instante...".

11:30 Apago la tele. Interesante.

11:32 Medito.

11:50. Interesante.

11:58 Repaso la novela. Corrijo. Recuerdo la frase que escuché hace unos días al pasar por una calle. Dos personas iban hablando y justo cuando crucé por su lado, una le decía a la otra: "La práctica hace la perfección".

13:22. Termino la entrada del blog.

^_^
 Y sigo sin saber qué puñetas le pasaba a los perros.

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