En el gimnasio.

Esta semana decidí no ir al gimnasio. Lo hice para poder escribir a diario y porque pensé que estaría un poco más tranquila. Pero la experiencia me ha enseñado algo. Cuanto menos voy al gimnasio más pereza me da ir. Y lejos de acabar feliz y con energía la semana, el viernes terminé con un dolor de cabeza terrible (no es algo habitual) y los ojos rojos. Por no hablar de que me sentía como un elefante deslizándose por un tobogán de miel. Estaba pasando algo raro, me dije, tumbada en el sofá.

Decidí igualmente ir el sábado por la mañana al gim, sin estar preocupada por el horario de salida. Eso es lo que me estresa en mi día a día: lo hago todo por horas. Pero el sábado por la mañana no tenía prisa, así que fui al gimnasio y saludé a la nueva empleada que me recibió. Subí a la máquina conocida como elíptica y entonces recordé mi último descubrimiento: un canal de televisión de vídeos de música de moda. El cómo y porqué me vino eso a la mente es un misterio, pero me dije... "¡Ay, va, voy a poner a Kate Perry!" y a partir de ahí...  mágicamente, el entrenamiento de la elíptica que a veces no termino se me pasó en un pis pas.




Y ya no había modo de detener aquello: de hear me roarrrr a una canción de una reina egipcia que decía: ¿quieres jugar con magia? (..) pues espero que estés preparado para la tormenta perfecta... Y eso enlazó con otra que decía: "mum, told me no worry about my size..." (esa no es de Kate) y luego otra de Hot N Cold. Curiosamente, pensé que esta última me gustaría escucharla y mi ritmo en la máquina se volvió muy irregular. Tanto que la tuve que quitar la canción. ¡Jajajaj! Y entonces llegó Tylor Swift con su espacio en negro pintando óleos a su amante hasta que se vuelve loca y le destroza el mercedes. De esa canción lo que más me gusta es cuando dice "tengo una larga lista de ex-amantes, que te dirían que estoy loca". Me encanta como lo dice en inglés, además... es que es una canción muy sencilla de entender.
Y de ahí pasé a titanium de David Guetta y se acabó el entrenamiento de la máquina y empecé a pensar que ocurría algo raro. Porque mientras el prota del vídeo huía en bicicleta me subí a la cinta de correr y me hice dos kilómetros. Si hubiera podido, me habría ido de la ciudad yo también. 

No hay que ser un científico para sentir curiosidad por semejante... cambio.  

"Pues a ver si va a ser que echaba de menos el gim" me pregunté. "O a ver si va a ser que estoy enfadada por algo". 

Una vocecita interior me advirtió del consumo de datos. Normalmente, en dos vídeos me quedo sin tarifa... La siguiente canción era de Shia. Chandelier.  Pero me interesaba más esta:


"¿Qué significara "belong" en este contexto?" Me pregunté. No entiendo la letra, sólo algo de... "no tengo dinero pero te tengo a ti". No tengo "cash" dice. Pero ¿belong? Eso no es pertenecer??? (**lo busco: ¡jajaja dice be long, no belong. Se refiere a estar mucho rato)

Y luego puse Friday Night y aunque la vocecita me advirtió del consumo de datos esa canción me hizo reír tanto que dije: ¡¡¡qué más da!!!! ¡A la porra los datos, a la porra medir! ¡Que se gasten!

Me dejó de importar el gimnasio, la gente, que si uno te mira, que si el otro no se qué, me partía de risa con la fiesta adolescente de Kate y los padres diciendo: "Pero si Beca es un amor" jajajaj!


De ahí pasé a las pesas y dije: ¡se acabó!

No puedes darte un atracón de gimnasia después de 10 días sin hacer nada. No tiene el más mínimo sentido. Y lo raro era, ¡que no estaba cansada! Me lo estaba pasando fenomenal. y toda la culpa es de Katy Perry. 
Por algún motivo absurdo el vídeo del viernes me hace reír mucho hoy.

Después de toda esta extraña experiencia descolgué una colchoneta de su sitio y me puse a estirar. Estaba realizando un ejercicio que nos enseñó una profe y que dijo que era de "yoga". Yo no hago yoga. La profesora nos enseñó unos movimientos y dijo que eran mu buenos porque drenaban los órganos. (¡jajajajaj! ¡jajaja! ¡menuda estupidez! pensé yo cuando lo dijo). Esos ejercicios los conozco porque se me dan bien y es verdad que parece que estas retorciendo como un trapo húmedo de la cocina pero de ahí a usar la palabra drenar. Menuda tontería, me dije. Y ahí estaba yo, en la colchoneta, repitiendo el ejercicio y diciéndome a mi misma: "oye, ¿y si es verdad?" jajajaja!. Esto a veces me pasa, digo: "mira esto qué absurdo" y luego lo copio. Es terrible.

En estas estaba cuando una joven más baja, con menos años menos y ropa que yo, prácticamente se sentó encima mío para estirar ella también. Y eso es lo que no entendí. Y esa es la enseñanza del día. Semejante invasión de espacio suele provocar una repuesta inmediata: me aparto. Pero como me pasa a menudo de verdad que pensé: ¿en serio no se me ve o algo?

A veces, en clase de cardio y en clase de baile, levanto una pierna para que los demás vean hasta donde llega. Algunos entonces se apartan un poco. No soporto que me quiten espacio. Una cosa es hacerlo sin querer y otra es, de verdad, tener libre veinte metros cuadrados y venir a sentarte donde estaba yo. No lo puedo entender. Con un metro sesenta y nueve y 60 kilos yo creo que se me ve ¿no?

Pues nada. Sentada al lado, pegada. Y es que no teníamos nada que ver en energía. Yo estaba allí, sentada, super feliz, todavía riéndome por el vídeo de Katy Perry y estirando muy lenta, cuando la otra se sentó y levantó ambas patas hacia el techo (ya lo sabía yo) echa un nervio.

Entonces volví a ser consciente de los chicos de alrededor, y aquello no me gustó.

"Se ha cargado el momento" me dije. "¿¿Lo estará haciendo por los chicos?? ¿¿qué pasa que no tiene gimnasio suficiente?? ¿No estarán mirando para aquí, no?"

Todas estas preguntas me rondaba la cabeza cuando me dije: "No me voy a apartar. ¿Quiere estirar? Muy bien, estiremos".

Y yo seguí a mi bola. Lenta. Postura de yoga tal... respiro. Postura de yoga no se qué, respiro. Fui consciente del tema de las energías, otra vez. Digan lo que digan, la energía existe. Las personas vibramos de una manera o de otra. Y ella tenía un nivel de energía mucho más alto que el mío, pero  no parecía feliz, sigo sin entender porqué se pegó tanto a mí para estirar, un poco más y me da una patada. Yo simplemente, no me moví de sitió.  ¿Sabéis que pasó al no moverme yo?... se fue ella.

Y eso, ¡¡¡sí!!! fue una gran enseñanza.

Tumbada mirando al techo pensé: "ay va" jajajaj!! Es que me pasa a menudo.

Todos tenemos un espacio en este universo relativo.

Cuando me volví a incorporar, me sentía muchísimo más ligera que durante toda la semana. Y me di cuenta de que el malestar venía de la circulación. 

La moraleja de esta historia es: haz deporte con Katy Perry jajajajaj. 

JAJAJAJ!


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