Echo de menos mi ordenador grande. Es mucho más veloz. Pero este tiene otra ventaja y es que puedo escribir en cualquier lugar. ¡Con tan poco peso! Me lo puedo llevar a trabajar y durante mis descansos preparar la presentación de mis novelas en dos institutos (en marzo y abril).

Me vendría bien instalarle un sistema operativo más ligero que el Windows 10. Me sorprendió que ayer, cuando estaba en una cafetería llamada Swinton and Grant con dos amigas, escuché experiencias similares respecto a estos "trastos".

Yo soy muy analógica. El "wasap" me estresa. Y la verdad es que los ebooks no son santos de mi devoción.

Hoy por la mañana, al despertarme, de repente me he dado cuenta de una cosa. "¿Por qué no escribes una novela de adultos? Ya estás preparada..." Esa certeza en cursiva provocó una discusión mental en mi cabeza. "No, no lo estoy. Me lío con las motivaciones de los personajes", me recordé a mi misma.

Pero los ves.

"¿Y de qué me sirve eso?" Si luego realmente...realmente pierdo al personaje porque no me gusta su motivación o no la veo. Me enfado y la cambio. Y así no se puede escribir.

Copia.

jajajajaj!!!! Me río yo sola. "Copia" me dice mi pensamiento. Sí, ya. Ya sé de qué va eso. Claro, puedo escribir sobre un personaje sin entenderlo... puedo, de hecho lo sé hacer. Hay una parte de mí capaz de dibujar imitando, sin mirar la hoja, solo el original, a bolígrafo y con un solo trazo. Es un mecanismo extraño que me indica el camino correcto sobre un personaje. Hasta que yo me enfado y me niego a seguir. Porque el personaje es egoísta, o no tiene razón... o como veis lo juzgo. O directamente no sé por qué hace las cosas. O lo comparo conmigo. En cuanto toco el género adulto contemporáneo me pasa. Y me bloqueo.

Llegados a este punto, cuando expongo mis reparos, mi pensamiento va y me dice: pregunta.

jajajaja!!! Eso es trampa.

Los escritores se documentan, sí. Preguntan. Entrevistan. Pero es que yo escribo juvenil. Fantasía. No me siento cerca de esa imagen de escritor interesante que tiene que hacer entrevistas.

Pero mientras me preparaba un té con limón (en ayunas) y de esto que lo miras y dices: "¿¿¿se puede saber por qué me he preparado un té y cómo he llegado hasta el microondas con la taza en la mano???" desarrollé toda una idea de novela. Una idea fantástica. Que trata de vidas cruzadas, de interdependencia, de conexiones y que tiene su centro en una oficina de atención telefónica. La novela entera, el esquema (lo visualizo), los episodios (cortos), el mensaje (///no se cuenta////), y mientras empiezo a pensar si merece o no la pena el proyecto saboreó el té y esa voz mental me dice: "Mándala a Espasa". Sí, ya bueno, en Espasa me conocen pero por juvenil. No sé yo si les va a interesar una novela como la que "planteas", le digo a mi mente.

Me viene a la cabeza esa del Karma (no culpes al karma...) que no me gustó y que hasta le han hecho una película. Me la prestó un amigo actor. Y justo cuando pensé que menuda tontería y que el karma no existía se rompió una botella y jajajaj!! ¡es que fue tan ridículo! La novela acabó empapada, yo enfadada y tuve que comprar otra. Le regalé la nueva y la vieja la tiré. ¡Lo de la botella fue un accidente extraño! ¡Llevaba toda la tarde en la piscina diciéndome a mí misma que el libro estaría a salvo porque yo soy muy cuidadosa! ¡¡¡Y ENTONCES SE ROMPE UNA BOTELLA DENTRO DE UNA BOLSA!!! ¡ME LO EXPLIQUEN! jajajaja 

En fin.

Todo esto de la novela adulta tiene su origen en que he visto tres pelís recientemente: Magnolia, Vidas Cruzadas y La Tormenta de Hielo. Curiosamente, ya había visto las tres antes. Ni me gustaron entonces, ni me gustan ahora. Salvo quizá la de la tormenta. Pero no es un "no me gustan " al uso. Es un "me molesta que me enseñen cosas". En Magnolia odio a Tom Cruise. Bueno, no le odio. No le soporto, más bien. No puedo con él, en serio. Son las típicas cosas de personajes que me cabrean (de personas) ¡No puedo con tanta imbecilidad! ¡No puedo! cuando me viene alguien con esa soberbia o a contarme estupideces, o a decir que es el más guay... me enfado. Me enfado mucho porque yo no le voy a contestar lo primero que me viene a la cabeza. Y lo primero que me viene es: "Oye, ¿tú eres imbécil o me lo parece a mí? ¿es que no ves lo que haces?" Pero no puedo. Porque si paso de ser dulce y encantadora a soltar semejante bordería ... los voy a asustar (jajajaj!!!) Con lo cual, me calló... y curiosamente en este mundo humano al callarte... la gente no te ve. Bueno, no es que yo no sea transparente, que lo soy... pero debe haber algo que no ven. No lo tengo claro.

Por eso me lío con la narrativa adulta.

Así que resulta que en Magnolia todos los personajes acaban siendo algo diferente. O sufriendo como una especie de transformación. O más bien, ninguno es lo que parece. Desde la pregunta de la señorita al teléfono: "¿sigue queriendo los otros productos?" cuando el enfermero pide las revistas pornográficas... al "vergüenza debería daros" de Julian Moore ... ahí hay cosas para ver. Cositas que no vi la primera vez. Por ejemplo en la escena de la farmacia que es buenísima, la primera vez que vi la pelí pensé "una tía loca" y le di al avance rápido. Pero ahora no, ahora pensé "va a estallar" y mi pensamiento dijo (prejuicios). Gente juzgando. Claro que, realmente, al final la chica acaba haciendo lo que el de la farmacia temía. Por tanto, ¿hasta que punto mi manera de prejuzgar es mala? (me lo pregunto a mi misma)  Si parece un pato, anda como un pato y huele como un pato... ¡Lo más probable es que sea un pato! ¡La tipa acaba en el hospital! Por tanto cuando la lógica te dice algo... pues clasificas y ya está!

(a esto mi mente en cursiva no contesto)

Pero hay matices que antes no había visto en la trama. Por ejemplo, justo cuando estaba más enfadada (esa pelí es un dramón) y se me caían las lágrimas por la historia del presentador (que ya le vale... lo que resulta ser), y entonces intercalan a Tom Cruise en la casa del padre moribundo. Y empieza a decirle que si le duele morirse que se fastidie y yo avancé rápido con el mando. Por ahí no paso. Tanto, tanto odio. Que no. Pero luego paré el avance rápido, mientras me secaba tanta lágrima por la otra historia y de repente veo que Tom está diciendo: "no te mueras, capullo" jajajaja Y de pronto veo que estoy sonriendo y ¡no me lo puedo creer! ¡El puñetero Tom Cruise me cae bien! ¡¿¿¿¿CÓMO ES ESTO POSIBLE??!!!

¿Y todo este rollo a qué viene? Pues... ¡personajes! Humanidad. Ya sabéis, ese misterio que nos rodea. ¿Por qué las cosas son como son? Si es que son....Y todo eso.

Pero claro, como ahora lo que tengo que hacer es aprender a fluir... a lo mejor no debería preguntarme tanto.

Sea como fuere, ya puedo escribir de adultos. El mensaje que quiero dar es claro y divertido. En realidad esta novela solo trata de como "pequeños trozos" de nuestra vida al interactuar con otros van formando como un tejido. Como nuestro día a día. Realmente no vemos el porqué de las cosas que nos pasan. Sólo vemos cuando nos pasan. Pero no de donde vienen. Sería muy curioso poder ver su origen. Y si cruzas esas vidas... lo que pasa.

¡¡Y lo dejo aquí!!!

Feliz domingo!!! =)