Me acabo de terminar este libro que es, por cierto, muy fácil de leer. Y tiene algunas frases y algunas palabras estupendas para aprender técnicas narrativas.

Ha sido un libro interesante pero...la verdad, no sé si me gusta o no (la historia). El libro es maravilloso, pero una cosa es lo que está escrito y cómo está escrito, y otra es lo que piense yo del asunto. Tengo que conseguir la película o bien leerlo otra vez. El libro no tiene malos, ni buenos. Sé que hay una parte que me gusta mucho y es cuando Frank deja de contar el tiempo. Aquello de: "su vida empezaba realmente por las noches". Cuando llegaba a casa, cuando se ponía a conversar con su esposa. Pensé que lo habían conseguido, ¿sabéis? Que el autor dejaría eso ahí y sería una especie de novela de "vida de los vecinos" y saltaría a la siguiente casa. Pero no.

Ni siquiera eso les dura.

Así que lo voy a leer otra vez. Puede que hoy no, pero este libro requiere otra lectura más. 

El final, no obstante, sí que a la primera me ha llegado al alma porque lo que hace la señora Givings es algo que he visto a mi alrededor, y lo que yo llamo una tremendísima inchoerencia pero muy habitual en el ser humano. El chismorreo. Pero no un chismorreo de "uy, mira, creo que ha pasado esto... ¿qué habrá sido? ¿qué ocurrirá?". No. Peor. Es como paso de "soy tu amiga del alma y una vecina encantadora, tengo que pedirte un favor ..." a..."oye, los Wheleer eran un poco raritos, ¿verdad?".

Este libro muestra en varias partes cómo las personas reaccionan de una manera cuando están sintiendo otra cosa. Supongo que nos pasa a todos. Pero reconozco que el impacto de las decisiones de unos en otros...me ha sorprendido. 

Pero no tiene "malos". No encuentro un solo personaje al que convertir en un ideal. Ellos parecen interesantes pero él está atrapado, y la actitud de ella por no hablar de cierto acto, tampoco es estupendo que digamos. Los Campbell, que parecen "sosos" o, digamos, "amoldados a esa vida del extrarradio", parece (por favor, entrecomillemos esto mucho) """vulgares""", normales, sin interés. Sin pasión. En muchos puntos casi se describen con una vida mediocre. Pero me gusta eso del marido que: "su mente encajaba el golpe, reaccionaba y luego dejaba para después el pensar en ello". O sea, práctico. Ese detalle me gustó. Sabe reaccionar ante la cosa más imprevista que le digan, reacciona, y luego ya... ya pensará en ello.

Ninguna situación es "perfecta", ningún personaje es feliz todo el tiempo. Y durante el breve período que sí lo son es porque están pensando escapar. 

Mi pregunta es: ¿y no hay forma de que la vida sea de otra manera?

Es que no puedes llegar a los Wheleer y preguntarles: "Oye, ¿por qué no os mudáis a la ciudad?" o "¿por qué no alargáis ese período maravilloso de complicidad?" A los Cambpell no les preguntaría nada. Creo que son el tipo de personas con las que se puede hablar sólo de cosas prácticas. Fútbol, recetas,... no sé, el color del césped. Es que no sé qué les puede gustar a los Campbell. 

A la señora Givings la zarandearía. Su marido directamente, pasa. Pero... esa mujer es terrible. El final no se lo perdono. La gente es una chismosa. No pienso volver a chismorrear en la vida (bueno, no es que yo hable de los demás, pero sí que me gusta preguntar el porqué de las cosas porque, oye, son formas de vivir diferentes. A lo mejor se aprende algo). Bueno, no, la verdad es que soy una cotilla. A cada cosa que me entero me dan ganas de preguntar: "ah, ¿y por qué?". Y duraría eternamente: y por qué y por qué y por qué...

Y una vez que lo tengo todo claro, se puede escribir y así está "ordenadita" y maravillosa, la realidad, jajajajaj!!!

Saludos!!