Bueno, ¡se acabó! Necesito vuestra ayuda para entender el gran misterio de la Realidad. Yo os explico mi día y vosotros me decís quién es mi compañero. Y, de paso, quién o qué es Coso. ¿Vale? Y, entiéndase por Coso, ese misterio inexpugnable al que no hay manera de acceder... salvo para tocar las narices de vez en cuando y acertar cosas imposibles de explicar con la "casualidad".

Vosotros leed la entrada y por favor, ¡dadme ideas!

Venga, vamos a ello.

Superando una pequeña fobia me digo por la mañana: "Vas muy bien, ¡vas fenomenal! ¡Pero mira qué bien haces todo!", acto seguido -si la fobia es tener miedo a las cajas de cartón (y vamos a ponerlo como eufemismo para no desvelar qué es)-, salgo de casa y me topo por casualidad con un repartidor con las manos llenas de cajas.

¡¡Cara de pánico!!

Y a salir como se pueda de la situación.

Ok. No pasa nada.

"Ya es casualidad" me digo, "que el día que casi lo supero sube cinco niveles la dificultad. ¡No es justo!"

Y aún así, lo he hecho muy bien. 

Vuelvo de comprar algo para comer en la cafetería, tomo el ascensor para ir a mi puesto, me viene a la mente el repaso a mi atuendo que ha hecho una compañera (o por qué las mujeres se miran la ropa de arriba abajo) y me digo, complacida, observándome en el espejo del ascensor:

"Te ha mirado porque llevas unos pantalones nuevos y vas guapa. Y eso es lo que querías, así que ya lo has conseguido. Y, a partir de ahora, además, esto va a ocurrir muchos días, porque es lo que tienes que hacer... ¿Ves lo mona que vas? Por eso te miraba. ¡Ay, qué orgullo!"

Dos minutos después la tapa de mi café para llevar se rompía, y tras levantarlo salió literalmente volando para aterrizar sobre mi fantásticos pantalones nuevos de color beige. Dejándome completamente patidifusa y "moccateada". ¿Por qué, Oh, Coso, me haces estas cosas?

Sigamos adelante...

Me siento junto a mi compañero (ayer), me entra el pánico por una cosa, y creo que lee mentes. Y le digo a mi yo interior (para que se calme)

"¡No LEE MENTES, VALE?! Es Humano!!! Los humanos no leen mentes... así que cálmate, porque no sabe cómo eres por dentro. Es más, mira, si supiera leer mentes, ahora hablaría de las diferencias entre EL PROCEDIMIENTO A y el PROCEDIMIENTO B, que llevo semanas con la duda... mira cómo te lo demuestro" y le digo a mi yo interior, con retintín, en pensamiento:  "Compañero, compañero, si lees mentes, venga, explica la diferencia entre A y Beeeeee....¿lo ves? No lee mentes" le digo a Coso.

Mi compañero está hablando con otra compañera sobre un tema relativo a una queja, y de repente, va y dice:

-Bueno, como sabes, ahora está el PROCEDIMIENTO A y el PROCEDIMIENTO B. Te voy a explicar las diferencias...

Así, sin más.

Y sin ser necesario, claro.

(Imaginad mi cara)

-Y te voy a contar las diferencias entre procedimiento A... -me mira-, y el procedimiento B.

Me mira y me resuelve la duda. Duda que yo no he dicho a nadie en voz alta.

(¡ay, que sí me oye, ¡me oye pensar! ¡Oh, cielos, me oye pensar!)

¡¡¡¡me oye pensar!!!!

Vuelvo a mi sitio.

Petrificada. 

(¿Y si no es humano?)

Me acuerdo del día aquel en que, levantándome y preparándome para ir a trabajar, le dije a mi yo interior:

"Pues me da igual si está o no en Venecia porque lo que te ASEGURO es que hoy está de vuelta en la ciudad. Así que deja de dar por saco con tantos celos porque HOY no necesitas tener poderes para saber que está en Madrid. ¿Vale? En Madrid. Así que para ya con tanto Venecia y Venecia... Que te aseguro que se ha despertado en Madrid.".

Bien, llego a la oficina, me acerco a él, y él está hablando con otra persona y de repente dice:

-Imagínate que esta mañana me he despertado en Venecia. ESTA MAÑANA -recalca mirándome-, estaba allí. En Venecia.

((De nuevo, imaginad mi cara))

Lo dice de manera "random". No hay relación entre él, mi yo interior, y la otra persona. Es todo muy absurdo. 

Y creo que es casualidad.

Diréis, "No lo entiendo, Nelly". 

Otro ejemplo. Estoy  meditando y en lugar de seguir las instrucciones del guía me da por pensar en sentir mis pies. Que no es nada ortodoxo. Y le digo a mi yo interior (o Coso):

"Bah, pues mira igual has descubierto algo. No es normativo, ¿y qué? Pues si sintiendo los pies, sientes todo el cuerpo, haz lo que te de la gana. Nueva técnica, sentir los dedos de los pies ¡ching ching! ¡deditos de los pies!"

Dos días después, no sé de qué estamos hablando y va y me pone en el programa Teams un gif de unos deditos de los pies, moviéndose.

Mi cara es de pánico.

¿Cómo sabe...?

¿Quién le dice...?

¡¡Y POR QUÉ YO NO TENGO ESOS PODERES????!!!

Me tengo que conformar con no entender nada, con acertar números, con saber cosas, y él QUE LO SABE... no me cuenta!!!

Esto,.... si damos por hecho que puede ser verdad.

Si no damos por hecho que puede ser verdad, es decir, si nos movemos en la teoría de "A ti te parece que lo es pero en realidad obedece a causas explicables", entonces Coso existe y está entre-medias.

Diréis, ¿el qué?

Sí, a ver. 

Tomad todo lo que os he dicho como que el compañero no sabe nada. ¿De acuerdo? Bien, pues quedaros solo con lo que "yo" hablo con Coso. Si lo veis así, mi compañero es totalmente inocente. Él estaba resolviendo una duda y le dio por ponerse a explicar la nueva operativa de procedimientos de quejas que nadie le había preguntado. Él abrió la colección de gifs de su ordenador y le dio por poner unos dedos de los pies sin tener relación con la conversación aparente y a él le dio por enfatizar que había despertado en Venecia con énfasis y por causas nada relativas a cierto ataque de celos. Es posible.

Es absolutamente posible.

Pero extraño.

Una vez vi un "casi choque" en un semáforo junto a mi casa. Yo ya había aparcado. El semáforo estaba rojo, dos coches estaban parados. El primero, arrancó por error. Pasó el cruce, ignorando que se había saltado el semáforo. El segundo coche lo siguió y el primero ya había desaparecido. Una chica que conducía con su semáforo abierto frenó en seco, pito y se puso a gritarle. El otro conductor estaba contrariado.

La chica "inocente"... bueno, era fácil sentir lo que sentía ella. Gritaba, le preguntaba que qué hacía, le decía que cómo era posible... etc. El conductor infractor estaba desorientado. Pidió perdón. La otra chica gritó más. En fin.

Yo, muda, observé todo y me di cuenta de una verdad terrible: ninguno sabía nada del tercer coche.

La causa de lo que yo estaba viendo, era un coche que ya no estaba allí. Un coche que se saltó el semáforo haciendo que el que lo seguía arrancara también. Vamos, es que tenía una visión tan privilegiada de la escena... al arrancar con tanta suavidad y pasar tranquilamente, el que lo seguía arrancó y avanzó creyendo en verde el semáforo y al casi chocarse... se sintió muy confuso. Y la otra gritaba con toda la razón que quién es ese idiota que se salta el semáforo.

Ninguno veía al tercer coche.

El tercer coche ya había salido de su campo visual. Luego ahí tenemos 3 causas. Y solo yo conocía las 3. 

Esos hombres se fueron a su casa, (esas tres personas) sin saber la totalidad del asunto. El que provocó el "casi accidente" no lo supo, la chica que bajaba en sentido correcto con semáforo abierto llegaría a casa contando que un imbécil casi le da por saltarse el semáforo, y el conductor "infractor" tenía tal cara de pánico y de no entender qué acababa de pasar que casi me dieron ganas de consolarlo.

Bien, pues aquí pasa algo más que yo no veo. Hay un tercer coche.

O mi compi lee mentes o da igual si las lee o no las lee. ¡Cachís! ¡No soporto esta ignorancia!

Ideas, internautas. Por favor. ;)