En el que dejo "Las propiedades de la sed" y empiezo "Tumbuctú" y veo "Inside Out 2"

Hay gente que dice: "Si empiezas una novela hay que acabarla". Como si fuera una especie de empresa personal que requiere un código de conducta inquebrantable. Yo no pienso así. Salen más de trescientos mil títulos nuevos publicados al año, ¿de verdad dispongo de tiempo suficiente para acabar algo que no me gusta? 




Suelo saberlo en unas veinte o veinticinco páginas... así que llevaba esas leídas de Las propiedades de la sed, cuando caí en la cuenta.

"No es el momento para leer este libro..."

Puede que lo sea la semana que viene. O la siguiente. Pero ahora, no. El motivo es que me sentí como leyendo a Joyce Carol Oates, o dicho de otra manera: no me gusta tener que adivinar quién habla. Tampoco me gusta esa manía de iniciar una frase a mitad de la página con una palabra...

                                                                    oso

"Era un día nublado".

¿Por qué has escrito "oso" a mitad de la página? Y ya tienes que hilar lo que ha dicho hace tres párrafos con un inicio de nueva sección en la que habla de una receta de cocina (y nada tiene que ver, ¿qué pinta ahí el oso?) Me estoy leyendo un libro, no he comprado un producto audio-visual. No estoy compitiendo con las redes, no quiero ver una película, tampoco es un rompecabezas. Lo que quiero es leer.

Puede que sea muy "de escritura creativa", pero -sinceramente-, el párrafo aquel de Middlesex en el que Eugenides me cuenta que un personaje muere sin contármelo le da mil vueltas a la palabra Oso escrita en medio de una página, entre dos párrafos que nada tienen que ver. Aderezados con una receta de cocina incompleta.

Sospecho que pretende hacerme creer que la madre de la protagonista pensaba así. Pero me da igual.

Tras unos cuantos recursos narrativos similares. Frases de una sola palabra. Inconexiones en la trama. Voces de narradores caóticas. Ausencia de discurso... dije, "mira, paso, esto se me está haciendo cuesta arriba". 

(Si algún crítico me lee, seguramente dirá: ¡qué ignorante! Y lo soy. Soy la tía más ignorante del planeta... ya os digo que la semana que viene puede gustarme mucho, es solo que ahora no me apetece este esfuerzo. Lo único que he logrado descubrir es que acaban de atacar Pearl Harbor y mientras la protagonista se empeña en deshuesar un pollo yo me pregunto por qué no me lo cuentas de otra manera...) No deseo hacer el esfuerzo de pasarme tres horas preguntándome por qué el narrador eligió poner a cocinar a la chica en lugar de ver cómo se derrumba. Y si es esa tu intención, por favor me da igual el pollo. Me da igual. En fin.

Así que empecé Tumbuctú.

Este sí tiene un hilo narrativo coherente y estructurado. Es el perro de un vagabundo.

Tuve que parar la lectura para ir a comer a casa de un amigo. Toqué todos los temas, humanos, políticos, trascendentales, que se me ocurrieron mientras analizaba la conducta humana al microscopio y mis amigos se reían, algunos sorprendidos, pues estoy harta de las etiquetas y de que no nos demos cuenta de que las personas están por encima de las ideas. Y mientras ellos decían: "uno de izquierdas y uno de derechas no son iguales", yo gritaba a los cuatro vientos que el final de libro Tuareg es prueba de que lo digo es cierto. 

-Pensad esto: ese señor con el que has discutido en el autobús se cae en una zanja y tú le ayudas. Él te ve a ti en apuros y te ayuda... sin embargo, ¡habláis de política y os odiáis! ¿¿¿Es que no veis que seguís siendo los mismos que hace treinta segundos, cuando os ayudabais??? ¿Qué ha cambiado??

Mis amigos, divertidos, continuaron el debate con vino.

-O sea que si tú viajaras al pasado no matarías a XXX de niño.

Alcé las cejas.

(no se trata de quién sea el otro, se trata de qué acto acometo yo)

-No.

-Pero estarías salvando gente.

(no se trata de quién sea el otro, se trata de qué acto puedo o no puedo acometer yo). Lo dijo Jack Sparrow: "lo que de verdad importa es lo que un hombre puede hacer... y lo que no". 

Había bebido demasiado para pensar: "No es legítimo". La palabra legítimo y yo tenemos una estrecha amistad. Hay cosas que son legítimas y cosas que no lo son. 

-Es que no te corresponde tomar esa decisión -contesté.

Es que no puedes.

Me creía la mar de coherente en mi castillo de creencias, hasta que una publicista (je je je) me miró y me dijo:

-Eva, ¿y si el que se está ahogando en ese río y tú puedes salvar es un asesino? ¿Lo salvarías?

Alcé las cejas.

(buena acción=sufrimiento para miles de seres)

Digna rival.

-¿Salvarías a todo el mundo?

Consulté a mi yo interior.

Espacio en blanco. Todo lo que pude sacar fue (no estás en esa situación). Y espero no estarlo nunca. Al menos, no lo estaremos si no inventan los viajes temporales.

-¿Alguna vez habéis pensado en los que trabajaban para ganarse un sueldo en la Estrella de la Muerte? -dijo de repente uno de mis amigos.

-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJA!

Me reí y añadí:

-Qué buenas ideas para hacer relatos.

El de salvar a un asesino ya lo recoge la novela Monster. Un médico japones toma una decisión moral: no opera en primer lugar a un hombre importante, político, y sí decide salvar a un niño anónimo que ha llegado herido al hospital. Toma una decisión ética,... y el niño resulta ser un asesino. La trama se complica mucho y es una novela magistral.

-Las ideas son más importantes que las personas -dijo otro asistente.

-¡NO! -contesté-, no... 

¿Por qué no lo ven?

-Las ideas hacen que los hombres estén equivocados. Nada más. Pero siguen siendo hombres.

De nada me sirve hacer filosofía, el mundo no funciona como yo quisiera que funcionase. Somos seres emocionales.

Tras esto, arrastré a un amigo a ver Del Revés, 2.


Casualmente, habla de creencias.

Tranquil@s, no la voy a destripar. Es que no hay nada que os vaya a contar que no sepáis ya por el trailer más diminuto.

Esa que veis es ansiedad. La pequeñaja naranja.

El caso es que estaba viendo la película y pensé:

"Pues... parezco yo... casi todo el tiempo"

Y

"No sé... es útil, ¿no?"

Ansiedad es  útil. Te vuelve eficiente.

Eso me dije a mi misma. Pero es que a la ves es terrible. Y le dije a mi amigo:

-No sé... me recuerda mucho a mí.

Y mi amigo, riendo, contestó:

-Sí, el problema es que las demás no están.

-¡Jajajajaj! -me reí.

(Pensando: "cielos")

A ver... ansiedad es eficiente. Pero... ejem.

Como la dejes a los mandos.... En fin, que vayáis a ver la película XD

¡Buen fin de semana! 

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