Leo... leo... leo...

Nos empeñamos en no existir

(Presta atención a esa frase)

He seguido avanzando en la lectura de Greene. Me quedan seis páginas.

-¿Cuál? ¿Esta?

Retrocedo. "Nos empeñamos en no existir"

El "fantasma" del salón estornuda.

"¡Jajajajjaajjaja!"

"Jajajajajajajajajaja" me río para mis adentros.

Es que el libro trata de la casualidad.

Yo sé que casualmente ese aparato estornuda cada media hora. Saberlo, lo sé... Pero es que el libro trata de la casualidad. Trata de Dios y de la casualidad. 

Dice el autor del libro (que es un escritor) y protagonista a la vez, que algunos personajes de sus obras van a trompicones. Me reí leyéndolo, porque inicia el capítulo diciendo:

Me costaba escribir mi novela porque sentía que era una pérdida de tiempo.

Voy a confesaros algo que no le he dicho a nadie. Llevo dos semanas sin escribir porque quiero hacer más cosas y cuando me pongo, siento eso. No se lo había dicho a nadie y tiro siempre de la frase: "Si XX se hubiera rendido, no tendríamos...". Eso es una cosa que siempre me digo porque escribo por gratitud. Si Tolkien se hubiera dedicado a pasear o ir al cine, no tendríamos a Frodo. Si Eduardo Mendoza se hubiera dedicado a pescar en su tiempo libre, no tendríamos a Gurb. Son horas y horas y horas y horas dedicadas a algo incierto.

Pero hay tantas cosas que hacer fuera. Pasear, meditar, hablar...

Así que al leer este capítulo me reí sin querer. Porque el autor habla de esos personajes que obstaculizan. Esos que tiene que mover "a empujones". ¡Jajajajaja! Y habla de la destreza que se adquiere con el ejercicio de la escritura y que hace que los saques adelante pero te han costado mucho. Solo que el lector no lo sabe. Me estaba riendo de eso cuando suelta la frase de "nos empeñamos en no existir" y Coso me llamó la atención sobre el asunto.

La obra trata de la casualidad, del Amor, y de la fe. 

Bueno, pues ya he terminado esta lectura y empiezo la de "Las Propiedades de la Sed". 

¡Saludos!