Practicando "no enfadarse"

 -La vida es muy corta -dijo el compañero-, no practiques despacio, ¡practícalo ya!

Yo pedí a ((Universo)) poder practicarlo despacio. Y, creedme, el Universo o Dios... nos escucha.

La idea era "practicar el no enfadarse".

No siempre nos da lo que pedimos pero a veces, sí. Como el día aquel que pedí "por favor ayuda para aprobar el carnet de conducir" y el día del examen cayó el diluvio universal.  Aparentemente, era un día nefasto para examinarse. Salimos a la carretera y todo era caos y coches... Cielo gris y coches....que iban despacio. Bordé el examen. Lo bordé, incluido el aparcamiento. Era mi segundo intento. Lo bordé hasta el final porque llovía y todos los coches iban muy despacio, y entrando en el centro de exámenes, el examinador me dijo:

-Muy bien, déjelo usted ya y todo ha ido perfecto.

Fue decirlo, me quedé bloqueadísima y paré el coche. Allí en medio.

Me miraron todos.

-¿Ya?

(¿¿¿puedo bajarme ya, por favor!!!??)

El examinador frunció el ceño y me dijo:

-Si lo deja usted aquí... le tengo que suspender.

Ya estábamos dentro del centro de exámenes. Fue decir aquello y pensé: ¡¡¡¡ya me puedo bajar!!!

No me suspendió. Me moví un poco de manera torpe hacia un lado con el vehículo, y mi profesor se quedó a hablar con él. El examinador le vino a decir que era muy raro porque el examen había sido impecable, incluso la incorporación a carretera, pero que lo del final... Lo de pararme de repente y quedarme tan bloqueada...

Mi profe dijo que lo del final eran "nervios".

Y aprobé. 

Es que lo mío con el coche es raro. Mirad, la primera vez que me subí a un coche pensé que como mi padre conducía bien, yo conducía bien por memoria heredada. Me lo inventé. Totalmente convencida, subí al coche, arranqué, metí primera y mi profesor me dijo, al salir:

-Tú no es la primera vez que conduces.

Y yo le dije:

-Sí... verá, lo hago bien porque mi padre lo hace bien y esto es genético.

(Leed bien la frase porque semejante tontería el profesor no debía oírla a menudo. ¡Es genético, le dije! ¡Nada menos que genético!)

El problema no es conducir, son los demás.

Un par de semanas después todo era un desastre. Pero bueno, es otro tema...

Esta mañana me levanto temprano porque me toca trabajar. Es sábado. Me preparo el desayuno, pienso que quiero meditar, miro la hora...

"Bueno, en diez minutos lo haces todo: desayunas, meditas y yoga..¡¡venga, espabilando!!"

A las 08:39 me estoy haciendo un café.

"Hay que arrancar ya el ordenador. ¡Venga, prepara el servicio!"

Abro la oficina virtual. De ahora en adelante, mi pensamiento en azul y las ideas que se me viene a la mente, en rojo.

Ya está abierto... y son menos veinte. ¡Nah, no me da tiempo ni a yoga ni a nada...! Bueno, venga...mira el programa abre rápido. A ver, esto ok... vale, mete el filtro y...

Voy a meter un filtro en el programa y el menú de archivo me muestra mi escritorio.

Alzo las cejas.

Lo he hecho mal. A ver, venga, rapidito... abre filtro y busca "Sábados" y...

Mi escritorio.

¡¡¡PERO QUÉ ESCRITORIO NI QUÉ...¿¿DÓNDE ESTÁN LOS FILTROS??!! ¿Por qué no está esto vinculado a X, como siempre?

Vale, respiro hondo.

A ver, simplemente se ha ido la ruta de la carpeta del programa. Búscala y listo.

La busco.

Mi escritorio / Mi pc. No carpeta X. Ruta inválida.

Vale... No hay X. Se ha roto el enlace. Eso es lo que pasa.

((Son las 8:41))

Miro de reojo el reloj.

Sí, lo sé. Lo sé. Puedo programar la máquina sin los filtros, ¿vale? Puedo hablar con la máquina.

((El servicio abre a las 9))

No pasa nada. Estará bien. Va a ir todo bien.

((¿Y cómo lo sabes?))

Porque lo sé.

Inicio el código de programación de la máquina pero otra cosa me distrae.

((¿Cómo vas  a sacar el informe inicial? ¿Vas a trabajar sin X?))

Tengo acceso a la Intranet. Puedo sacarlo.

((¿estás segura de eso?))

Dejo de teclear el código. El problema no es ponerse a recordar cómo hablar con el programa en su lenguaje. El problema es el tiempo. Y el informe. Y todo.

Por un error, pensaba que el servicio abría media hora antes de lo que en realidad abre. Pero eso yo no lo sabía en ese momento. Mi jornada empieza antes que la de ellos.

Para un día que no llego dos horas antes a la oficina... Espera, un momento... ¿¿¿¿Cuándo fue la última vez que falló X???

((Hace 17 meses))

¡¡¡EN SERIO!!??? ¡De todos los días del Mundo, se estropea un sábado! ¡UN SÁBADO? QUE ME TOCA TRABAJAR?! LA MAASKLD FJAÑSDLJFKLASDFK....

Miro el ordenador. Miro el reloj. Son las 8:49.

Llamo al Servicio Técnico.

¡¡17 meses!! ¡17 puñeteros meses y Coso no existe, no!!! Es todo casualidad. NI A POSTA DESVINCULO YO EL DICHOSO X PRECISAMENTE EL DÍA QUE MÁS LO NECESITO DEL AÑO.

Suena.

Me coge el compañero del servicio técnico. Dormido.

-Buenos días... eh... dime, hola.

((A ver cómo se lo dices. Grita y enfádate))

-Buenos días, compañero. No me va X. Se ha desvinculado.

-Ah, sí... vale... dime tu USUARIO.

-Soy XXXXXX

-¿XYZXXXX?

((Vas lenta))

No me va a entender. No sólo no me va a entender, si no que la llamada va a ser "surrealistamente" llena de obstáculos. Te conozco, Coso. Coso, Universo o quién seas...

((Quedan 9 minutos para las 9))

Va a ir todo bien. Así que no me vas a alterar.

((¿Y cómo lo sabes?))

Porque lo sé.

-Soy X-X-X -me tiembla un pelín la voz, pero lo controlo-, XXX.

-Vale... ¿y no te va el OneDrive? ¿El XDRIVE?

((XD))

Lo mato.

-No me va X -respondo como si no fuera una Jefa de Servicio y estuviera a punto de arrancar el horario laboral de personas que dependen de que yo tenga listas cosas.

(Eres Jefa de Servicio. Díselo. Grita)

No.

-No me va X, compañero. Se ha desvinculado. Necesito llegar a una carpeta pero mi pc se ha desconectado de la central. 

Miro el reloj. Con toda la calma del mundo. Porque sé que todo va a ir bien. El compañero se conecta, mira el ordenador. Justo a tiempo yo he cerrado un programa que es laboral, pero yo sé que es más rápido que el compañero arregle X, a que yo hable con la máquina. Veréis, tengo una máquina con un lenguaje divertido. Es muy obediente y hablarlo resulta sencillo, pero laborioso. Si tengo un código ya copiado y pegado y lo uso con ella, va más deprisa. De hecho, yo creo códigos y los guardo en mi escritorio bajo el título Útiles. Pero si el compañero arregla la ruta, acabo antes. Los códigos ya están preparados en la ruta habitual para el encargado que trabaja el sábado.

Se conecta.

Lo veo conectarse.

(¿No te enfadas?)

Mi mente me lanza preguntas sin palabras. 

No me enfado. Porque va a salir todo bien... ya lo verás.

El compañero abre la ruta del ordenador, tras ver que efectivamente tengo un problema de acceso y sin más aparece X.

Lo vemos aparecer, mágicamente.

Así, sin más.

Como no. 

-Aaahh... esta... resuelto. Acaba de aparecer.

-Sí, te has conectado y se ha solucionado -contesto.

El compañero se extraña

-Pero... se ha arreglado solo.

Y hacía 17 meses que no fallaba. Si te digo yo que...

-No exactamente -le digo-, hacía falta que te conectaras tú al portátil. ¿Sabes? Necesitaba otra presencia. 

Porque a mí me estaba dando por saco el Cosmos. Requería de otra presencia para dejar de fastidiar. Lo que acaba de ocurrir tiene de casualidad lo que yo de esquimal.

-A veces tarda... -dice el compañero-, a veces... no sé. Será que ha tardado,....

Sí, es casualidad, a veces tarda y le pasa solo hoy...., y los cuadros de mi casa se caen cuando pienso "voy a portarme mal, total, mi compañero de trabajo no va a enterarse". Y pum! sale algo volando de una estantería. Es todo muy explicable. Como el vaso aquel que explotó cuando yo me sentía super-incómoda y el que estaba entrevistando me miró como si fuera yo la culpable porque aquel vaso reposaba felizmente en una estantería, sin contacto con nada y aparentemente fuera del alcance de cualquier fuerza. Ese hombre era detective. Y os juro que me miró como el profe de matemáticas cuando resolví aquel problema y llamó a mis padres... Yo estaba sentada a tres metros del vaso... ¿¿¿acaso ve que tenga alguna relación con él o con la estantería??? Y  me miró y me dijo: "Pero.. pero esto es imposible" y me mira como si yo fuera la causa. ¡Oiga, que soy una escritora de juvenil inocente! 

-Se ha resuelto -digo, sin darle importancia- ¡mil gracias, compañero!

-De nada. Bueno... pues, hasta luego.

Vuelve a su letargo.

Arranco máquinas, arranco el servicio. Lo arranco todo. 

Y pienso: "Como escenario para practicar el honorable objetivo de no enfadarse ha sido realmente prefecto. ¡Muchas gracias!"

Y es verdad.

Advierto al cosmos que yo soy una practicante muy torpe. Así que... despacito conmigo, ¿eh? Que me estreso con casi todo.

Con practicar esto y un poquito de paciencia y eso que me dijo el compañero "contesta siempre desde..." y otro par de cosas que me comentó, que creo que son budistas, con eso yo ya me doy por una humana realizada y tampoco vayamos a pasarnos a escenarios difíciles.

:D Dicho lo cual, ¡voy a descansar! 




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