Me equivoqué con Farenheith 451

 

¿Os acordáis que os dije que el autor usaba engaños, etc. etc.?

Antes de lanzar el libro a la caja de "para la librería de segunda mano", pensé que todo merece una segunda oportunidad, pues los libros tienen momentos.

Empecé a leer y vi la parte de la vecina y la luz de luna y todo eso... y el posterior (no leáis esta entrada si vais a leer la novela).... rescate de la esposa del bombero.

Entendí que me había sentado mal lo de la mujer pero, esta vez, no me pareció tan ofensivo que el autor construyera así. Decidí quedarme un poco más y reconocí bastante maestría en la forma de narrar, sin llegar a ser un genio, porque prevalece lo que me quiere contar sobre el cómo lo cuenta. Da igual que cinco párrafos seguidos empiecen por "Montag"... por el nombre del personaje. El caso es que el libro contiene cosas como:

"¡Ustedes son unos desconocidos! ¡¿Quiénes son?! ¡Márchense, ¿por qué no ha venido un médico?"

Y la respuesta:

"Señor, tenemos tantos casos de suicidios cada noche que ya no mandan un médico sino operarios a cambiar la sangre contaminada por sangre buena y ya está..."

Y pensé: (Se sienten vacíos)

La vecina, no.

Seguí leyendo. Habla de un mundo (distópico) en el que los bomberos queman libros porque está prohibido leer. Me pregunté si mi aversión a la historia tenía más de emocional que de lógico. A fin de cuentas, los autores están perseguidos. 

Sin enterarme de todo del asunto porque sigo sintiendo algo negativo respecto a la novela, infiero que la clase trabajadora mide su éxito por tener paredes-televisión. Es decir, que si tres paredes de tu salón son una tele... todo te va bien.

Eso hace un ruido horroroso. 

Sin enterarme demasiado bien de la novela, llegó a la parte en la que Montag pregunta:

-¿Por qué? ¿Cómo se llegó a esto?

Y ahora os cuento la respuesta:

* Primero, empezó a molestar la obra "Los diez negritos de..." (¿Os suena que se haya censurado "Lo que el viento se llevó" o libros de Roald Dalh porque "molestan"?) --> y se prohibieron, explica un personaje a Montag. En la novela cuentan: si algo ofendía... ¿para qué mantenerlo?

Sorprendida, sigo leyendo.

* Después, se dieron cuenta que la filosofía entristecía a la gente. Pensar en el sentido de la vida, en la muerte, en política... crea melancolía. El pensamiento crítico es melancólico, es inconformista. 

Alcé las cejas, sorprendida. Es cierto.

*Así que pensaron: bueno, vamos a quitar todo esto y vamos a sustituirlo por "compra cosas todo el tiempo, no te preocupes por nada y consume y consume y consume..." Un ser humano feliz era un ser humano igual a los que lo rodean y que piensa en el consumo y en cosas poco importantes. 

Mi cara es de estupor.

Montag sufre una crisis. Eso me causa simpatía, ya que en 1984 creo que el protagonista no pelea. Montag, sí. De pronto lo ve todo con otra sensación. Se vuelve un poco loco y busca refugio en un hombre que pasea por el parque y que lee poesía. Le pregunta cosas,  y el hombre que se asusta al principio, luego le dice:

-No son los libros, Montag. Los libros son solo un receptáculo. La respuesta que buscas no están en los libros, sino en las cosas que señalaban los libros. Está en la gente, está en tu interior. Pero si preguntas cómo se ha llegado a esto que tenemos ahora o por qué en los libros encuentras esa respuesta, es porque los libros tienen "vida, textura" (calidad). No es que hoy no haya historias, las teles gritan historias a todo volumen, pero los libros puedes ponerlos bajo un microscopio y olerlos y sentirlos. Tienen calidad. Pero no todo autor tiene calidad. Hay quien de verdad escribe y se adentra en la vida, en los poros de la vida. Otros autores solo pasan por encima de esa vida. Otros, no la respetan.

(No uso palabras literales de la obra)

Me quedé pensando: ¿Será posible? Es cierto que puedes escribir o construir productos que te pide el editor.  ¡Será posible! ¡¡Que me está haciendo crítica literaria un libro!! (ya hablaremos de esto otro día)

-La gente comodona -esto sí es literal-, prefiere las "caras de luna llena" sin poros, sin pelos, inexpresivas... Vivimos en una época donde las flores parecen vivir sobre las mismas flores, no del estiércol de la tierra. Nos hemos olvidado de dónde vienen las cosas.

Ahm... No solo es que lo haya olvidado. Es que según Instagram el estiércol no existe. Y a mí me gusta Instagram. Todo es bonito y alegre.

-En segundo lugar, no tienes tiempo de ocio.

Montag contesta lo que contestaría yo:

-¿Cómo que no? ¡Pero si al terminar de trabajar tengo tiempo!

Y el profesor retirado le dice:

-¿Para pensar? Conduces un vehículo a 180 kilómetros por hora, va tan rápido que ni siquiera ves el paisaje.

Lo dejo ahí porque hay una cosa relativa al tiempo que sale antes, en la novela.

De cómo llegaron a esa distopía, el jefe de Montag le explica que al principio la gene leía novelas pero luego las quería condensadas. Ya no era "La Iliada" en tres mil páginas si no la obra resumida en veinte minutos.

Y el jefe de Montag dice:

-Vino una época en la que todo era valorado si iba más deprisa. El consumo tenía que ser muy rápido, las historias cortas y muy impactantes... Todo muy deprisa. ¡Disfrutas de una cosa y pasa corriendo a la siguiente! Se valora más si haces mucho, muy rápido. 

¿Sabéis que yo veo series y cursos en X2? ¿habéis oído hablar de las modas rápidas? De que ahora tienes que comprar mucho, muy barato, y desterrar todos esos bolsos y complementos y vestidos para ponerte lo que se lleva la siguiente estación???

Lo que está diciendo el autor de Farenheit... está pasando ahora. Y la novela es de los años 50. 

Aún no sé cómo acaba.

Pero me equivoqué con el autor. Y con el libro. 

Viven desconectados. 



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