El misterio del amigo del periodista.

 Hace unos días me pasó esto:

-Nelly, uno de mis amigos quiere tu teléfono -me dijo XXXX.

Da la casualidad de que yo estaba bastante mohína, aburrida. Y contesté:

-¿Qué amigo?

-Se llama XX, le conociste en la fiesta del año pasado. ¿Te acuerdas? 

-¿?

La fiesta del año pasado, en su piso, tuvo gene muy interesante. Algunos trabajaban en La Sexta, otros en Publicidad, (ese publicista hablando de sus citas con mujeres era muy irónico). Yo llevé a mi mejor amigo, quién desde hace dos meses no tiene hueco en la agenda, casi, para verme. Y, es cierto que había un chico que me gustó pero no me atreví a decir nada.

Y así pasó un año.

Pensé: "¿será ese chico que me pareció tan majo, con el que estuve hablando?"

Y mi amigo XXXX me mandó la foto:

-Es este.

Miré la foto y pensé: "Hum, no, no lo he visto en mi vida".

Seguramente estaría en la fiesta. Pero mi memoria de Pez Dory me dificultaba recordarlo.

"No tengo ni idea de quién es este tío".

-No me acuerdo de él.

-¡Sí, hombre, estuvimos hablando todo el rato!

(¿Será ese chico, entonces?)

-Quiere tu número, ¿se lo doy?

Me quedé pensando.

Y le dije algo a mi yo interior que contestó con otro algo como: "Nada, Nelly, sobre todo no tengas en cuenta que me  has pedido conocer gente hace menos de veinticuatro horas porque ¡oh, qué aburrida estoy, qué sola me siento, que...!"

Es posible, quizá, que yo hubiera estado un pelín quequijosa con mi yo interior, solicitándole cosas, todo el rato. Pero todos deseamos cosas, todo el rato. No sé. La verdad es que fue muy casual.

Me quedé pensando y contesté:

-Dáselo.

-¿En serio?

-¡Sí! Lo peor que puede pasar es que .... (me reí)  ¡te diga que tu amiga es un desastre!

(Total, pensé, tiempo para salir huyendo ya habrá, como siempre)

No soy nada buena en el noble arte del ligoteo. Quizá porque la única persona que me entiende es el actor. Pero ese es harina de otro costal. Y aunque es un gran amigo... pues igual hace cuatro meses que no le veo (el problema es que con él puedes vivir muy intensamente una semana y luego no verle en tres, y aunque sigue siendo un hombre realmente interesante, quizás mis necesidades actuales pasen por compañía y compromiso)

Sí. Son justo esas dos palabras: compañía y compromiso.

Caray, qué bonitas suenan.

Total, que contesté: Dáselo.

Y me dije ("Te tomas un café con él, sales corriendo, y... ya está")

-Vale, se lo doy.

Ese día el whasap no sonó, al siguiente, tampoco. 

-Oye -escribí a mi amigo-, ¿al final se lo has dado?

-Sí.

-¿Y estás seguro de que te lo pidió?

-Sí.

-Pues... no escribe.

-Qué raro.

A mí la incertidumbre me saca de quicio.

-Anda, dámelo, le escribo yo.

Me lo da y le escribí.

Hola,

Soy XXX, la amiga de XXXX. Me ha dicho que le has pedido mi teléfono, pero me he adelantado yo y te escribo, ¿cómo estás?

Respuesta:

¡Hola, XXX! Pues genial ese adelantamiento. Estoy mucho mejor ahora que me has escrito. ¿Qué tal?

Bien, trabajando.

¡Vaya horas!

Sí, es que estoy de tarde.

Sin respuesta.

Un rato después.

¡Bueno, ya a descansar!

Sin respuesta.

Y pasan días y días.

Jugando al tenis con XXXX, le digo, para que sepa cómo acabó el tema:

-Oye, XXXX, a tu amigo no le gusto.

XXXX levanta las manos y dice:

-Yo bastante he hecho... ahora os apañáis vosotros.

Frunzo el ceño. Creo que no me ha entendido. La comunicación humana es complicada, hay que dar más información de la que piensas (para que el otro te entienda) y hay que esperar para dejarle que lo entienda. Lo aprendí con mi compañero de trabajo, el que admiro. Ni hay que exigirse demasiado, ni hay que exigir demasiado.

-No, espera, no lo entiendes -le dije-, es que no me contesta.

Ahora es mi amigo el que frunce el ceño.

-¿No?

-De verdad -afirmé-, (le conté la conversación) y no me ha vuelto a escribir.

-¿Cuándo fue eso?

Eso es entenderte. Ahora sí me ha entendido, ahora está buscando  una razón lógica o una "fisura" en los hechos que yo le muestro.

-Fue el martes.

La cara de mi amigo lo dice todo. Han pasado cuatro días. Y yo pienso: "Bueno, ya está".

-Igual no le gusta mi foto -le digo-, no sé, habrá mirado el whasap y no soy la chica que él pensaba.

-Lleva un año dándome la paliza para que le de tu teléfono -contesta el periodista.

Eso me deja perpleja a mí.

-¿Tú amigo?

-Cada vez que me veía. La última vez, quedamos para cenar y me dijo: "A ver cuándo me das el teléfono de XXX, que te lo llevo pidiendo un año". Y esta vez ya se lo di, tras preguntarte.

¿¿??¿¿??¿¿??

-¿Estas seguro de que es este chico? 

-Sí.

(Qué gran misterio)

-Tú... tú amigo... ¿tú amigo quiere una novia o lo suyo es tener cinco a la vez? -pregunto.

¡Jajajajaj!

XXXX me contesta:

-Yo siempre que le he conocido sus "proyectos" son de novia. 

-Ya.

(Pues no lo entiendo)

Ese día, por la tarde, a raíz de la nueva información, y espoleada por la emocionalidad de Lleva un año dándome la paliza para que te lo de. Escribí:

"¿Qué tal va todo?"

Y sin respuesta.

Pese a que estaba en línea. 

Ya es más claro que el agua limpia.

Así que he borrado su chat. A mí me pasa una cosa con la incertidumbre y es que antes de llegar a ese punto en el que algo te hace daño de verdad es mejor mandarlo a Plutón de una patada. Borré el chat y dentro de unos días, a lo mejor borro hasta el teléfono. Es curioso, porque la gente suele reaccionar cuando ve que la foto del contacto se borra y entonces ya, te escriben. "Hola, qué tal". Pues, ¿qué quieres que te diga? ¿confío en ti? No sé, dame una razón lógica para no contestar a una pregunta abierta, amable y directa, durante diez días. 

Sinceramente, no tiene recorrido.

Me encanta esa nueva expresión: "Esto no tiene recorrido". En realidad, significa: No podemos resolverlo nosotros, es un desacuerdo que ha de resolver otro. 

Pues ya está. Oí la frase en el trabajo, en medio de una gran discusión, una persona dijo: "Esto no tiene recorrido" y sonó a: podéis seguir discutiendo mil años que nadie se va a mover. Lo tenía que dirimir otro.

Bien, dicho esto, me olvidé del tema, quedé con otro amigo por la tarde (el que está ocupado) y hoy voy al teatro con otro amigo diferente, pero antes de eso me puse a leer El Amante de Lady Chatterley y lo que motiva la entrada es que ella, paseando, le pregunta a un tal Dukes:

-¿Por qué los hombres y  las mujeres ya no se gustan?

Y me pareció tan afín a lo que yo sentía que... lo leí con mucho gusto. El señor Dukes, al que no he prestado atención en toda la obra, es su oráculo dice ella (vamos, que es un amigo en el que confía) y le dice:

-Las mujeres queréis que os hablen, y que se os acerquen, y también ser amadas y deseadas. Y ambas cosas son incompatibles. Si se habla con vosotras, la parte sexual queda excluída.

¿¿¿???

Y sigue hablando de sí mismo y da a entender, quizás, que o bien es gay (que no, más parece no interesado en el sexo) o un intelectual muy refinado que las ama de otra forma. Tengo que prestar más atención al personaje.

Pero es un pasaje muy interesante, donde habla de chicas que no sienten nada, y de que él no siente nada, pero le dice a Connie que los hombres y las mujeres sí se siguen gustando.

Entiendo muy bien a Connie porque la pobre está más sola que la una y no porque no esté rodeada de gente, que lo está. Es más un tema del tipo de relación.

A ver si el señor Dukes sabe explicarme por qué alguien da la paliza a un amigo periodista durante un año para que le de el número de la chica que conoció en la fiesta y cuando la chica escribe, no le contesta.

Es de lo más maleducado. 

4 comentarios:

Davidel dijo...

Hay personas (hombres en este caso) que cuando se acuestan con una chica, pasan de ellas. Ya tienen su trofeo mensual o semanal o vete tú a saber. Y otros que con solo conseguir su atención ya se sienten triunfantes!! Tienes paciencia, yo ya lo hubiera borrado jajaja.
Vales oreo, así que solo te admirará otro que valga oreo. (Quería escribir oro, pero salió oreo y me gustó más 😂)

Nelly dijo...

¡Valgo oreo! ¡jajajajaj! Están buenas las galletas pero.. jajajaj. No lo sé, David, es muy raro insistir a alguien en que te de el teléfono de otro alguien y cuando ese alguien te dice: "¿qué tal estás?" no contestar. Es como... ¿¿y para qué se lo pides?? Yo le digo a mi amigo que no le gusto y él que lleva un año insistiéndole cada vez que lo ve. Pues no sé, misterios del Universo.. :P

Davidel dijo...

No es tan raro. Nuria me llama todos los días y no le gusto. Yo la llamo y nunca contesta. Estos humanos son de los más raro que hay 😂😂😂

Nelly dijo...

Jajajajajajajajaj 🤣🤣🤣🤣 bueno, algo le darás en esas llamadas.

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