En el que me enfado con Agatha Christie

 El día del observatorio nacional, al salir, fuimos a Lfnac.

Lfnac es una enorme tienda de libros con muchas "chipichangas" (Nelly-diccionario: Sust.Fem. Merchandising, chuherías. Artículos variados tremendamente inútiles pero divertidos a la vista. Dícese de productos derivados de películas de culto, series de animación, libros en general. Cosas de poco valor. Generalmente, de colores vivos).

Al llegar me perdí. Es decir, subimos a la sección de cómics y libros juveniles y encontramos a otro amigo allí y cada uno se fue por un  lado. Uno a ver comics. Otro a buscar libros históricos. Yo cambié los bártulos de mano y dejé que eligiera mi mano izquierda. Os vais a reír, pero si cargo mis objetos personales y busco libros con la derecha, cada vez que acerco mi mano a uno pienso: "No sé... ¿el precio es el adecuado? ¿Debo gastarme dinero en esto?", pero si cambio el bolso, el paraguas, etc. a la mano derecha y levanto la izquierda y la acerco a los lomos de los libros....

... la cosa cambia.

Casi, sin darme cuenta, acabo parada delante del libro correcto. O no... no lo sé. El caso es que acabé en la sección de Cozy Mistery. 

"Anda, mira, los libros Cozy, de los que hablaba mi compañero. Qué casualidad".

Es la tendencia a la que intento apuntarme. Literariamente.

Y al rato:

"Claro que,... no te gustó nada el que has leído. En fin,..."

Y al rato, de pie, mirando los libros:

"¿Qué hace ahí esa novela azul y negra...? Esto no es cozy, esto es... ¿¿Agatha Christie??"

(Agatha Christie. Nombre propio. Autora. "Dícese de señora aburrida con personajes planos, cuyas novelas mal articuladas se resuelven gracias a dar información en el último capítulo, impidiendo que el lector hile nada por él solo. Clasificada en baja calidad. Le gustaban mucho las manzanas").

Cojo la novela. Le doy la vuelta. Suelto la novela.

"Aborrezco a Agatha Christie. ¿Qué hace aquí este libro?"

Me agacho a ver los demás libros:

"Debería llevarme uno de Cozy Mistery"

 "Para venderlo luego porque me aburre..."

Abro los libros de Cozy Mistery.

"Galletas"

¡Jajajajaj!

"Galletas y cappuccino y nombres extranjeros."

"A ver... este no. Este tampoco... este es en un café. A ver, alguno me tendré que llevar. Necesitas esto para escribir. ¡Hay que estar al día! ¡Elige uno de estos y lo copias! ¡Chis pum!"

A estas alturas, claro, ya tenía los bártulos agarrados con mi mano izquierda, y la derecha eligiendo libros. 

Me alejo dos pasos, suspiro. Mi yo interior no está conforme. No es ninguno de esos libros.

Miro el libro de Agatha. Lo cojo.

-El misterio del hombre del traje color castaño -leo para mis adentros.

Le doy la vuelta.

"Anne".

Me da un vuelco el corazón. Es... el nombre de mi prota.

-Vaya, qué casualidad. Se llama como la mía.

"...busca aventuras".

 -Bueno, bueno... por un nombre no puedo llevarme el libro.

"Anne. Misterio. Anne. Metro de Londres. Anne... referencias. Vocabulario. Contexto"

-VAAAAAAAAAAAAAAAAAAALE.

Me llevo ese libro y otro más. "Retrato de una mujer casada".

Llego a casa.

Empiezo el libro de Agatha.

"Anda, mira... pero si creo Miss Marple, es de la misma autora. No lo sabía"

(Miss Marple. Personaje. Nombre propio. Dícese de ese libro aburrido que se vendió porque tenía relación con un misterio y unas ovejas. Nota al pie: posible confusión de títulos. La novela que se vendió solo hablaba de ovejas. Puede que no fuera de Miss Marple, en realidad)

-¿No es... esa investigadora aburridísima que acabé vendiendo? Bah... esto va a ser un rollo.

Empiezo el libro. No tardo ni un minuto en dejar de leer.

-Esto no es Agatha Christie -me digo a mi misma.

(Disonancia cognitiva. Tono del libro: juvenil. Protagonista: casualmente idéntica. Perplejidad)

-¡Esto no puede ser Agatha Christie!

Sigo leyendo.

Paro otra vez.

(Tono del libro: juvenil-actual, misterio de inicio complicado, personaje femenino rebelde, actitud divertida, abierta al mundo... muy guapa. Habla de sombreros)

-¡¡Que no es Agatha Christie!!

(Búsqueda en la contraportada de pistas. Alguien le ha dicho a Espasa que va a escribir bajo el pseudónimo de Agatha Christie, porque este libro no puede ser de la autora. Revisión del nombre. Revisión del resumen. Ampliación de búsqueda a internet. Si hay que re-catalogar a la autora... más vale estar convencidos)

Doce minutos después.

-Oh, cielos... es ella. Más vale que la pifie en el argumento. Seguro que es plano y soso. Será un rollazo.

(Dos horas después: Dickens desterrado. Televisión desterrada. Cualquier otro asunto, desterrado. Hay que volver a meter a Agatha en la caja de "aburrida" y no hay forma de hacerlo).

-Cielos, esta obra es maravillosa. Y yo debería escribir.

(Frente al ordenador. Pánico.)

-¡No puedo escribir, es demasiado buena! ¡¿Y ahora qué hago?!

(Silencio dubitativo)

Es en ese instante, en el que dejo de escribir y me siento en el sofá... a pensar.

-No se puede hacer una obra ya hecha. ¡Me da mil vueltas! Es imposible. No escribo. No. Lo dejo.

Se acabó. Abandono la literatura.

(¿Qué probabilidad hay de igualar el libro de Agatha? ¿Dos cosas pueden ser iguales?)

-¡No, claro! ¡Nunca te queda igual! -pienso. 

(Entonces, ¿cual es el problema? No vas a repetir el producto)

-¡Que mi libro es un lío! ¡Y un rollo! No... no tengo móvil. ¡Es un jaleo tremendo! ¡Agatha es mucho mejor que yo! Ella sabe el móvil de sus personajes.

(¿No puede haberlo?)

-¡Claro que puede haberlo! Pero, ¿quién lo sabe?

(Entonces el móvil está... el asunto es que no lo has descubierto todavía)

Suspiro. Refunfuño. Frunzo el ceño.

-Tengo demasiados flecos en la trama. ¡Y no me da tiempo a contar todo! ¡Me iría a trescientas páginas! 

(Otros autores pueden)

-¡Gracias! Ellos pueden y yo no. 

(¿Por qué?)

-Pues porque... son profesionales para estructurar la novela.

(¿Tú no? ¿Y los libros del Youtuber? ¿Y las 9 novelas de Hidra? ¿No sabes estructurar?)

Eso trae una cosa a mi mente.

"La estructura".

-Necesito un esquema -me levanto ligeramente de mi asiento.

Agatha tiene un esquema. Todo libro de misterio es un esquema. Pero, entendedme, el esquema es la clave de donde entra el lector en la narración. Anne, en el libro de Agatha, entra cuando uno personaje se asusta y se cae al metro. Esa es su entrada. La clave en la entrada es que está mediada la trama que conduce al asesinato. Es decir, es como entrar a mitad de una obra de teatro y tener que descubrir a los actores. No es más que eso. Solo el viaje de Anne desde la ignorancia al conocimiento ya es una novela, no haría falta nada más.

-¿Puedes darme un esquema?

(No)

Claro, es cierto. Esa parte de mi mente no hace esquemas. La de los esquemas soy yo.

-¿Puedes darme la novela si yo te digo el esquema?

(Sí)

"Genial", pienso.

Es como si tu dices: "El mar", y tu mente lo pinta de azul. Si le digo a mi mente: "elige tema", no lo va a elegir. Pero si le digo: con este tema, desarrolla la historia. La historia aparece ante mis ojos. Tú le dices lo que necesitas y eso aparece ante ti.

Debo encontrar el esquema para que mi cerebro lo llene con la historia, los diálogos, los giros y todo eso.

Actualmente, en la novela de Agatha, no sabemos qué asusta al hombre del traje marrón. Quién es el falso médico que lo atiende. Por qué le roba algo del bolsillo. Qué significan las letras del mensaje. ¿Quién es la mujer estrangulada en la casa?

Oh, cielos, Agatha era un genio.😉

¿Sabéis que si acabo su novela tendré un esquema? No tengo más que leer las doscientas páginas que me faltan para saber su esquema. Son las líneas de cada personaje, ¿me explico bien? y dónde se cruzan. Un mismo esquema puede usarse en miles de historias (Romeo & Julieta - Edward y Bella - Shakespeare in Love - .. Mismo esquema, distintas tramas)

Pues a trabajar. 


Clic a la fuente. - El Semanal.


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