Las 8 conciencias y el budismo.

 


Mi amiga Elba me ha mandado un libro que se titula: "El óctuple sendero".

Después de hacer un bizcocho para mis familiares, y tras pasar una noche mala, porque tengo un especial catarro con el que me llevo peleando desde que me di cuenta de que estaba enamorada, me senté con un té blanco y me puse a leer.

El libro habla del budismo hinayana y el mahayana. Como yo sé una cosa de la persona que tanto admiro, lo que quiero es mahayana. Se basa en la generosidad. El camino me gusta y parece afín a mí, así que muy felizmente me leí 40 páginas... hasta que llegué a los fantasmas y las conciencias.

Imaginad conciencia como sentidos, pues las primeras son: vista, oído, tacto... gusto, olfato. Ahí tenemos las 5 primeras que son también los 5 sentidos. Hasta este punto, bien.

El libro amplia indicando que luego está el ego y la conciencia mental.

Veámoslo con un ejemplo: vas caminando y ves un pastel. Tu "ego" dice: ¡lo quiero! y tu conciencia mental responde: "Es un pastel de chocolate... lo compro no lo compro".

La conciencia mental es analítica. Por tanto, es fácilmente identificable. Es la conciencia que, por ejemplo, usé intentando aparcar un día que realicé nueve mil cálculos y me era imposible. Así que la conciencia mental, la conozco bien. 

El ego. Esto ya no lo tengo tan claro. Tendría cómo ejemplo el día aquel que yo intentaba decirle algo a mi compañero, entonces sonó el teléfono, yo tenía mucha ansia por hablar con él, miré el teléfono, él miró el teléfono, el teléfono enmudeció de pronto y él dijo: 

-Lucha de egos.

Y ni se asustó ni se inmutó ni nada de nada. Yo le miré y le conté lo que fuera que quería contarle.

¡jajajajaj!

O sea que, el ego, básicamente, se siente atraído por cosas. ¿Es así? Lo que quiere, lo que no quiere. El libro pone: "Una persona que se haya pasado la vida siendo perezosa, cuando se muere, desea pasarse la siguiente vida siendo muy muy perezosa y a su ego le es familiar, o le atrae, la vida perezosa de un gato doméstico. Así que buscará..."

Entonces, ¿el ego es... el deseo?

No tengo ni idea. Trato de identificarlo en mi vida porque, cuando el libro dijo que la conciencia mental y el ego discuten, pensé: ¡ya está, Coso y yo!

¡Jajajajaja!

Pero no.

Porque Coso advierte de peligros ocultos. Sabe colores de cosas que están (ocultas a la vista). Sabe de coches blancos que se aproximan y con los que te puedes cruzar si no vas con cuidado. Coso sabe que va a llover en días de pleno sol. Sabe el nombre de familiares muertos de personas desconocidas. Coso, en definitiva, lo sabe todo. Lo malo es que yo no sé lo que es.

¿Es pues, el ego?

El día aquel del aparcamiento, incapaz de aparcar, dejé de pensar y le dije a "esa otra parte de mi cerebro": ¡Muy bien, pues aparca tú! Y lo metí a la primera sin pensar. ¿Cómo? Por instinto. Y aprendí algo: "déjate de cálculos y trigonometría y más corazón". O intuición. Que es igual de útil y necesaria y avanzada. 

¿Eso es el ego? Porque, desde luego, esa parte del cerebro no usa palabras. 

Sigue diciendo mi libro: ya tenemos 7 conciencias (los 5 sentidos + dos mentales) y por encima de todo ello está tu verdadero YO.

Lo llama Tathagatagarbha

Y pensé: ¿será eso Coso?

Aquí me podéis preguntar: "Nelly, ¿a qué llamas "Coso"?" Pues... pues... Coso es el concepto de algo o alguien indefinible para mí (humano o no) que a veces me indica cosas que científicamente no se pueden saber ni explicar. De niña jugaba con él a adivinar números, sorteos y colores de objetos ocultos. La creencia en él implica romper con las ideas más básicas de la realidad. Cosas como que el tiempo es lineal. O incluso saber qué es el tiempo. 

No tengo pistas suficientes para saber qué o quién es. Yo sólo sé que sabe cosas. "De todas las opciones una ya es la correcta y está ahí, pero para saberla tienes que fijarte en todas las demás". Es la relación, lo común, es todo.

Es saber que la bola es roja porque el cielo es azul. Y diréis, "Nelly, no entiendo nada". Yo, tampoco. ¡Jajajajaj! Es lo común.

Es saber que aquel chico desconocido trabaja sobre un escenario porque él y mi compañero de trabajo eran lo mismo.

Diréis: "Nelly, estás loca". Absolutamente.

Yo no sé lo que es Coso. 

Ahora, os aseguro que existe. 

Una vez lo reté (muchas) Y pensé: "Venga, pues vale. ¡A ver si me toca la lotería!" Pero caminado por la ciudad. Sin rumbo lógico. Simplemente, andando con él (atenta a él). Me tocó en 3 puestos consecutivos y ahí me paré.

Porque me enfado.

No eran grandes premios. Eso no importa. No va de te toquen enormes premios, yo no sé cómo funciona, va de saber que te tocan.

Me desquicia no saber el porqué.

Igual que no entiendo a mi compañero de trabajo nunca y tengo la certeza de que él sí sabe quién o qué es Coso.

Y de eso va esta historia.

Da por hecho cosas que a mí me sorprenden todo el rato. Cuadros que caen, casualidades imposibles. Y él no se asusta. 

O igual yo me equivoco y todo es casualidad. Porque resulta que si decido que todo es casualidad, lo será. 

Como la vida, que también todo es por casualidad.

Bueno, volviendo al libro. Sobre estas 7 conciencias, señala, está un "Verdadero YO".

Y ese verdadero yo reparte "semillas kármicas" si se dan las situaciones adecuadas. Antes de volveros locos con el vocabulario, os lo ejemplifico:

Imagina que estás enfermo en una cama y quieres jugar al futbol. Tu ego pide a tu verdadero yo ese deseo, pero debido a que no dispones de esas semillas kármicas (posibilidad) pues no puedes jugar al futbol porque tienes fiebre. En realidad, el ejemplo lo pone con una persona que no puede moverse. 

Según esto, el cosmos se mueve (existe) porque generamos esas semillas kármicas todo el rato.

Entonces, cuando yo pregunto cosas o me digo cosas todo el tiempo y luego me llega una respuesta de forma extraña. ¿Con quién estoy hablando? 

Me explico. El pasado martes, cuando le escribí eso tan bonito al compañero y lo releí y me dije a mi misma: "Quita eso del Sol... ¡porque no puedes ir por ahí comparando a la gente con el sol! ¡Es excesivo y no lo va a entender!"

¿No puedo trabajar junto al Sol y tener...?

Y no lo puse y a los pocos minutos ocurrió algo en la oficina que llamó la atención de mis jefes (el Sol) y eso es... una respuesta directa del Universo. Y todo el rato se toma la molestia de contestarme, con canciones, con... experiencias, con cosas...

... ¿en realidad con quién interactúo? Si es que interactúo con algo o alguien. 

El otro día conduciendo me entró un enfado tremendo, y me di cuenta porque ya medito mucho, y le dije a Coso: "¡Pues sí, estoy enfadadísima! ¡¿Y qué?! Tengo todo el derecho a estarlo" y en la radio empieza a sonar:

One man come in the name of Love. One man come and go...

¡Jajajajajaj!

Es Jesucristo.

En mitad de enorme cabreo la radio me recuerda a Jesús. 

Llegas a casa, te sientas, enciendes la tele pensando: "He elegido mal. Igual he elegido mal todo en esta vida".

Y el primer anuncio, el primero, que sale, son dos dibujos y uno le dice a otro:

-Te equivocas, hemos elegido bien. Lo hemos hecho bien.

Muchas veces me contesta con ironía.

Y absolutamente todo se puede explicar como "una casualidad".

Y mi compañero lo sabe. Y sabe mucho más. Y no me lo cuenta.

Igual es que todo es una intersección de cosas.

No lo sé. 

Pero tras este rollo enorme que os he contado, quedaros con eso: 8 conciencias, 5 son los sentidos que todos conocemos. Dos por encima, discuten, una es la conciencia mental. Que lucha con el ego. Y por encima de todo algo llamado tathagatagarbha que no sé lo que es y parece bastante neutro. Con neutro me refiero a carente de preferencia por uno u otro estado. Vamos, que si tiene semillas de cosas maravillosas te las da pero si tiene semillas de sufrimiento también te las da.

Nada de esto aclara quién o qué es Coso.

Seguro que si mi compañero leyera esto, pensaría: "No entiende nada esta Nelly. Que forma de aprender tan desastrosa".

Qué le vamos a hacer. Mejor no se lo digo.

🤣✨


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