"El cielo es azul, la tierra blanca" - Hiromi Kawakami

 


Ojo, este hilo contiene spoilers. Si vas a leer la novela, no sigas leyendo.


Tsukiko tiene 38 años, vive sola, trabaja en una oficina y... tal y como dice casi al final del libro un chico que intenta ligar con ella: "sigues siendo tan huraña como en el instituto". Yo no diría que es huraña, es más bien una niña. Es indecisa. Por cierto, ¿hay película? ¡Tengo que ver la película!

Aparentemente, en las tres primeras partes de la novela no pasa nada. De hecho, me pareció un fraude. Ella se encuentra con un profesor del colegio, al que llama maestro, porque no le surge de su interior llamarlo de cualquier otra manera. Era su maestro y ya está. Tampoco parece que se llevaran bien en el instituto y -de hecho-, las primeras veces que coinciden en una taberna, se ignoran. Hasta que ya, empezada la novela, resulta que se hablan y se van viendo.

Claro que el profesor le saca treinta años. Al principio piensas: "bah, será un tórrido romance". Pero si la idea de romance no pasa por recitar haikus y hablar de tofu... pues te decepcionas. Entonces, te dices: "bah, ahora sale con ese otro divorciado y lo del maestro es sólo un amor platónico". Sentí una punzada en mi interior y me pregunté para qué puñetas compro yo estos libros (jajajaja, y un amigo dijo: "lo llama Maestro porque, digamos, Muso ya estaba cogido"). Me puse roja y me acabé mi cerveza.

No, es mucho más aburrido que eso. Cuando yo estaba enamorada de ese compañero de trabajo... no sé, había más picardía. Estos dos solo hablan de tofu. ¡Menudo rollazo!

Casi en el último acto del libro pensé: "Nada, imposible. Olvídalo, van a estar charlando de la forma de las nubes tres capítulos más y se acabó. Será tan decepcionante como La Gramática del amor* y...)

(*Aclaración sobre la gramática del amor: en verdad no es decepcionante. Lo que pasa es que un profesor y una alumna se encuentran. En realidad es una "obra de referencia" de mi librería. La Sombra de Melpómene está muy inspirada en ese libro. Sólo que... efectivamente, el amor no surge entre el profesor y la alumna, aunque ella cree que sí...)

Y en realidad es que sí.

Pero, si esta va a ser otra de esas obras donde una mujer desvalida encuentra un refugio fuerte y ese refugio no le deja acercarse pues por mí se pueden ir a comer tofu a Honolulu...

Perdón. Me entusiasmo demasiado.

Bien, llegado casi el final de la obra se van de viaje a una isla. Lo que ocurre porque a ella le invita otro hombre a ir de viaje y con ese fantástico mecanismo mental que tan fácilmente comprendo, ella a su vez invita al maestro. Normal. Porque quiere ir con el maestro y no con alguien de su edad. Creo que es estando allí o puede que un poco antes o un poco después, (antes) ella le abraza y le dice que se ha enamorado. 

En la isla, el maestro le habla de su mujer muerta. Ella se enfada y se va con una tremenda "pataleta". Aquí reconozco que es más fácil ver las cosas desde fuera. Entiendo sus enfados. Pero también le entiendo a él. Él es más lento. Sí, ella le gusta, pero entiende que tiene treinta años menos y tarda más en mover ficha. Mientras la mueve y no la mueve pasan meses y yo ya pensaba que no iba a sentir lo mismo.

Casi al final del todo, él le pregunta si quiere empezar una relación basada en el amor mutuo.

¿¿?? De todas las formas raras de pedir un romance, esta supera las que he leído hasta ahora ("Te amo a pesar de mi mismo" es sin duda la peor. Estrellé ese libro contra una pared y no quiero saber nada de Jane Austen. ¿Pero a quién se le ocurre decirle eso a una chica?: oye, no das la talla, pero te amo...)

En realidad sí es una buena forma de declararse. Pero demasiado franca.

En conclusión: Tsukiko accede. Y la historia dura tres años. En total cinco desde que se "conocen". Más bien desde que coinciden. Es decir, ¿se pasan dos años casi con el juego del libro? Supongo que sí, ya que hay elípsis tales como: "pasé dos meses sin ver al maestro", "en verano..", "era un día caluroso de otoño"...

La pregunta que te haces cuando terminas este libro (por la forma en que está tratado el final, que sí hace que merezca ese premio que ganó) es: "¿Ella volverá a enamorarse?"

Porque el maestro muere. De hecho, eso le pregunta antes de declararse: "¿Cuánto crees que voy a vivir?". Y, efectivamente, muere. Pero le ha dado tanto a ella que no es un final triste. Para nada, al revés. Es una historia preciosa, porque acaba así. Si llegan a dejarlo en platónico mi entrada sobre este libro iba a ser muy, muy, muy diferente. Pero no, él le corresponde y luego muere.

¿Y ella?

¿Se enamorará de nuevo?

El libro es estupendo. Tened paciencia con los protagonistas pero al final casi hasta disfrutas del no saber qué va a pasar. 

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