Esta mañana me he levantado y tenía un problema con el manuscrito.

"No llegas", pensé. "No llegas y no llegas y no hay nada que hacer".

Automáticamente perdí el enfoque. "¿Los niños van por aquí o por allá? ¿El malo quiere esto o aquello? ¿He elegido bien el escenario? No, espera... esto no vale para nada. ¡Esto es absurdo! ¡Debería dejarlo!"

Sé por la experiencia que cuando pasa esto hay que continuar. Aunque cada palabra cueste como un ladrillo. Y una vez que sigues un poco, entonces el bloqueo disminuye.

Tras unas cuantas líneas me paré y dije: "A por café".

Bajé a tomarme un café al Bribón de la Habana, ¡Jajajaja! Yo siempre llamo a la cafetería "La Habana", pero me hace muchísima gracia que contenga la palabra "bribón".

Cuando estaba pagando, dichosa casualidad, una joven que me llamó "amor" mientras me decía el importe, se dio la vuelta, levantó el teléfono y dijo: 

-El bribón de la Habana... ¿dígame?

Volví a casa.

"El bribón de la Habana..." No había dicho el nombre titubeando, ni dudando, ni sonándole extraño... sino creyendo en él. "¡El bribón de la Habana,... ah del Barco, lanzad la escalera por la barandilla de estribor...!" ¡Jajajaja!

Me senté a escribir y ya todo fluía fácilmente...

"No podía continuar bajo tierra sin peligro de perderse para siempre en aquel laberinto subterráneo.

Mientras camina de regreso le llamó la atención uno de los corredores. Era un túnel antiguo, de ladrillo rojo, más alto que los demás. Le recordaba a otra cosa pero al principio no supo el qué...."

Las cosas que me inspiran me mueven y suelen ser motivadas por lo que hacen o dicen los demás, aunque ellos no lo sepan. La señora Asworth llamó a mi empresa. Ella no tenía ni idea de que su apellido iba a inspirar un libro (de hecho, no creo que lo sepa, no sabe que es la señora Asworth de un libro de Planeta, y andará por ahí, felizmente, con su apellido, sin saber lo que ha provocado porque un día decidió llamar a su aseguradora, ¡ja, ja, ja! Si lo piensas, hasta es gracioso). 

Tengo otras fuentes de inspiración al alcance: el libro de Las Dos Torres (muy curioso lo inseguro que es Aragorn durante la aventura), o esa serie nueva: "Sandman". Tendré que echarle un vistazo. Pero confieso que si hay algo que está sosteniendo esta novela es la banda sonora de un videojuego. 

Es una canción instrumental muy sencilla que repito en bucle. 

Mientras la canción siga, la historia sigue...

La música en realidad es muy útil para muchas actividades diarias :)

Feliz jornada!!!!