Cosas que hacer en un día de lluvia

 

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Frodo Bolsón y sus amigos acaban de abandonar la casa de Tom Bombadil y se han metido en líos con un tumulario (Tom le pregunta a Frodo: "¿Que quién soy? ¿Quién eres tú cuando no tienes nombre? Yo soy el Amo. Yo soy el Señor"). Al que sepa decirme quién es Tom Bombadil, le invito a que lo haga. Me he leído tres veces sus diálogos y sigo sin saberlo. 

(Cosa 1: leer El señor de los Anillos)

Me han regalado una licencia de Likeding Learning en el trabajo. He hecho un curso de "Gimnasia en una silla" (le cambio las palabras porque creo que se ajusta más al tema del curso en sí), que me ha resultado muy útil para aprender estiramientos que puedo hacer mientras trabajo. Luego he hecho otro curso que habla de Miedo y Motivación (busca tu propósito). En resumen, este curso dice que hay tres cosas que nos motivan (y que la motivación es algo biológico e instintivo, no racional). La primera cosa es el miedo ("Siempre con recursos en momentos de pánico" me dijo el Muso un día). Es verdad, el terror da recursos. Pero la que impartía el curso dijo: "Sí, ese detonante de la motivación funciona pero, ¿y la salud qué? El miedo es algo preparado para sentirse unos minutos... no de manera constante, todo el tiempo". El otro elemento que detona la motivación es el placer. Tu cerebro busca la recompensa inmediata del placer  ("Pero eso nos distrae", dijo la que daba el curso. Todas las redes sociales se basan en esa motivación, el placer inmediato). Como alternativa, la que impartía el curso nos dijo que lo ideal es "buscar el contacto y la interconexión con los demás" sabiendo tu propósito. Lo de saber cuál es tu propósito es ya un tema muy profundo y el curso no iba de eso... (¿Escribir? ¿Conectar?)

Tras esto me puse a hacer un curso de Instagram. Porque no sé usarlo.

(Cosa 2: investigar cursos de Linkeding Learning)

(Cosa 3: pensar en contenidos para redes sociales)

Me ha costado mucho tener un Twitter amigable, pero lo que he aprendido hasta ahora es que las Redes requieren contenido. El blog no es un problema. Es como un diario. Pero Twitter e Instagram tienen otros códigos. En Twitter prevalece la ironía, el sarcasmo y la denuncia. No es un formato que permita "explicarte" demasiado. Aún así, hay hilos bienintencionados y otros de divulgación que merecen mucho la pena. La intención es publicar cosas que no hagan daño a la vista y que sean mayormente literarias, mezcladas con cosas que me ocurren. 

Tengo una amiga que tiene una cuenta de su gato mirando lo que hay en la nevera. Si le da suficiente contenido, logrará muchos seguidores. La constancia es fundamental, aunque hagas fotos a una zapatilla. La gente acaba acostumbrándose a tus zapatillas y hasta las busca...

En cuanto a Instagram... ni idea. Aquí el que sabe es el Actor. No lo sé usar y he tratado de impulsarlo pero sigo sin saber qué poner. Fotos "mías" para gente que no conozco me da pavor. Además, no sé posar. Así que eso está descartado. El problema es que Instagram expone fotos de gente. No de cosas. Por lo que -o bien me invento una Nelly rodeada de libros-, o hago una cuenta de "lo que veo". Por ejemplo, sería interesante hacer una serie de publicaciones de liberarías de Madrid. Es un buen ejemplo y entre que las buscas y las haces, lo mismo pasan semanas...

Como pensarlo me pone nerviosa, en un día de lluvia puedes hacer lo siguiente para relajarte:

(Cosa 4: yoga)

He empezado hace unas semanas, y os diré que es una mezcla entre pilates y meditación. Resulta útil para mantener sana la espalda.

(Cosa 5: seguir con la novela)

Dejo lo más importante para el final. Yo tengo una labor o trabajo constante, que es abrir cierta página, elegir qué concursos y ponerme a escribir. Me lo dijo mi editora de Espasa hace mucho tiempo: Ve a por los concursos. No lo decía de broma. 

Esta pendiente de salir una novela con Hidra (que ya debería haber sido publicada) el año que viene, pero tienen la colección parada porque RBA está haciendo la misma (libros de tú decides la aventura) y les está comiendo mercado. Así que yo entregué el manuscrito pero la cosa se demoró. Lo mismo, ni sale. Entre-medias, tengo que pensar en promociones para La Sombra de Melpómene, que por cierto hemos hecho otra edición porque, sí, la original tenía algún que otro fallo.  Y buscar otro proyecto. Tengo una idea en mente de dos novelas en una. Pero como no busque un objetivo (¿Para quién escribimos?) Como no elija en esa página a quién se lo voy a presentar, no me pondré...

¡Uy, mira, ha salido el sol!

Feliz domingo. 


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