Cuentos para pensar.



Érase una vez que preguntaron a un sabio matemático árabe el valor de un ser humano. Y él contestó:

-Bueno, si es ético vale 1.

"Si además de ser ético es inteligente, tras el uno hay que poner un cero. Y vale 10. Si además de esto, es rico, hay que añadir otro cero más, y vale 100. Si no sólo es ético, inteligente y rico, sino que además es una bella persona, añade un cero más y vale 1000.

Pero... si no es ético y pierde el 1 que va delante... entonces su valor es 000. Es decir, no vale nada".

El Relato radiofónico.

Hace mucho tiempo escuché una historia de una joven que se enamora en una discoteca. Durante un buen rato habla del chico, de su clase, de su "maravillosidad". De lo atractivo que era y de que fumaba tabaco de importación. A lo largo del cuento hablaba de las cualidades que ve la chica en él..., hasta que se marchan juntos. Es entonces cuando se da cuenta de que el protagonista de la historia rellena la cajetilla de tabaco "de importación" con tabaco del país. El cuento era una metáfora maravillosa del proceso de "idealización" y el posterior estupor y choque con la realidad. La autora es una de tantas, anónimas, que compartió espacio de cuentos radiofónicos conmigo.

Hace aún más tiempo, un señor vino a mi instituto a contar cuentos. No me quedé con ninguno salvo con un relato corto en el que hablaba de cómo se había enamorado perdidamente de una tal María. También nos contaba cómo ella le rompió el corazón... suerte que entonces conoció a Paula, por la que sintió un amor tremendo, pero que no le hizo ni caso, hasta que se cruzó en su camino Berta, de la que perdidamente se enamoró de nuevo. En el final de la historia, cuando el señor ya no estaba disponible, lo buscaban Berta, Paula, y María. Pero por un motivo que ya no recuerdo... él no podía corresponderlas entonces.

El último:

Mi libro de literatura del instituto contenía trozos de cuentos. Eran textos inconexos.. uno empezaba con "¡Aquí también se pisan cristales rotos!". Ninguno me llamó demasiado la atención, salvo este:

"Una mujer se encontró un pájaro herido en el camino. Ella y su esposo lo recogieron. Lo cuidaron, lo alimentaron, hasta que de nuevo pudo volar. Para entonces, el pájaro que era salvaje y esplendoroso, se había acostumbrado a los humanos. Y aunque el marido insistía en soltarlo, la mujer, al ver cómo interactuaba con ellos, le pidió por favor que lo dejara estar por allí. De hecho, el pájaro entraba y salía de la casa a su antojo".

Leyendo el cuento, que yo habría titulado: "Ave salvaje se hace amiga de una mujer", sentí que era muy hermoso.

"El pájaro volaba libre y entraba en la casa sólo para comer y volver a irse".

De hecho todo iba fenomenal. Armonía, paz... respeto mutuo.

Por eso, cuando llegó el final del cuento, me impactó tanto, que casi 23 años después.. no lo he olvidado.

"El pájaro murió guillotinado por una ventana".

Y así acababa.

Miré esa frase con "ojos redondos". El pájaro murió guillotinado por una ventana. No recuerdo la frase anterior que sin duda era clave en el relato. Pero es como si al Universo le dieran igual los sentimientos humanos. Es como.. una causa-efecto de lo más rara. Nunca me había encontrado con un cuento que castigaba el altruismo.

A fecha de hoy, sigue siendo un misterio.

FIN. 



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