En el que vendo una planta.

 


Creo que os comenté que tengo muchas plantas en casa que crecen la mar de felices de un día para otro, invadiéndose unas a otras y luchando por el espacio. Hace poco, decidí quitar -a algunos de los aloes vera- los hijos que les iban saliendo. Pero me daba pena tirarlos, así que compré tierra, unas macetas bonitas y los planté. 
Como tengo la costumbre de regarlos con pulverizador y cuidarlos mucho, no tardé en darme cuenta de que no podía tener tantas plantas en casa, así que... tras darle varias vueltas, puse un aloe a la venta en una plataforma digital. En dos minutos me estaban preguntado por él. 

Busco un buen hogar donde lo cuiden para que pueda crecer.

Y entonces el interesado me dijo para quién y por qué lo compraba. Y la historia me encantó. 

Se lo reservé de inmediato.

El milagro de la comunicación es que él ha encontrado lo que buscaba por un precio realmente económico ya que era más símbolo que ganancia, y yo tendré más espacio para poder replantar los hijos de los aloes que están empujándose unos a otros en una macetas en las que no caben. 

Es decir, le he encontrado una salida a mi sobrepoblación de plantas, ¡jajajaj!

Ya sólo me queda por resolver el misterio de la maceta inesperada, en cuyo interior creció hace un año y pico una planta muy extraña. Me dio pena y no la arranqué. Y crecía de un modo raro, porque no sabía si era planta, arbusto, o qué especie vegetal. Un día, con una aplicación de identificación de plantas, le hice una foto y el móvil me dijo: "tiene usted un limonero" ¡Jajajaj! ¿Cómo va a ser un limonero! ¡Sería un bonsái!

Bueno, pues... es que parece un limonero. Pero no tiene espacio ninguno y está creciendo "como bonsai", de manera muy rara. No sé, a ver si "crece" un poco más y entre mis amigos y yo conseguimos averiguar qué ha nacido en esa maceta... 


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