"No sé qué series ver", "no encuentro nada que me apasione",... 

Hace un par de días le di a ese botón al que siempre daba "No" y sobre el cual algunos miembros de mi familia me habían hablado.

-Hombre, teniendo en cuenta que te gastas mucho más de gastos de envío al año de lo que vale la suscripción...

-Oh, no, no... No.

Siempre "No". Es desconocido, es extraño. Y todo lo extraño merece una.. orden de alejamiento.

Hasta que no sé por qué me compré una mesa portátil para trabajar en mis libros desde la cama y me dije: "¿y si le doy?". Realmente, sí sé por qué. Tuve una de esas imágenes mentales en las que me vi a mi misma trabajando en los manuscritos de noche, cuando estoy demasiado cansada como para ver la televisión. A veces en lugar de ver series en Netflix, lo que hago es dar vueltas por el menú para acabar viendo las mismas películas una y otra vez. Esto es lo que me ocurría con los libros, antes de conocer al Muso (a mi profe de Dharma), que leía los mismos una y otra vez. 

No sé porqué, la mesa y Amazon Prime vinieron junt@s. Me decidí, sin más, a probar. El caso es que le di al botón. Y luego conseguí instalarlo en la tele.

Lo primero que vi fue el menú que ya había visto en casa de otro amigo mío, y también en el ordenador desde el cuál trabaja el actor. Sólo que ahora era mi pantalla.

Y -nuevamente- me abrumé. De verdad que son demasiados estímulos. Entre todos ellos, reconocí la serie de House. La puse... y esa tarde estuvo en el televisor, todo el tiempo.

"Qué bien" dijo mi hermano mayor, "así puedes ver The boys".

-¡jajajaja!

Vuelvo a repetir lo mismo: a no ser que Patriota muera en mitad de un agónico sufrimiento, no quiero saber nada de esa serie. A pesar de que Davidel me habla muy bien de ella.

Esa misma noche, y tras tener de fondo House sin hacerle caso, me fijé en una serie de Gerad Butler. Siempre hace de bueno. De bueno comprometido. Y no siempre acaba bien él, pero sí que salva a los demás. Le eché un ojo y al día siguiente es lo que estuvo puesto en el televisor.

Y pensé: "oh, cielos, solo tengo dos cuadraditos empezados de mil cuadrados disponibles". Así no iba a terminar nunca.

Decidí racionarlo.

Es decir, hay que hacer más cosas aparte de ver series. Vuelvo a decir lo mismo, yo tengo que tener tiempo para trabajar en libros, y eso requiere un antes y un después. Son las 11:28 de la mañana y voy a seguir con el manuscrito en cuanto acabe la entrada. Eso implica toda la mañana del sábado para trabajar un par de horas de forma decente. No puedo pasarme el día viendo series (y tampoco quiero).

Ayer por la noche puse un rato de "Puñales por la espalda", que es una película que en el cine no me gustó. Pero la puse por poner. Y de repente, el detective dice:

-Lo que pasa es que le gusta vivir en la mansión del Cluedo.

-¡ajjajaja! -me reí por dentro-, ¡jajajajja!

Mi novela... es eso.

"Jajajajaj" "qué bueno".

Paré la película y me fui a dormir. Y hoy la he terminado.

Debo deciros una cosa, sí que me ha gustado en televisión. Y por favor no siguas leyendo sino la has visto:

****** alerta spoiler*****

Salí del cine pensando que ella no provoca la muerte del anciano porque reconoce el peso del frasco pese a tener las etiquetas cambiadas. Imaginad mi sorpresa cuando veo que Hugh había cambiado el líquido y no las etiquetas. Esto es una bonita laguna mental, a tener en cuenta para cuando afirme conocer las cosas al dedillo gracias a una memoria maravillosa, que sí lo es,.. tengo buena memoria, pero que puede no serlo también. Ese resquicio de duda es importante.

Dos: la trama es mucho más compleja. No es que ella se equivoque y ya está, no. Recuerdo que la escena del pub con el nieto de Harlan me puso especialmente nerviosa. Porque le daba a él todo el poder en la trama. Y, sin embargo, no es así. Me parece muy interesante.

Tres: cuando la vi en el cine, desconfiaba de todo el mundo. A veces un pato es un pato, esto sería bueno saberlo. 

Cuatro: durante su visionado en la televisión pensé en cómo trabajan los actores.

Dado que me he apuntado a teatro.

Es decir,... lo hacen muy, muy bien. Debería aprender de ellos.

Y todo esto es, repito, 2 cuadraditos de una pantalla de más de 200 cuadrados a elegir. Entiéndase por cuadrado una "oferta" para ver... aunque más bien son rectángulos.

Quién iba a decirlo, me gusta Amazon Prime.

Dicho esto, me pongo con la novela que es lo que debo y tengo y quiero hacer.

Saludos!!! 

Posdata: ese final de la enfermera con la mantita y la taza de "Mi casa, mis reglas, mi café" y la familia debajo mirando, y eso de decirlo todo con miradas y que el espectador se pregunte "¿qué va a pasar a partir de ahora?" es maravilloso.