Cosas que te ayudan a mejorar como escritor...

 

Es sábado. Estoy a punto de salir de casa con el actor cuando me llega un aviso de Amazon.

Su pedido (planificado para el miércoles) se entregará hoy.

Faltaba añadir debajo: Y no puede usted cambiarlo.

Lo que viene siendo: un dilema. Cuantas veces no me ha pasado que tengo que posponer o cambiar los planes con mi amigo músico, porque Amazon entrega antes. Salvo una vez que lo modifiqué (opción que ahora buscaba desesperadamente sin éxito).

"No puedo cambiarlo", pensé.

Luego... no me puedo ir.

Sin ápice de duda o desconfianza, el actor dijo:

-Cuando te llamen, que te llamarán, les dices que la entrega estaba prevista para el miércoles y estableces con ellos nuevas condiciones.

Le miro. Me mira.

Sí...

Me pongo el abrigo, montamos en el metro.

Y entonces me da la segunda clase de escritura creativa que he recibido yo en toda mi vida. Con 7 libros publicados jamás nadie me ha enseñado nada a este respecto, más que los otros autores. Pero el actor sabe. Así que le cuento mis dos proyectos.

-Al siguiente de mi editor actual, a los personajes, les he añadido "deseos".

-¿Y qué tal? Se mueven solos, ¿a que sí?

-Sí.

Se mueven solos. El esquema del libro juvenil es sencillo, es un juego. Enseño al actor la encuesta que he puesto en Twitter para elegir el nombre de un personaje. "No son nombres raros". "No", pero no son demasiado habituales y en el caso de "Tania", uno de ellos,... es que el personaje se parece a mi amiga Tania. Y no pude evitar ponerlo.

Le cuento la otra novela, la que empecé por él.

Mientras la expongo me doy cuenta de dos cosas. Primera, hay que buscar un concurso. Yo no puedo escribir sin objetivo y con esta ando bastante perdida, pues en realidad está escrita sólo para explorar la relación entre dos personajes. Él, el actor, y una chica... que no habla. Sí, sé que se podrían extraer muchas conclusiones psicológicas al respecto, pero me da igual. A fin de esconder todo esto en el envoltorio más distractor posible... decidí meter fantasía y mitología. Y aquí es donde la novela falla, porque, ¿de qué va? Exponiendo la trama, nada original por otra parte, el actor dijo:

-Tienes que meter mucho realismo para sostener esto.

-¿Realismo?

-Que los personajes sean concretos.

Eso ya lo había notado yo (lo de introducir partes cotidianas) pero falta algo más. No son lo bastante grises. Hay que concretarlos más. Estoy de acuerdo. Y le miré, admirada. 

Luego le presenté el otro esquema.

Nadie me ha enseñado nunca nada de narrativa. Todo lo he aprendido yo, o lo he sentido, o... algo me dice lo que es y no es correcto. Pero resulta un lujo... poder aprender de alguien.

-He llegado a 2000 seguidores en Twitter y ....

-¡Vaya, enhorabuena!

Sí.

Años estancada en 1900 hasta que le conocí. 

Me llaman los de Amazon mientras voy en el metro, algunas de las cosas que he pedido son para escribir. Tras acompañar -hasta pasada la hora de comer- al actor, vuelvo a casa, y justo cuando paso por  mi calle, la persona que ha recogido el envío por mí, se cruza conmigo. Va de paseo con otra.

YA ES CASUALIDAD.

-¿Quieres pasear un rato? -me pregunta.

Y paseamos.

Mientras paseamos le hablo de una azotea maravillosa y de mil cosas maravillosas más.

-¿Qué pasa, que quieres vender tu piso? -me pregunta.

-No... pero ojalá tuviera las paredes blancas.

(Si el Muso lee esto, jajajaj! contiene un guiño a algo que me dijo él)

-¿Por qué?

-Mi piso está bien-contesto-, esta fenomenal. Es sólo que...

... estando con el actor....

-¿Qué?

-Es sólo que....

(Cómo lo explico)

-Echo de menos la falta de posibilidades.

-¿Cómo?

-Sí, veréis... hay cosas que no puedo cambiar, como las puertas... o dejar las paredes blancas.

-¿Y por qué no? -pregunta una de las personas que me acompaña.

-¡¿Por qué no?! -ríe la otra-, ¿has visto el mueble del salón?

Tengo un mueble precioso, verdaderamente precioso, pero es un puente con dos piezas (cristalera y estantería) + el mueble del televisor. Ese precioso y maravilloso mueble de corte clásico, fue metido en el domicilio cuando no había ascensor. Ahora, sencillamente, no saldría por la puerta.

Mi casa es preciosa, lo es, tiene flores y mucho espacio. Tiene cuartos de colores. Es clásica, es acogedora, es concéntrica, pero... oyendo hablar al actor, pienso en posibilidades. Y esta casa las tenía hace diez años. Cuando entré y reformé cosas. Entonces había cosas que yo no sabía. Y posteriormente reformé el baño y la cocina. Pero, por ejemplo, jamás tendré una bañera. La tuve en su día (media bañera) y la quité. Y ya no hay bañera ni la habrá jamás. Esas son las cosas que echo de menos.

-Las posibilidades.

-¿Vas a comprar otro piso? -me preguntan.

-¡Jajajaja! -pienso en el Muso, y en mi nuevo trabajo, con él- no creo. No lo sé. No.

A no ser que el Muso hiciera un milagro y nos volviéramos todos millonarios.

A no ser que jugara a la lotería...

-Y esa azotea... -digo, recordando-, qué azotea tan bellísima. Es tan maravillosa.

Uno de los que me acompaña me mira y responde:

-No sé, Nelly, creo que aunque ese otro piso hubiera estado en Arganda del Rey,... O en mitad de un pantano,...te sería igual de maravilloso.

-¿Qué? No...

-Me da que no es la ubicación del piso ni la azotea lo que a ti te tiene encandilada...

-Sí, sí, es la azotea -respondo.

La azotea maravillosa con sol, para meditar, para leer, para estar. Dios, qué azotea he visto hoy. 

-Se vía la sierra de Madrid y ...

-Ahí también se ve -me la señalan.

Y durante todo el paseo, veo casas y más casas, y chalets y más chalets, y lugares que no sabía que había, en mi barrio y es como descubrir el mundo.

Y si me disculpáis, tengo que escribir, porque a mí es esto lo que me impulsa. Descubrir.

Y con el actor me paso el día descubriendo cosas.

FIN! 






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