En el que aprendo a bailar (claqué...) y pido a mi amigo un curso de cocina.


Ayer me apunté a una clase de claqué porque un amigo me la recomendó. Lo que pasa es que más o menos a los cuarenta minutos lo dejé. Y pensé: "si los intensivos van a ser así, igual debería replanteármelo". Mi amigo me llamó por la noche y me dijo: "¿Has visto el cambio de ritmo cómo nos ha liado a todos?"

Yo le contesté:

-Si eso era un curso básico, no me apunto...

-¡Qué va! No era básico. Ese paso lo estoy aprendiendo yo en clase y llevo año y medio...

Ah! menos mal!!

A mí el baile se me da fatal.

-¿Me llevarás a algún clandestino?

-Pues claro!!! -contestó mi amigo.

-¿Y hay cursos básicos más sencillos?

-¡Síii! los tienes de aprender sólo tres pasos.

-Eso mola, en verano me apuntaré a alguno de fin de semana...

También le he escrito a un amigo que da clases de cocina pero... su respuesta es un tanto preocupante:

"Ay, amiga. No tengo ni idea si quiera de si podré seguir con mi negocio".

Sí que podrá. Si hace falta nos apuntamos todos sus amigos a sus cursos. 




Podría tomar clases particulares. A lo mejor el profe de mi amigo me las podría dar a mí. Un día. Pasar la tarde bailando, para que cuando vaya a una clase no sea "la tía que se tropezó cinco veces con su propio pie derecho.." jajaja!

^_^ Bueno, internautas. El encierro pesa y cuesta, pero con planes se lleva mejor...

Saludos!! 

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises