Mando un sms por la noche. No contesta. A la mañana siguiente me digo: "Mira, la respuesta más sencilla suele ser la correcta. Y cuando alguien no te contesta en doce horas es porque sencillamente no le interesas".

Adivináis, ¿verdad? Mientras yo pensaba esto él contestó. Y me dice: "Siempre poniéndote en lo peor". 

Y empezamos a hablar y ... no es justo. Al final no conseguí lo que quería. Mira que se lo digo: "que yo soy muy pesada", "que no te interesa hacer esto porque luego ¡drama! ¡tragedia griega!" ¿Creéis que me hace caso? 

¿Y cómo lo consigue sin interrumpirme? Cuidado con la gente que os deja acabar de hablar y respeta los turnos de palabra, los que no interrumpen. Son un peligro. Yo debería estudiar PNL también.

Al terminar la conversación, estaba cansada. Pero es un cansancio raro. Es como nadar contra corriente.

Tras un momento de reflexión, me dije: "piensa, tiene que haber alguna forma de conseguir lo que tú necesitas". Lo que yo quiero y/ o necesito es que no haya incertidumbre. Dime un día y yo organizo mi agenda. Muy resuelta y  coqueta lo solicité. ¿Y qué me responde?:

-Usted exige demasiado.

¡ajajajaj! Alzo las cejas sobre la colcha. Y contestó:

-Lo que trato de explicarle.....

A lo que él replica:

-En ello estoy...

Y yo no estoy de acuerdo. Ahora conversamos en castellano antiguo. Lo que me faltaba. Al terminar el intercambio de mensajes estoy igual que antes, y en el mismo punto de antes.

¿¿Me podéis explicar cómo es que me gana conversando??

Soy escritora y publicista. 

¿Tan difícil es dejarme mandar a mí?

Me voy a volver loca.

Además, ¿no se ve acaso que es contraproducente desestabilizarme? Tengo una mente obsesiva. En todo caso, lo que puedes es decir: "Mira, tienes razón, eres una tía terrible, mejor no te veo más". Ya está! Solucionado, ¡incertidumbre cero!

De verdad, lo está haciendo todo mal... jajaja!

jajajaja!

Me voy a preparar un café.