Música...

Creo que comenté que me pedí unos cascos inalámbricos como regalo de Navidad. 

Pero tenía olvidado lo sensible que soy a la música. Me duermo, escribo, descanso... salgo a correr. Alguien me dijo hace unos meses que es posible quizá que sea un pelín sensible de más, ¡jajajja! 

Con las canciones tengo "rachas". Y ahora estoy un tanto enganchadas a estas:

Enya.
Ni idea de lo que dice, pero a partir del one by one by one... Me encanta esa fórmula.




De esta me gusta el tono. Debe de contar algo precioso...El violín va para un lado y para otro.



Esta me parece una canción de cuna... ayer la puse una y otra y otra vez.... y me quedé dormida.



En la que sigue me gusta mucho una sola cosa. Hay una percusión que imita el corazón... ok, esa la tenéis controlada seguro, pero es que luego entra una segunda percusión ...que en un momento para y es arrítmica. Me encanta cuando para. Ese movimiento es genial. Pero genial. No hablo de la percusión que es como un corazón, hablo de la otra, la que la interrumpe. Hay un momento de la canción en que hace un "destiempo". Y vuelve a ser par, pero ... por un instante no lo es. ¡Jajaja!



Mi móvil cobró vida propia y empezó a sonar esto... Que me obligó a ir al salón a ver qué puñetas era.


Es maravillosa.

Y luego continuó con una japonesa que parecía contar un cuento.

No sé, con tanta música y el manuscrito... no hay tiempo para la televisión !!!!!!

Me encanta cuando los instrumentos hablan entre ellos. Eso me chifla, jajaja, de verdad!!!

Saludos!!!

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