Diario de una escritora (Editada...)


Estoy muy orgullosa de algunas cosas que he conseguido por la mañana, a pesar de las dificultades que me he encontrado.
Al montar en el coche, abrí Internet y busqué a sabiendas que el primer audio que iba a econtrar era útil.

"El poder de las palabras"




Lo escuché con mucha atención. Soy escritora. Lo escuché especialmente cuando dice aquello de: "¿Y si yo te diera el poder de consolar, ayudar, animar, amar, alegrar... a otros?" Presta atención a lo que piensas. Presta atención a cómo te hablas.  Háblate siempre con compasión.

Llego al aparcamiento, el de siempre. Y pienso: "Verás la que voy a....". Me paro un momento, y en vez de recriminarme, me digo -como prueba científica-: "Oh, vale, a ver si funciona: lo vas a hacer muy bien, ya eres toda una experta"

Muevo el volante para todos lados. Me digo a mi misma, "¿no será más fácil recurrir a esa parte sin palabras?". Apago el motor. Salgo del coche, siempre reviso y reaparco porque las cosas no están exactamente perpendiculares a la línea. Bajo del coche y el coche está perfecto.

Pestañeo.

"Ha sido casualidad". Nunca lo he cuadrado tan bien a la primera, cerca del bordillo. "No puede ser" me digo, "debería... moverlo por la costumbre", pero cuando lo voy a poner, un coche que estaba enfrente, decide reaparcar a mi lado. Si ibas a moverlo, me digo, ya no. ¡Jajajaj! Y está perfecto. Le pregunto a esa parte de mi sin palabras y me responde que de sobra puedo sacarlo. No me digáis como lo sé, pero lo sé. 

Entro a trabajar, y observo el silencio de la oficina. Es perfecto.

Saco un listado que implica contar 267 líneas de excel y colorear las de un número inferior al que yo necesito. Esta tarea, que seguro os volvería locos, a mí me relaja. Es ordenar el mundo por colores. Y en cajas. 

Recibo un correo con una noticia bastante curiosa, que me lleva invariablemente a la mesa de reuniones de mis compañeros. Creo que hoy voy a poder ayudarles. Me piden varias cosas pero mi jefa interviene:

-Nelly está libre porque Nelly tiene que dedicarse a tareas de Formación.

Yo me he quedado bloqueada con algunas peticiones, lo que me lleva a un diálogo interno. "¿Ves cómo la jefa ha establecido las prioridades?" me digo o me dice esa parte de mí. No lo tengo claro. Una parte está muda, la otra está indicándole a la que se calla que no se precipite ni acepte ayudar a todo el mundo. Menos mal que la jefa ha estado muy rápida y muy clara en ese punto.

Subo y bajo, voy y vengo, contesto a preguntas de operativa, señalo bajas de compañeros por el nombre de usuario, informo de bases de datos, listados de teléfonos, nombres de clientes, números no aleatorios de casos, de repente miro mi mesa:

-¿¿Me he tomado dos veces la pastilla contra la gripe??

¡JAJAJAJAJ!
¡Que alguien me explique cómo es que recuerdo el teléfono de un compañero que me llamó hace cinco días y soy incapaz de saber SI ACABO DE TOMARME UNA PASTILLA O NO!!

La gente se acerca a preguntarme. Normalmente, me pondría nerviosa. Pero he aprendido algo:


Lo importante de la vida humana es el contacto.

Si pensáis que todos vuestros problemas se arreglan escapándoos a una montaña, en una cabaña en la que nadie os pueda tocar... No. Eso no funciona. Ni para escribir. A veces me dejaba fines de semana libres para escribir, sin ver a nadie, y era incapaz de poner una palabra en el folio. Pero si me mezclas con ellos y con la vida, entonces hay mil historias. Así que cuando viene la gente, miro a sus ojos, y es genial todo lo que veo. Son universos. Universos únicos. 

Puede que ellos no lo vean así, no lo sé.
Con este planteamiento... y acordándome del Muso, la mañana se desliza apasionante y variada.

Y mientras estoy sola en una Sala de reuniones, miro a lo lejos, pensando que tengo que escribir una entrada con todo esto.


A lo mejor esta tarde sigo, chi lo sa...

También ha sido gracioso lo de un compañero mío y mi jefa. Estábamos organizando la mañana y de repente dice:

"Nelly se organiza tremendamente bien. Lo de ella es ser pragmática, realista y poner un horario. Eso sí.... no le pidas nada que no esté escrito y planificado en un papel".

¡JAJAJAJ!
Me acordé del actor y me puse roja como un tomate.
¡Me conocen!
Es correcto, no me pidas nada que .... no esté previsto. Salvo el Muso y él (que por cierto, no lo sabe), pues son... las dos únicas personas en el Universo que si dicen: ... atrévete a dar un paso.... Lo daría.
El Muso lo sabe, el actor no... (mejor)

SALUDOS!!!!


continuación...

Creo que ya sé porqué a mi Muso le resulto tan graciosa, o porque se ríe cuando me acerco. Tras terminar un proyecto de presentación, procuro prestar atención a lo que hago y me monto de nuevo en mi coche con intención de volver a casa. Estoy contenta.

Cuando arranco, algo me indica sin palabras que las cosas no están como siempre.

Desoyendo esa cosa, salgo a carretera... y en mitad del torbellino de pensamientos me digo: "Porque mi móvil...." Y al mirar donde guardo el móvil en el coche, no está.

¿Sabéis esos momentos de pánico en los que....? Sí, esos. Siempre reviso todo veinte veces, y como algo no siga la forma y devenir habituales, me vuelvo loca. Así que mi primera reacción fue: "Oh, Cielos, oh, cielos, OH, CIELOS EL MÓVIL NO ESTÁ!"

A lo que podría seguir un pensamiento tipo: "Pero mira que eres idi...." O algo peor. Lo que me habría llevado a revisar la siguiente vez que saliera del trabajo, otras veinte veces más. Pero en lugar de eso, (llevo un coche entre las manos), al hacer la rotonda para incorporarme a una de las carreteras más peligrosas de España, mi diálogo es el que sigue:

"Oh, vale, ok, tranquila. Igual está. Tiene que estar. Ponte en el derecho, ve a 70 u 80 y quizá... No, no puedo, viene la incorporación. Oh, mira al de atrás, normal que se cambie, ¡estoy haciendo eses en el carril! Nelly, atenta!!! a ver... si el móvil no está vuelvo. Ya está, hago el camino de ida y de vuelta (eso son sesenta kilómetros casi) no pasa nada. Relax. Atenta al desvío".

Se puso a llover. Lo que me faltaba.

Dos kilómetros más allá, mi diálogo interior seguía así:

"Vale, si el móvil está medito. Medito media hora, hago una buena acción, ...."

Desde luego, tendríais que verme negociar conmigo misma. Especialmente ante las incertidumbres.

"No está, no está, no está... Oh, cielos, no está, ¿dónde has podido olvidarlo? ¿Cómo? ..."

A lo de "medito media hora", mi yo interior no contestó. De hecho, no contestó a nada. Hasta que respiré hondo y los coches frenaron. El tráfico estaba cada vez más complicado.

"Bueno, mira" me dije, "vuelves y ya está. No pasa nada, es un móvil. Que sí, que si está en el coche medito media hora con música de un río de fondo. Así practico la calma. Pero hay cosas más importantes, la carretera. Sí, porque, ¿si te das un golpe sabes qué pasará? Que ya no podrás volver a por el móvil. Es más, incluso si fuera en el coche, sería como si te lo hubieras olvidado. Así que atenta.... Y déjalos pasar a todos, y no te enfades con ninguno. A mí sólo me importa el móvil".

Pasado el puente de la M11 veo frenar varios coches, un joven conductor con cartel de autoescuela está entorpeciendo el carril. Yo me pongo a la derecha, detrás de otro que va detrás de él. Se acerca una incorporación. Freno. Ahí, sí, mi yo interior me pregunta sin palabras (lo voy a traducir):

"¿Qué haces?"

"Freno"

"¿No te molesta? ¿no te enfadas?"

"No, no me enfado" me digo " porque vienen todos esos y les voy a echar una mano a que se incorporen. Además, el otro está aprendiendo"

Lectores, justo en ese momento, suena un whasap.


¡JAJAJAJAJ! ¡jajajajajaj!
Respiro tranquila.
El móvil, amortiguado, va en algún lugar del coche.

¡jajajajja!

No he acabado de tomar el desvío cuando un energúmeno que viene detrás casi me echa del carril.

-¡SERÁS...!

("Hala, ya me he vuelto a enfadar")

Me doy cuenta, respiro hondo. ¡Cuánto mejor se iba cuando no importaba nada más que el móvil! Respiro hondo, me desenfado, subo la calle. "Jo, qué bien, qué tranquilidad", doblo la esquina...

..... cruza un gorrión delante del coche.

-¡Ay, no! ¡No, no, no! ¿¿¿Lo he atropellado?????

¿¿¿¿Lo maté?????????????

No puedo pararme a revisarlo, obviamente. Esto más que conducir parecen las doce pruebas del César. Unos metros más adelante, mi yo interior me comenta algo, sin palabras también y que tiene que ver con el espacio que había entre dos coches esta mañana (donde yo aparqué y el que aparcó delante):

"¿qué te ocurre siempre con los espacios delante del coche?"

Me parecen más pequeños de lo que en realidad son.

Luego "no le he dado al gorrión", ¡menos mal!

Doblo la esquina y otro pájaro similar me cruza por delante del parabrisas. "Ya está bien, eh?" me digo.

Llego y aparco.
Y, la verdad, entiendo porqué al Muso le da la risa conmigo.
Hoy me ha dado hasta a mí....



3 comentarios:

Davidel dijo...

-¿Nivel de inglés?

+Alto.

-Traduzca “juguete”

+¿”Juguete”? Pero eso no reflejaría realmente mi nivel de inglés.

-Asi va el chiste.

+¿Qué chiste? Esto es una entrevista de trabajo.

-Es un chiste. Tú y yo no somos reales. Sólo somos personajes creados a partir de la idea de un diálogo.

+¿De qué estás hablando?

-Solo existimos en la mente del lector como voces sin rostro reconocible; a menos que éste nos asigne uno. ¿O acaso puedes decirme a qué puesto se supone que estás postulando?

+No lo había pensado...

- Claro que no, porque no puedes pensar por ti mismo. Ni tú ni yo, porque nuestras palabras son ordenadas por una persona real y consciente, la cual decide qué rumbo toma esta conversación.

+ Esto es difícil de procesar.

- Es fácil. Existimos desde la primera pregunta de este diálogo, y dejaremos de existir después del punto final.

+No quiero desaparecer.

- Realmente no puedes querer nada. Es el autor quien decide por ti. De cualquier forma, me agradó conversar contigo, que es a la vez una conversación con una sola persona. Nuestra existencia es tan compleja como sencilla: Antes no estábamos, ahora sí, y después no.

+ No me parece justo.

- No tiene que parecerte o serlo. La vida real es igual que la nuestra: Efímera. Cada quién vive su chiste. Chiste que llegará al final; así como el nuestro en cualquier momento.

+Te voy a extrañar.

- Nos volveremos a ver.

+¿Cuándo?

- Cada vez que alguien lea esto, estaremos vivos como voces que hacen eco en el interior de su mente. Hasta entonces, mi buen amigo...

Davidel dijo...

No es mío. Pero me ha parecido tan bueno, que he querido compartirlo.
:) ;)

Nelly dijo...

¡jajajajaj! ¡Es estupendo! jajajajaj! lo que me he reído leyéndote...es fantástico. Enhorabuena al escritor o escritora...

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