Cosas que no sé si son verdad.



Podría haber titulado esta entrada: "pelís, gripe y ataque de celos". Al estar encerrada en casa, por voluntad propia, me da tiempo a escribir y a ver películas. Empecé por All about Eve o "Eva al desnudo", de la que me sorprendió la fuerza de los diálogos y ciertas actitudes de las protagonistas. Mi favorita es la señora Richards, me parece una mujer feliz. Margo me recuerda a gente que conozco. Y Eva es malvadísima. 

Luego puse Asesinato en el Orient Express, que curiosamente me recordó a Matar a un ruiseñor. Yo ya me leí la novela. Me hizo gracia la diferenciación entre el nombre del detective y "Hércules", cuando dice aquello de:

-Yo no mato leones...

Pero si me preguntáis porqué se parece a esa otra novela, es porque en realidad va de aquello de: el cumplimiento de la ley no siempre es lo más correcto. O justo. Aún así, y aunque va del tema de los grises, la escena del asesinato me sigue pareciendo imperdonable. A mis ojos no es que no haya culpable, sino justo lo contrario. Ya en la novela me pareció curioso.

Hoy a mediodía puse Toc Toc. Con esta me rio mucho. Descubrí la historia en el teatro y luego la he visto como tres veces en película.

Y ya cuando dejé de escribir por la tarde-noche, tuve la feliz idea de poner Durante la Tormenta. Que, por cierto, fue la película que le dije a mi pensamiento: "Elige una al azar, a ver si hay algo significativo".

Lo único significativo aquí es que me dio un ataque de celos mientras la veía por una de mis (suena el móvil... ya) ... como iba diciendo, por una de mis estupendas ¿cómo lo llamo? ¿corazonadas?

El otro día le dije a mi yo interior o pensamiento, o coso sin nombre, si jugábamos a ver algo del actor. Y ni corta, ni perezosa, le mandé un whasap que decía:

-Mándame una foto de eso rojo que llevas.

¡jajajaj!Yo le pregunté a mi yo interior y mi yo interior me dijo: es un salto al vacío.

"Pues no va a llevar nada rojo" me contesté mentalmente. ¡Menuda tontería!

Y la foto llegó.

Pues sí que lo llevaba.

Bien, viendo esta extrañísima película española muy parecida a Frequency pero tremendamente más complicada, me llego otra de mis fantásticas super-corazonadas... de esto que miras a tu yo interior y te dice: adelante, con él puedes ser tu misma...

Y mandas un whasap de estos hiper-celosos mientras piensas: "¿por qué, por qué por qué? ¡no hacía falta sentir esto!"

Del mismo modo, a ningún chico le gusta tener una bruja celosa por amiga.

Seguí viendo la pelí que mezcla vidas pasadas con futuras, tiempos imperfectos en los que o bien tienes el amor de un hombre honesto o bien una hija. O bien tu marido te engaña, o bien triunfas en tu carrera, o bien no tienes carrera pero tienes familia... Todo a la vez. Y tapada con una manta me dije a mi misma que esa no era película apta para mí. Desde el momento en que la profesora científica y escritora dice aquello de: "La realidad no existe, es tu cerebro interpretando lo que sientes", a la protagonista. De cómo cambia todo según pequeñas acciones al hecho de que ninguna de las historias (salvo quizá, la última) es perfecta, y ni esa realmente, mezclado con el miedo y el susto del asesinato. 

Y acabó la pelí y tapada con la manta hasta las orejas, con una tensión tremenda, en mitad de la oscuridad, me oí decir estas palabras con una voz dulce que no reconocí como mía:

-Menuda rallada mental.

Apagué la tele y me vine a la cama. 

Mi voz suena más dulce de lo que pienso. O eso, o estoy muy constipada.

Para curarme de este espanto y de esa corazonada, tengo que leer algo que me guste. Por ejemplo, Seda.

No es justo. Yo no me pongo en situación de tener celos de nada, ¿entendéis? Seguro que sí.
Los celos son malísimos.
Cuando algo produce celos simplemente... se aparta. 
Esto no es justo. 

No debí sacar esa película de la biblioteca.
¡Es buenísima, pero pone de los nervios! 


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