De formación.　

Y de trabajar con un compañero que en algunas cosas se parece a mí, pero en otras es totalmente distinto.　

Y aprendí mucho.　

Y estando en la cafetería, extrañamente tranquila, me puse a hablar... y el compañero puso esa mirada rara, esa mirada opaca y dije:　

-Ya sé lo que estas pensando, que no lo entiendes... Pero es que yo lo veo así.　

El compañero me dijo:　

-Mira, Nelly, esto yo creo que es el choque de los opuestos. Esa persona a la que tanto admiras, es todo lo contrario a ti.  　

Escuché en silencio.

Tened en cuenta que yo estoy muy dolida. Me viene bien que me digan que no veo a la gente, que soy una tipa maravillosa y que Buda no trabaja en mi oficina. 

Y respondí:　

- Bueno, pero estoy enamorada de él.　

- Pero, ¿¿por qué??　

Buena pregunta. Me la repetí para mis adentros. Con sinceridad, ¿por qué?　

Y entonces, dije:　

- Porque él puede contestar: "No, porque no me apetece" y no pasa nada.　

Mi compi me mira, yo le miro. Y nos reímos.　

- ¿¿Really, George???? -pregunta.　

- ¡SÍ! Oh, cielos, ¿no te parece sexy? "No" ¿por qué? "Porque no". ¡JAJAJAJ!　

-¡Pero Nelly, es que le importa un pito lo que piensen los demás! 　

-¡Pues ya estáaaa! ¡Es maravilloso!¡¡!! 　

Luego hablamos de los cambios de turno, de las emociones, de la gente... de pronto me dice:　

-¿Nunca has pedido un cambio de turno?　

- No.　

- ¿EN 9 AÑOS?　

- No.　

Me recordó al del seguro de hogar. Empezó: "¿nunca has dado un parte?" No. "¿no se te ha roto el móvil?" No. "¿No te han robado?" No. "¿No se te ha roto la lavadora?" "No". Al menos no del todo.　

El del banco me miraba raro. "¿Nunca te pasa nada?"　

JAJAJAJ!　

Salí sintiéndome muy afortunada.