Noche en blanco. Con luna magnífica.


Espero que esta etapa de decepción espiritual se me pase rápido.

No consigo dormir. Lo que es raro porque he tenido un día maravilloso, he visto una luna increíble sobre los rascacielos de la ciudad mientras volvía a casa. He visto una película super-romántica. Me fui a dormir...

Y hace más o menos una hora que me puse a buscar en Internet personas que pudieran sentirse como yo respecto al budismo.

Y lo que es curioso es que he encontrado un montón de artículos. Uno de ellos, de El País, hablaba de un encuentro del Dalai Lama con varios maestros en España, uno de los cuáles yo conozco en persona. Le hice una pregunta sobre una manzana y se estuvo riendo un rato muy largo. Me contestó en tibetano. Y quien estaba con él lo tradujo. Era muy simple (la pregunta) y la verdad es que tenía mucha razón. Me dijo: "¿para qué partes la manzana en dos trozos si tienes dos amigos? pártela en tres y un trozo es para ti y dos para tus amigos". 
Yo sé que esto no lo vais a entender, sacado de contexto, pero era una pregunta muy relevante sobre hasta dónde dar y hasta dónde no dar. En su día, yo tenía muchas dudas. Y no se me ocurre otra cosa que preguntárselo usando de ejemplo una manzana. 

Bueno. 

El propio artículo del periódico te decía que investigues antes de buscar nada, que cotillees sobre el maestro en cuestión. Y debajo venían 10 cosas que dicho maestro tiene que saber o poder hacer. Una de ellas decía: Te enseña siempre con entusiasmo, sin cansarse de hacerlo.

Eso me dejó más tranquila. No me había equivocado, sino se da esa circunstancia, entonces es que no te tiene que enseñar esa persona. También decía que lo tienes que ver perfecto, como a un Buda. Pero eso no me ayuda, eso me pone triste. Porque ya os he dicho yo muchas veces que a la persona que elegí sí la que veía así. Así que si ya no la ves así, según el propio artículo, es por tu "mal karma".

Ya sé lo que alguno estará diciendo: "ojo, Nelly. Si yo te digo Menganito es perfecto y si no lo ves perfecto es porque tú eres imperfecta" es un argumento arriesgado. Y peligroso. Porque como veis, te da a elegir entre la perfección del otro o tú imperfección. Tal guía es perfecto y si no lo ves así es porque tú no lo eres. Vamos, eso es de manual de: "Sal huyendo pero ya!"

Lo malo de este momento es que veo lo improbable que suena eso desde la perspectiva lógica y científica y lo veo también cierto desde la perspectiva del budismo. Sé que lo que se ve en un maestro es un reflejo de lo que tú quieres ser. Como lo que vemos en los demás es en cierto modo reflejo de nosotros mismos. 

Debajo, en ese artículo, decía: pero atento, si ves que el maestro humilla a alguien, o pide cosas que no son lícitas, o te pide dinero, o coarta la libertad de alguien... entonces no te calles.

Seguí investigando y di con la experiencia personal de una chica que puso una queja porque en cierta comunidad, el guía no se comportaba como debería (Guía importante). Añade la chica que, cuando humillaba a alguien, decía que era como Milarepa y su maestro, que lo hacía para destruir su ego...
Y luego esa misma chica se quejó a un órgano superior por ciertos comportamientos nada... altruistas. O nobles.

Todo esto... causa una gran confusión. 
Sobre todo porque con la historia de Milarepa yo también sentía cierta identificación (los problemas del aprendizaje) y veo en las diferentes webs que hablan de esto, que le ocurre a no pocos alumnos. 

Y a las dos de la mañana, estaba yo reflexionando sobre lo que ocurre cuando confías en alguien. "Cuando cedes tu confianza, y más a ese nivel tan... completo... lo más probable es que te hagan daño". Y, tras investigar no pocas páginas, descubrí que había quejas... igual que hay quejas con la Iglesia Católica.

Y ya no hubo manera de dormir.

Porque, estadísticamente, pasa lo mismo, pensé. "Da poder al ser humano y ocurrirá" me dije "da igual en qué ámbito se lo des, es una estadística". 

Me levanté a beber un vaso de agua. Y luego observé la luna. Qué pedazo de luna y qué noche blanca tan hermosa.

Al bajar la persiana, me dije a mi misma: "Oye, ¿y si meditas un rato y ya está?"

Olvidamos maestros, no maestros, denuncias, comportamientos ilícitos, y toda esa parafernalia y nos vamos a la mera experiencia de sentarse un rato a meditar. En silencio.

Y me senté. Cerré los ojos. Y al rato me vino esta idea...

"... y si toda esta confusión no es más que fruto de la ignorancia..."

Los budistas están muy obsesionados jajajaj.. con eso.
Y a esta idea, yo me respondí:

"Sí, vale, lo que tú quieras" porque yo hablo mucho conmigo misma, mentalmente "toda la ignorancia del mundo si quieres. Y así me voy a quedar. Pero al menos puedo sentarme en silencio y desear el bien a los demás..."

Bien, internautas, no había acabado de pensar eso, cuando de repente se escucha un chillido espeluznante!!!!
Y abro los ojos y me digo: ¡cielos! ¿Mi mascota?

¿¿??
¿Y ese grito?


Tengo una cobaya centenaria (lleva viva 4 años más de su esperanza de vida, inexplicablemente) y jamás había metido un chillido así. Y menos a esta hora.

Enciendo la luz y la busco.

- ¿Puca? -le digo-, ¿estas bien?

¡¡Menudo susto me ha dado!!
¿Y ese grito? 

Me observa desde su casa y se pone a hablar: "cui, cua, cu, cui cui cua..."
Teniendo en cuenta que el bicho meditaba conmigo jajajaj! la cosa da que pensar.

¡jajaja!

Mejor me voy a dormir.

A ver, que digo yo que practicar se puede igualmente y ... escuchar algún vídeo de vez en cuando y ya está. Por otro lado, importante: haced caso de las conductas y las acciones y no de las palabras. Con la gente, me refiero. Yo esto no lo sé poner en práctica muy bien, pero ya si no confías en nada, fíjate en los actos. Quizá sea en los actos, en las acciones, donde está la verdad. Y donde ... se pueden encontrar cosas nobles. 

Y hacedle caso a vuestra intuición.
Saludos!! 
(¡madre mía, son casi las tres de la mañana!)

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