Martes.

Tuve una pesadilla un poco extraña. Muy útil pero... desagradable. Así que me levanté y me fui al gimnasio, para olvidarla cuanto antes. Porque los seres humanos necesitamos un propósito. Lo he dicho ya muchas veces y sigo defendiéndolo. Aunque sólo sea mi opinión personal.


Al llegar al gim, opté por un entrenamiento en la elíptica. Y llevaba mi teléfono móvil y mis cascos, así que la cosa pintaba bien. 
Puse varias canciones de Shia, y dejé a Ed Sheeran para el final. "Esta para los últimos 5 minutos, como premio a mi esfuerzo". Y justo cuando le di al botón de play y comienzan a sonar los primeros acordes...

- ¡Hola! ¡Cuánto tiempo! ¿Qué te ha pasado?

"Otra vez", pienso. Ayer me pasó igual, iba pensando en otras cosas y me empezaron a preguntar que dónde había estado, etc. Y me puse nerviosa.

Miré a mi interlocutora y di la misma excusa que ayer, pero esta vez más concisa y sin enfadarme:

- El trabajo, los turnos... sólo vengo un rato.

- ¿No te quedas a ciclo? ¿Cuánto llevas? Es que hacía mucho que no te veía, yo...

Llevo cascos. 
Y sé que ella los ve.
Sonrío y soy amable pero no le sigo la conversación ni aporto nada nuevo a ella.

Mi interlocutora habla conmigo pero gira la cabeza hacia otra mujer que también hace el mismo entrenamiento. Y es entonces cuando recurro a los poderes aprendidos con XX: me fijo en su lenguaje corporal.

Nos está hablando a la vez, girando la cabeza en busca de quien le haga más caso. Busca refugio, pienso. Pero más que refugio... ((desahogarse))
Y yo, ahora mismo, no le puedo prestar atención. Estaba centrada en mi música. De hecho, me ha fastidiado mi mejor canción. Pero no a posta, desde luego. 

Siendo muy consciente de mi lenguaje corporal, (que no invita a iniciar conversaciones) escucho. Y entonces, ella dice:

- ¡Estoy hasta las...!

Ahí está. 

- ¡Me tienen harta! Es que estoy... y encima ellos...

Y bla, bla, bla... bla.

Ni lo hace con mala fe, ni son críticas malas, ... no se trata de eso, se trata de la energía que trae. 

Pero no poder ayudarla a ella hace que me de cuenta de la energía que tengo yo. Ella busca gente a la que contarle miles de cosas, yo estoy en un momento de silencio. ¿Por qué? Ah, eso es lo interesante. Estaba en un momento en el que una ligera brisa podía inclinar el mundo. Soy muy sensible. Creo.

Mi lenguaje corporal expresa cosas, me pregunté "¿qué ocurre si soy deliberadamente inaccesible a una persona que está buscando hablar y hablar?"
Y pienso en el Muso.
Una persona "sana"... pierde el foco de interés en ti y se va hacia otro lado. 
Creía que no era lícito hacer eso, pero veo que sí lo es. 
Aguanto unos momentos en "mi espacio" sin cedérselo a ella (mi atención) y .. efectivamente, ella se va hacia la otra chica. Vuelca en ella esa energía que trae.

"Si no quería que yo hablara con él (pienso en mi mundo, refiriéndome al Muso), simplemente me tendría que haber hecho caso, pues yo creo que se da cuenta perfectamente de que funciono al revés. Si alguien me hace caso, tras un rato, me voy. Es cuando no me lo hace cuando yo me desestabilizo. O cuanto me contesta "borde" o tajante. O sea, al revés que un ser humano "normal" y cuerdo...."

Miro el reloj de la máquina elíptica y mi listado de canciones. Tengo dos opciones. O poner otra canción, o darle "hacia atrás" a la Ed Sheeran. Pero veo otra en la lista que me llama la atención, y me digo:

"No, vamos a poner Somebody  that I used to know..."

Y mi mente pregunta "¿Por qué?" sin palabras.

Y yo contesto:

"Porque esta situación requiere un toque cómico. Yo intentando concentrarme y la de al lado poniendo todo a caldo, jajaja... en vez de enfadarme, pues me lo tomo con humor. Y esa canción tiene un tono musical un tanto irónico. Y cierro así el entrenamiento".

Pulso el botón de Youtube de "play" y sale un anuncio de HBO. Es la historia de unos refugiados que vienen del futuro. Iba a saltar el anuncio pero algo captó mi atención y lo vi hasta el final. "Ah, que serie tan curiosa". Justo al terminar la serie... escucho los primeros acordes de la canción pero....

"Aquí pasa algo raro", pienso.

Me quito los cascos.

Sonaba somebody I used to knonw en los altavoces del gimnasio.

"No... no puede ser. Si ponen música techno..." Pensé que me había confundido y me puse los cascos. No, no venía de allí la música, sino de fuera. Me quito los cascos.

"¡Ya estamos!" pienso "otra casualidad..."


FIN.

posdata: una de dos, o bien ocurren casualidades raras todo el tiempo y no nos fijamos... o existe una relación entre nuestra mente y lo que viene a continuación. No es normal dar limosna y encontrarte una moneda en el suelo a los diez pasos, ser amable y que se te abran los semáforos a tu paso durante tres kilómetros (de manera altamente sospechosa), o tomarte algo con humor y decidir poner una canción y que vaya y suene esa misma en los altavoces. No tiene sentido, no... ¡Saludos! 

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