Sobre la Envidia.


Siempre que sacaba el tema de la envidia al que me enseña Dharma me decía que la envidia nunca era buena. Pero ahora que estoy un poco alejada de él (y creo que es bueno, brilla tanto que yo pierdo el norte, jajajaj!) voy a dar mi opinión/análisis de este asunto.

Empezaré diciendo que me considero una persona bastante envidiosa. "Culo veo, culo quiero" se suele decir. "Mira el pelo liso de esta chica, mira lo mucho que sabe aquella otra, fíjate esa tiene esto y aquello, seguro que es feliz" etc.

¿Cómo puede ser algo "malo" cuando aprendo Dharma precisamente por lo mucho que envidio al que considero maestro? 

Pues en este tema, nunca llegamos a acuerdo. Yo trato de explicárselo al que me enseña y él siempre dice "que es mala" y ya está. De ahí, no salimos. ¿Seguro que es mala?

Hasta que hoy, que me he levantado como siempre, me ha venido una especie de inspiración. Y me he dicho: ¡Vamos a aclarar de una vez este asunto!

Lo primero que he hecho, ha sido buscar "Envidia" en la Wikipedia. Me gustó mucho el artículo pues trata el tema desde el punto de vista de la RAE, de la Psicología Evolutiva y "Desde el punto de vista español". Por lo visto, somos un país de envidiosos. 

Dice: sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que el tiene el otro, o por no querer que lo tenga.

Pero si das un salto a la psicología clínica, dice "te ayuda a evolucionar pues te dice lo que quieres, lo que deseas para ti (...) y esa es su lógica en el mejoramiento de la evolución".

Aah!

Hasta aquí la parte académica. Hay una cita de Cela bastante interesante y yo tengo otras de la sabiduría popular. Un allegado mío me dijo una vez: "En España, no importa que yo no lo tenga mientras no lo tenga el vecino". A lo que yo replicaba: ¿Qué
Lo apuntaba en mi libreta: "Cosas que no entiendo, pero que son relevantes" y lo dejaba para después. Hasta ahora.
Igual que lo que me dijo un amigo que viaja siempre y pone en el facebook los viajes, y yo me alegro porque desearía estar allí y en cierto modo es como viajar con él, y al decírselo él me contestó: "Ya, pero mucha gente se enfada, no se alegra".
Por último, hace un par de días vi colgado en facebook esta frase: "Te deseo toda la felicidad que aparentas en tus redes sociales".
Y me quedé pensando (me hizo gracia).
Hasta aquí, la sabiduría general. Ahora tengo que analizar el tema "qué es la envidia, para mí".

casos personales

(o de por qué no es mala la envidia, per se...)

Hace muchos años, en un restaurante de Badalona, el camarero invitó a mi amiga al postre, porque mi amiga tiene unos ojos verdes verdaderamente llamativos y poco usuales. Los míos, son de color azul. Cuando era niña, creía que el saludo oficial entre los humanos a los niños era: "Hola, ¡hala, qué ojazos!". Era tan común, que pensaba que eso era lo normal. Y crecí con esa idea, hasta que alguien me dijo: "¡no, tonta! Te lo dicen a ti que tienes unos ojos.. qué envidia!"
Aaah.
Bien, pues en aquel restaurante, cuando el camarero se puso a piropear a mi amiga y le invitó al postre, yo no sabía dónde meterme. ¿No se daba cuenta de que si le regalaba el postre a ella y a mí no, me iba a sentir fatal? En aquel momento de "tierra trágame" deseé que se acabara pronto la escena, o que el otro tuviera a bien decirme al menos algo bonito, por consideración. No lo hizo. Se alejó diciendo que con esos ojos que tenía ella, no podía pagar el postre, pues eran los más bonitos del mundo.
A mí me tocó pagar.

Desde luego, si quedaba alguna duda de lo que es la envidia, tengo ese momento precioso para saberlo con seguridad. Eso es envidia. "Si yo tuviera esos ojos..." (vamos, ¡y me ves a mí pensando eso! tiene gracia...). Porque, claro, los de ella son verdes. Y me enfadé. Si no tuviera ella esos ojos, esto no habría pasado.... Me sentí fatal.
En ese momento, desde luego yo no pensaba en los míos azules (elemento uno de la envidia: no ves lo que tú tienes), pensaba en lo que tenía ella.
Pero a la idea de "¡si no los tuviera...!" sobrevinieron dos preguntas importantes. Y esto, con el tema de la envidia, me pasa siempre:

1). ¿Quién disfruta del don de la otra persona?
2). ¿De no tener ella ese don... sería yo más feliz? ¿Lo que tenga o no tenga, influye en lo que yo tengo?

Bien, a la pregunta uno, la respuesta es fácil: ¿Quién disfruta de los ojos de mi amiga? Todos, menos ella. Y esto os lo digo yo que cuando me decían hasta la saciedad: "qué ojos, qué ojos, qué ojos..." acabé respondiendo (en el instituto) ¿tú los ves... ? Porque yo no...
Esto dejó patidifusa a la que me lo decía. A ver, el don de alguien, es don para los demás.

Lo que me lleva a la segunda parte: sí, yo deseo la sabiduría, los viajes, el conocimiento... de mucha gente pero, ¡cielos, ¿destruir eso cambia el hecho de que yo no lo poseo?!
Jamás.
No lo cambia, destruir la felicidad del otro no cambia tu insatisfacción.

Lo que conducía invariablemente a pensar que el problema no eran los ojos de mi amiga, el problema era la vergüenza que sentí ante la forma de actuar del camarero, que a su vez tampoco era desacertada, simplemente no se dio cuenta.

Esto es un ejemplo de envidia, para mí.

Vamos a otro más reciente. Hace un tiempo felicitaron a una compañera mía de trabajo (con, seguramente, aumento de sueldo incluido) y ambas habíamos entrado a la vez en el "rango" de mando medio. 
Obviamente, me sentí fatal. 
Pero tras recapacitar me di cuenta de dos cosas: uno, ¡claro que deseaba eso mismo para mí! y dos: ¿quitarlo al otro hace que yo lo obtenga? No. Absolutamente, no. Por tanto, lo que el otro tenga y lo que tenga yo son cosas bien diferentes. Lo único que realmente me apenaba, era no poder estar tan feliz por esa persona como me gustaría. Y no podía estarlo porque la situación era de "no estarlo" y punto. Tampoco tienes que martirizarte cuando tu corazón sienta envidia. No es tan terrible.

Pero sí que es importante darte cuenta de que te olvidas de mirarte a ti, cuando estás enfocada en mirar a otros.

En ninguno de estos dos casos la envidia parece un problema. Y no lo es. 
Tras analizarlo detenidamente, y aunque me considero envidiosa, me doy cuenta de que... no tengo problema con envidiar. 

Y a lo mejor, tampoco soy tan envidiosa.

Como nota final, sí que puedo escribir algo de lo que me he dado cuenta a lo largo de los años: no puedo tener gente envidiosa al lado. Es imposible. Y esto lo traté con una persona que entiende de psicología y me dijo: "felicidades".

Veréis, en general, la envidia funciona de esta manera. Tú vas a la peluquería, te pones un vestido nuevo, te arreglas, te pintas los labios, sales a la calle, te piropean, te ve una "amiga" y te dice:

- Tía, has engordado un quintal.

Arqueas las cejas y por tu mente pasa lo siguiente: "llevo un vestido nuevo, zapato de tacón, peinado de peluquería, me acaban de regalar unas flores y ¿lo primero que me dices, que ni siquiera es buenas tardes, es que crees (pues no es verdad) que he engordado?"

Ejemplo dos ( y este es casi literal):

-Bah, es que esa editorial... es para perdedores.

¿¿?? (Un año después, firmé un contrato con Espasa y ahora llevo 6 novelas...)

El problema de la envidia es la segunda parte de la acepción donde el común de los mortales piensa que "destruir lo que el otro tiene" sirve de algo. Y yo, sinceramente, nunca entenderé eso. 

Una persona envidiosa compite conmigo y yo no llevo bien la competencia. Si gano, te voy a hundir y te vas a sentir fatal (y ya lo hice, jugando a ignorar los sentimientos ajenos como si no pasara nada) y al final me vas a hacer daño de verdad. Porque a nivel de conducta, lo correcto es parar los pies al otro, en estos casos. Y si cedo terreno, no estoy siendo yo misma.

Por eso, con el paso de los años, me he dado cuenta (y ahora es así) que la gente que yo debo tener cerca es gente que no compite: no compite en escritura, no compite en todo aquello que le provoca celos si me ve. Digo escritura porque no se me ocurre ninguna otra cosa que los pueda levantar. Pero, no es posible estar con esas personas. Porque si yo digo: "jo, estoy derrengá, menudo día", contestán: "Uy, ya está la pedante usando palabras bonitas. Derrengá... ya estamos presumiendo de vocabulario".

¿¿??

- Esto... derrengá está mal dicho, lo sabes, ¿verdad? -pienso.

Pero claro, no digo esas cosas. No contesto, por educación.
Para que te conteste, me vas a tener que cabrear mucho. (lo cuál es un tema que quizá tendría que solucionar).

En definitiva, la envidia no me supone un problema, pero a otros sí.

Lo que es rarísimo, porque siendo yo una mujer insegura... 

Cielos. No soy tan insegura.
=0 ups!

posdata: una de las frases más habituales en personas que "sienten envidia" y te reciben con fórmulas poco corteses o bordes, es decir: "No, lo que pasa es que yo soy sincera". Esto no es cierto, tardé un par de años en darme cuenta. No son sinceras, tienen un problema y no lo saben. Alejáos de la gente que os trata mal bajo la "supuesta licencia" de que son "honestas" y dicen la verdad. No es cierto. Cuando alguien os hace daño por decir la verdad, lo hará en un contexto en el que dicha verdad te ayude a mejorar, y nunca os indicará el corazón que su intención es otra o que se sienten mal con vuestra presencia. Son dos cosas muy diferentes ^_^ 

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