Esconderse
Hoy, mientras escribía en mi casa, empezó a sonar el móvil.
"Hay reunión, así que, Nelly, al llegar ve al módulo...."
Es el Módulo del Muso.
"Vaya mala suerte" pensé.
Me senté a meditar. Nada. Ni meditación ni leches. "Mientras no me mire" pensé.
Qué rara soy, ¿verdad?
Había ido a la peluquería, llevaba un vestido maravilloso, tenía un plan perfecto.
Pero sólo si él no me mira. O mejor, si no me ve.
Tras meditar y cabrearme y meditar más y no meditar porque así no hay quién medite. Me levanté y volví lo mío. Escribir.
Una vez que tenía todo metido en cajas mentales, me fui a trabajar. Aparqué. Me dirigía a la cafetería de costumbre cuando detuvo su coche un compañero de trabajo, a mi lado.
Pedí a mi yo interior instrucciones. "No ir a la cafetería contradice el plan". Mi yo interior me contestó con silencio. Últimamente está mucho en silencio.
Será que me deja elegir a mi.
Monté en el coche de mi compañero.
Me quedé escribiendo en la Sala de relax.
Vi a otro compañero que aprecio mucho.
Subí al dichoso módulo.
Y no le miré.
¡El plan funciona! Solo tengo que pasarme la vida mirando al suelo y escabuyéndome.
Escrito así, suena horrible. Pero funciona.
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