Autocrítica literaria..


Repaso esta novela, libre, del Muso y me doy cuenta de algunas cosas que me hacen reír mucho:

** Infusiones: pocas autoras describen tan bien en torno a una taza de té. Los personajes beben té, roibos, infusiones... y coca colas. Sinceramente, ¿¿no hay más bebidas en el mundo?? Ya sé que es una tontería... pero deberían pagarme por promocionar. 

** Cafeterías: lo mismo. Me pregunto si Tolkien había estado en muchos mesones para describirlos tan bien. (Posadas) Porque lo mío es describir cafeterías. Releo las escenas y veo las cafeterías. Son en las que he estado. No hay más misterio. 

** La prota es para zarandearla. Yo la entiendo. Pero entiendo también a la lectora cero que me dijo: "no me gusta". En realidad, está hecha para gustar... pero dan ganas de zarandearla. No es que no le guste, el personaje. El personaje está bien construido. Lo que no le gusta es su carácter. "Sí... pero no... pero ay, pero espera... es que no sé, es que me da miedo". ¿¿A quién me recuerda??

** Relaciones entre personajes: lo mismo. La lectora cero me dijo: "Este no aguanta a esta". Releí la historia, mi propia historia, y tiene razón, pero no es que no la aguante. Es sólo que... la ve y no se caen bien. Aquí como siempre, mimetismo. Yo en realidad... no entiendo del todo a mi personaje masculino pero sí he tomado mucho café con amigos y les he oído hablar de otras personas. En eso se basa que estos dos "no se aguanten".

** El tono: vamos a ver... paso del drama y tensión a "soy una novela juvenil". No es que la gente no use el humor en circunstancias de tensión. Va más allá. Las escenas con la policía son... de novela de género de suspense (no sé, ¿Somoza?) y de pronto paso a "salsa rosa en el instituto". Es una mezcla tan... me dan ganas de decirme: "Eva, cielo, ¿tenías día alegre y tenías día triste?"

Lo más preocupante es esa variación de tono. 


Claro que hay personajes adultos y jóvenes.

El tono es el narrador. Y este narrador es "omnisciente" con una ligera trampa. Sólo conoce los pensamientos de uno de los protagonistas. Este "truco" (lo digo para el lector interesado) se emplea con una única intención (también a veces, sin querer): poner al lector de parte de ese personaje.

Siento decir que comprender a alguien nos hace, en cierto sentido, estar de su lado. Así que ojo al tono. 

Y un poquito más de atención a las emociones no me vendría mal.

¡¡como me gusta este proyecto!!

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