Ayer me tomé un café que me recordó a Júpiter... Pues tenía 3 franjas de colores terrosos sobre un fondo blanco.

Trabajé en una de mis novelas. Un editor me ha propuesto un contrato de cuatro libros en dos años.

Medité casi 40 minutos, por la tarde. Visualizando un paisaje que fuera sobre todo limpio. Al atardecer me llegó un artículo de una revista científica al móvil. Decía que el cerebro humano estaba hecho para confiar y conectar. No logro entender cómo el universo me intenta enseñar de esta forma. El artículo era correcto. Demostraba la imposibilidad de vivir sin tener algo de fé. No obstante, señalaba lo doloroso que era cuando nos sentimos heridos por causa de quebrantamientos de esta misma confianza. El artículo decía que si quieres vivir en la desconfianza plena, adelante, pero que eso en el ser humano significaba vivir en una zona de angustia. 

Me dije a mi misma que cantidad de personas a las que yo admiraba estaban solas y no seguían a nadie, pues ellas mismas fundaron una nueva religión. Luego yo tampoco necesitaba a nadie. No necesitaba ni apoyo de una comunidad monástica, ni nada. Solo mi cojín para meditar. Y estar sola, que es lo mío, ya que elijo fatal a los maestros. 

Vi a unos amigos. Arreglé un florero. Tiene gracia, el florero está justo en mi espacio de meditación. El agua se ensucia a en cuestión de horas. Debe de ser por las margaritas. 

Pasaron más y más horas. Por casualidad, de noche volví a ver el Doctor Strange. 

Me fui a dormir... Y no he pegado ojo.

Bien. ¿Por qué puñetas no he pegado ojo si lo tengo todo ordenado en su lugar?

Es uno de los veinte mil misterios que rodean este universo. No sabemos por qué funciona la gravedad. No sabemos qué hay más allá del universo observable. No sabemos qué hay más allá de este mundo... Y es imposible saber cómo funciona mi mente. 

No es que me importe. 

Solo digo que es raro. 

Toda la noche sin pegar ojo. En blanco. Mirada al techo. Sin razón alguna, ni motivo aparente. 

Al menos así no he tenido extraños sueños. 

Feliz lunes!!!!