Desmitificaciones (cuentos, ¿del niño mensajero?)

No sé muy bien cómo enfocar esta entrada.
Yo narro lo que me ha pasado y ... cada cuál que saque sus conclusiones.

Ayer por la noche, cuando me iba a poner a meditar, como estaba cansada... me distraje con otras cosas. Chistes por Internet. Juegos políticos. Al final me dije: "bueno, bah... qué más da" Y medité bien poco. Me faltaba como un no se qué, que qué se yo...era un ¿bueno, para qué?... tampoco pasa nada.

Justo antes de dormir, noté el enfado. Pero estaba lo bastante despierta como para dialogar y analizar causas. Mentalmente, me dije: "¿qué te pasa?" y esa cosa sin palabras se revolvió dentro y más o menos me enteré de lo que pasaba pero como no puedo transmitirlo si usar palabras, lo escribiré. Traducido a nuestro lenguaje, sería:

"Me han engañado".

Aaaah, vale.

Estaba enfadada con el Muso. Ya. 
Enfado. 

Me contesté algo -algo tipo: déjalo ya o a quién le importa-, pero eso solo consiguió enfadarme más.

Así que usé un truco. Mentalmente, pensé: "En primer lugar no te han engañado, tú te has dejado engañar. Buscando magia y cosas que la realidad luego te contradice. Eso lo primero, en segundo lugar, ¿sabes la paciencia que ha tenido contigo?"

Mi corazón contestó algo que no era exactamente desenfado. Así que insistí. Y me dije:

"Vamos a darle la vuelta. Imagina que estas trabajando tranquilamente, cuando una tipa o tipo se empeña en que eres la clave de todos los misterios de la existencia y te persigue durante años dándote la paliza para que le enseñes algo. Dime, ¿qué harías? Si le mandas veinte trillones de mensajes por segundo."

Salir huyendo.

"Ya. Y ahora dime, ¿no ha sido paciente, no te ha enseñado, no te ha hecho reír... no ha sido todo lo estupendo y maravilloso que podía ser teniendo en cuenta que eres alguien de fuera y que no tiene responsabilidad alguna contigo? ¿No te das cuenta de que no le importas nada?* No es tu familia, no es... más que una persona a la que tienes que respetar y no ser pesad@. "

Silencio mental. 

- Y ahora, piensa en todas sus cualidades maravillosas -pensé.
(*no es que no le importe, solo trataba de explicarme a mi misma las ubicaciones de cada ser en nuestro estupendo Cosmos. Claro que le importo... pero como todos los seres. No sé si me explico. A mí me importa el bienestar del panadero y no significa que me tenga que dedicar a enseñarle física cuántica. ¿Me explico? Me lo dije así a mi misma, porque yo sé como capto las cosas.)


Tiene gracia. No importa cuán enfadado estés con una persona, como te pongas a pensar en qué cosas maravillosas tiene... el enfado se pasa. ¡Y se me pasó!

Al día siguiente (o sea, hoy) mientras bajaba la rampa del garaje, me asaltó esta idea:

"¿Cómo pudiste creerle cuando te dijo que eras cotilla?"

Ya estamos.

Me digo a mi misma: si poco más, me compraría una cabaña para aislarme de la sociedad. Así que no soy, lo que se dice, una persona que esté cómoda cuando los demás hablan de chismes. Otra cosa es lo que yo considere que son chismes y lo que no (saber cómo se hace algo no me parecerá un chisme nunca), y el saber científico también requiere cotillear. De hecho, el cotilleo o curiosidad más bien, es un contrapunto perfecto para el miedo. Porque como no sientas curiosidad y si encima eres miedosa, entonces ni te mueves. 

Saqué la llave del bolsillo, pensando: "volvemos a lo mismo. Te lo creíste. No es culpa de él, es culpa tuya por creértelo. Por otro lado, corazón, querido, ¿puede-quizá-que fuera por tu propio bien y que no te lo tengas que tomar como algo literal sino que decía algo por tu propio bien y no como verdad absoluta?".

Cambio en el corazón.
Eso sirvió.
Tiene gracia. Pocas veces en mi vida soy capaz de arrancar a algo su significado literal. 


Llegué al trabajo, trabajé. Me concentré.
Todo fenomenal.

Hasta que me lo encontré. Que irónico, si le busco, no aparece, cuando quiero evitarlo, me encuentro al Muso en todas partes. Tenía que estar yo allí justo cuando mi compañero de formación le daba formación. No es justo. Aunque es normal tropezar con gente con la que trabajas. Eso me dije. 

Le miré y dije: "Buenas tardes" la mar de simpática.

Hasta incliné ligeramente la cabeza, cosa que hago con todo el mundo. La gente me pone nerviosa. 

"Lo sabe" 

No, en serio. 

"¿Qué va a saber?" pensé para mí. "¿Qué puñetas va a saber? ¡es un ser humano! Sé amable, como debes de ser, y deja de dar la paliza!".

Lo sabe. Me ve.

"Vale, genial. Lo sabe. Te ve. Ve tu lucha interna" me dije "Pues qué bien, ¿y qué si la ve? No hay alternativas, da igual lo que vea. Cuando alguien dice déjame en paz, no quiero saber de ti, en lenguaje humano no significa que sigas insistiendo en aprender. ¿Lo captas?"

Salgo del curro. No se despide. Me monto en el coche, saludo, sonrió, conduzco... cabreo monumental.

Ay, señor, tengo un trabajo conmigo misma que no os imagináis.

"A ver, corazón" me digo, mentalmente, "qué puñetas te pasa ahora. ¿Qué es lo que quieres? ¿No ves que no hay opción? No puedes dar la paliza a alguien que no te quiere enseñar nada. Es un ser humano."

Si me dieran un euro cada vez que me he repetido eso.

Mi mente, o mi conciencia, o lo que sea que sea eso, contesta sin palabras. Cabreo, enojo, frustración. Volvemos al principio.

"Pues busca un refugio en la ciencia -me digo-, te sacas el libro Sapiens de la biblioteca y así ves lo que somos los seres humanos"

Ciencia.

Sí, ciencia. Ya sabes. Lo que había antes de empezar a creer en cosas absurdas. Ciencia y clasificación. "La Verdad", eso que hay que buscar...

Suena una canción. Yo sigo enfadada. 

De repente me doy cuenta de algo.

Wheres is the love?

Tiene gracia. Han pasado como cinco kilómetros cuando me doy cuenta del estribillo de la canción. "¡jajajaj!". Es de mis grupos favoritos. Dónde está el amor? Es una oración. La canción es una oración, dice father father, please help us, send some guide from above, pleople...  vamos, en palabras coloquiales, dice "padre, ayúdanos, envíanos un guía de arriba, la gente hace que me cuestione, ¿dónde está el amor?"

Que suene eso en el coche mientras yo estoy con uno de mis cabreos en plan: "no me gusta nada este mundo"... da que pensar. Me sonrió para mis adentros.

"Casualidad".

Sigo conduciendo.
Y la canción no acaba.

Eso... sí, ha sido raro. Miré la radio. ¿Estamos de coña? La canción insiste, insiste... dónde está el amor, dónde está el amor... y ocho minutos después pensé, en serio, que ciencia o no, allí estaba pasando algo muy raro.

Era una extraña versión de no sé cuantos minutos.

¿Dónde está el amor? Y yo que sé. 

Menuda estupidez.

La conclusión es la siguiente: punto uno, ¿qué tiene de malo la ciencia? Punto dos: no hay nada que aprender, cerebro, y aunque lo hubiera no tienes las condiciones adecuadas. Eso me lo digo yo a mi misma. Y punto tres: en momentos de crisis, placeres pequeños y cotidianos son la clave del éxito: leer, estudiar, escribir, escuchar jajaja.. ¡música sin mensajes!

posdata: edito para añadir. Las condiciones adecuadas para entender el Cosmos y la realidad serían o estar en un monasterio tibetano con la cabeza afeitada descubriendo cosas en plan Doctor Strange... cosa que no va a ocurrir... o trabajar para la Nasa. Teniendo en cuenta que no soy ni una sabia oriental, ni una refutada astrofísica... me da que me quedo en escritora. ¡Es lo que hay!. ¡jajaja!

Salu2!!!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises