Me he vuelto a enfadar, conduciendo.

Aparte de conducir con una sola mano. Lo que no creo que sea un paradigma de seguridad.
"Son tantas cosas, son tantos pequeños detalles que veo... ¿por qué tiene que ser así?"

Puse la radio a todo volumen.

Y venga a enfadarme. Y a subir más la radio.
Sonaba esto:

La subí todavía más.
Me paré en un semáforo. Apoyé la cabeza en un brazo. El semáforo se puso verde. Al mirar hacia arriba vi que el conductor de atrás me miraba... un tanto preocupado. Como cuando miras a alguien y te preguntas: ¿por qué tendrá ese o esa tan mal día?

"Necesito sol,... ¿qué necesito? ....¿playa? ¿vacaciones? ¿una piscina? ¿¿¿qué quieres????" "¿la canción dice vi el sol?"

Aparqué.
Me enfadé.
Bajé del coche. Cerré la puerta del coche.

Caminé por el garaje.. recordé cosas. "¡Es que no lo entiendo! No son felices... haces cosas pero... no parece que la gente sea feliz. No, la gente se enfada. Y va a lo suyo."
A la altura de la puerta del garaje mi cabreo era monumental.
"Lo que te cabrea es ver las cosas" me dije "las ves y te enfadas. Así que mejor no verlas ¿?"
Recordé cosas buenas.

"ah... sí, es verdad. Aquí tienes un ejemplo de persona que te ha ayudado altruistamente. ¿Sabrá lo importante que es? Un gesto así... horas más tarde... puede ser decisivo"

Me asaltó la suspicacia. Salí del garaje.

"Pues... da igual".

Si una sigue las enseñanzas del que me enseña... pues el mundo acaba siendo un lugar armonioso y maravilloso. Pero como siga mi corriente mental...

Justo pasé por delante de un establecimiento que no debería de estar abierto.

pompompom!

Me paré. Lo miré de soslayo.

"Qué raro que esté abierto hoy..."

Rara vez esa cosa sin palabras interior da tan fuerte. Hice ademán de continuar andando.

(POM! POM!)

"Hoy no" pensé. "No era hoy cuando lo tenía planeado..."

Di un paso.

(pompompom!!... ((...cambio de turno....))

Me paré.

"Anda, es verdad... la semana que viene me han cambiado el turno. Y este lugar cierra por las tardes. Pero ¿hoy ir a este sitio? No sé, ¿no quería esperar a Marzo y a la primavera? Puedo  ir en otro momento..."

((pom)) (pom..))
(la fecha....tiene un ocho. 
.......Y es par...)

Di la vuelta. Yo y los números pares. Supe que me iban a publicar La Casa Mágica porque me quedé mirando el número del registro con cara de idiota y un fuerte presentimimento. Era capicúa.

"No es primavera" me dije, entrando en el establecimiento. "Acordé conmigo misma hacer esto en primavera. ¿Es hoy el día destinado? Mira que es algo importante...".

Me acerqué a la mesa. Me atendió un señor.

"Estoy haciendo historia" me dije. Le dije al señor lo que quería. El señor tecleó en su ordenador. Torció el gesto, sonrió (no os voy a decir lo que es, ¡curiosos!) y me dio a firmar un papel.

- Enhorabuena.

^_^ Se me pasó de golpe el enfado.

¡¡Llegué a casa!! Antes creía que tenía que hacer cosas fuera de casa. Pero ahora todo lo que necesito, ¡¡está en casa!! Si quier un spa, resulta que tengo el regalo de una amiga en casa que se utiliza en el spa. Si quiero cotillear tengo todo Youtube para hacerlo.
Si quiero descansar, tengo tiempo.
Si quiero leer, leo.
Y el que me enseña me dijo: medita.
Y no necesito salir de casa para meditar.

Sé que suena muy estúpido, pero si ese estúpido local no estuviera hoy abierto, no habría entrado. De no haber entrado, habría estado enojada toda la tarde.
^_^ Pero ya no.