Correcciones del escritor... o escritora.

Esta fase se hace sin música.

Consiste en leer el libro como si no lo hubieras escrito.

Y corriges.

"Cambia temible por terrible..."
¿por qué?
La pregunta la hace mi mente, pero sin palabras. Contestó:
"Porque temible es potencial y terrible es algo que ya es... cuando temes, es subjetivo del protagonista, pero cuando algo ya es terrible, entonces es que se trata de una realidad. Que la soledad del espacio es temible significa que él o ella la temen (o tú), mientras que si es terrible, es algo que ya es. Si usas temible posicionas al protagonista"
La cosa sin palabras coincide. En este tipo de libros, defino el escenario pero el lector elige lo que siente.

"Busca la regla del sino/si,no..."

"Quita la exclamación de este diálogo. Va en el siguiente..."

"Quita gran suerte, la suerte es suerte sin más..."
La cosa sin palabras contesta que por quién la he tomado, esos errores son míos...me da la risa. Tiene razón, por algún motivo extraño la parte del cerebro con la que he escrito el párrafo es mía, y no de esa otra cosa.

Esta fase de corregir, es divertida. Pero no siempre. En la novela del Muso no me resulta fácil porque no veo a los protas. Ahí están "asilvestráos"...

Me acabo de acordar de ese momento en el que jajaja! yo le decía a esa parte de mi cabeza: "¡no te va a entender! Si no te entendería ni yo porque esa palabra está mal, y mal usada, ¿cómo te va a entender él? ¡Tendré que entenderte primero yo....!" y va y me devuelve una pregunta usando lo que sea que usé yo en el mismo sentido. Se cargó el lenguaje en ese instante. Eso no es justo. Vaya momento de contacto tan increíble. Y de estupor.

Visto así: construimos la realidad con las palabras.

Pues son poderosas, sí...jajajaj!

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